Cuando hablamos de personajes históricos que han traspasado sus épocas para volverse universales, varios nombres pueden llegar a nuestra mente. Leonardo Da Vinci, Sócrates, Miguel Ángel… Hombres y mujeres que, en diferentes áreas del quehacer humano, han marcado una pauta eterna. Otro buen ejemplo de ello es Pitágoras, a quien generalmente asociamos con el famoso teorema con su nombre que estudiamos en la escuela. Sin embargo, hay muchos matices de la vida de este hombre que bien vale la pena conocer. Hoy en Supercurioso te contamos quién era Pitágoras y sus principales aportes en las diferentes disciplinas que desarrolló. ¡Acompáñanos!

¿Quién era Pitágoras?

Quién era Pitágoras

Hablar de quién era Pitágoras es viajar hacia el pasado, para dar luces a la vida de uno de los filósofos y matemáticos más relevantes de todos los tiempos. Alrededor de su figura se tejen toda clase de misterios, conocimientos esotéricos y la influencia de diversas áreas del saber. En torno a su biografía, quienes lo han investigado coinciden en que nació alrededor del año 570 aC en la isla de Samos, ubicada en lo que hoy conocemos como Grecia. Se conoce muy poco sobre sus primeros años, apenas la idea de que su padre era un tallador de gemas llamado Mnesarco.

Desde la juventud, Pitágoras mostró interés por las matemáticas y la filosofía, y no dudó en viajar, procurando el conocimiento que en su lugar de origen no encontró. Se dice que así llegó hasta Egipto, en donde estudio con sacerdotes locales sobre astronomía, geometría y posiblemente esoterismo. También se le atribuyen viajes de estudio por Babilonia, Arabia, Fenicia e incluso es posible que llegara a la India. Fue luego de estas travesías que se configuró la personalidad de quién era Pitágoras, y así se decidió a fundar su propia escuela de filosofía.

La escuela pitagórica: una comunidad filosófica

Pitágoras no solo fue un matemático brillante, sino también un filósofo con ideas profundas sobre la vida, el alma y el universo. Fundó una comunidad filosófica en Crotona, una ciudad del sur de Italia, que tenía características muy particulares. Esta comunidad, conocida como la Escuela Pitagórica, no era simplemente un lugar para estudiar matemáticas. También era un grupo de seguidores que compartían una forma de vida basada en principios éticos y espirituales.

Los pitagóricos creían en la metempsicosis, la transmigración del alma, que sostenía que el alma era inmortal y tras la muerte, reencarnaba en otro cuerpo. Bajo sus creencias, también llevaban una vida sin lujos y regida por la austeridad. La estructura de la escuela era secreta y jerárquica, con rituales bastante particulares. Por ejemplo, se dice que todo aquel que entraba y se le consideraba un nuevo iniciado, debía atravesar un período de cinco años de absoluto silencio, si es que deseaba ser admitido para recibir las enseñanzas más avanzadas.

La Hermandad Pitagórica admitía tanto hombres como mujeres. Sus miembros asumían que los logros eran comunes, por lo que posiblemente muchos de los logros que se atribuyen a Pitágoras pueden ser de cualquiera de los integrantes del grupo. Colaboraron de manera importantísima en el desarrollo de la astronomía, la medicina, las ciencias naturales y las matemáticas.

Pitágoras como mago

Otro misterio muy interesante al hablar de quién era Pitágoras, es la creencia de que también tenía ciertos poderes mágicos. Muchos le atribuían habilidades sobrenaturales, como la capacidad de comunicarse con los dioses o incluso de recordar vidas pasadas. Además se le agregaron cualidades como curar enfermedades o controlar fenómenos naturales. Todas estas, leyendas que nunca pudieron ser confirmadas.

A pesar de ello, quedaron registrados en la historia ciertos episodios que ayudaron a enriquecer el aura mística y mágica alrededor de Pitágoras. Por ejemplo, se le atribuyó el don de la ubicuidad, ya que fue visto a la misma hora en dos ciudades diferentes. También el dominio de los animales, pues se comentó que pudo acariciar a un águila blanca y condujo a una serpiente venenosa hasta las afueras de un pueblo. Se decía también que a su paso el río lo saludaba diciendo «¡Salve, Pitágoras!».

El desarrollo del Teorema de Pitágoras

desarrollo del teorema de pitagoras

Un punto clave en la historia de quién era Pitágoras fue el desarrollo de su famoso Teorema. Se trató de una teoría que aunque hoy suene simple, en su momento fue una auténtica revolución. El planteamiento fue que en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados. Además de la formulación del Teorema en sí, lo que más se destaca es la forma en la que el matemático lo utilizó, convirtiéndolo en una herramienta práctica fundamental para los estudios posteriores de geometría.

Además, Pitágoras creía en el poder de los números y se cita como suya la frase «Los números gobiernan todas las cosas». Creía que los números tenían alma y por tanto eran mágicos. A través de la magia de los números se podía incidir sobre las cosas. La fama de Pitágoras como hombre divino, capaz de controlar a los animales y transcender el tiempo y el espacio, se acrecentó en la época de Aristóteles, en la que se le consideró un ser bendecido por los dioses.

La misteriosa muerte de Pitágoras

Conocer quién era Pitágoras nos lleva a encontrarnos con uno de los más grandes pensadores de la humanidad. Pero así como su vida fue poco convencional, su muerte fue todo un misterio. Existen varias versiones sobre ella, ninguna confirmada con certeza. Una bastante popular cuenta que su escuela fue atacada tras un conflicto político en Crotona, y el huyó. Así encontró la muerte al negarse a atravesar un campo de frijoles debido a sus creencias, pues era un alimento con el que no podía tener ningún contacto. Si bien es una historia poco probable, ayuda a aumentar la leyenda alrededor del filósofo.

Otra teoría sugiere que Pitágoras vivió una existencia larga, dedicada por entero a la enseñanza y la filosofía, y que murió anciano y de forma pacífica, en una ciudad llamada Metaponto.

En definitiva, fue un matemático y filósofo extraordinario, a quien sus contemporáneos calificaron de mago. Si esta historia ha llamado tu atención, no te pierdas el artículo en el que te contamos sobre la Copa Justa de Pitágoras, un fenomenal invento con el que el filósofo quiso enseñar a sus discípulos la importancia de la moderación y el autocontrol. ¡Hasta la próxima!