La Dama de Kemet es una de las momias egipcias que se exhibe en el Museo Egipci de Barcelona. Una momia de época romana, del aproximadamente 25 d.C., y que constituye una muestra tardía de momificación egipcia. Es una momia con retrato en tabla de madera, al estilo de las de El Fayum, y tiene como materiales estuco, madera y vendas, siendo de interés las representaciones hechas sobre estas últimas: divinidades del ciclo de la muerte, la resurrección y la vida.
Un rostro lleno de enigmas
El Fayum se ubica al sur del delta del Nilo y es una de las zonas arqueológicas más ricas de Egipto. La momia de la Dama de Kemet procede del yacimiento del Hibeh, en el medio Egipto. Los expertos consideran que la Dama de Kemet puede incluirse dentro del grupo denominado “retratos de El Fayum”, momias que van acompañadas de un retrato del difunto sobre una tablilla y que se caracterizan por el realismo, naturalidad, la belleza y el aire atemporal que rodea todos los retratos.
La Dama de Kemet, bautizada así por el Museo, llegó a la colección de arqueología egipcia Jordi Clos en el año 1988. Sin referencias y caracterizada por tener una representación pintada de su rostro, la momia se encontraba en un estado bastante precario y los expertos del Museo procedieron a una intervención urgente de conservación-restauración. Se plantearon varios enigmas:¿ quién era?, ¿de donde procedía?, ¿ se podría saber algo más sobre ella?, ¿era realmente su retrato o un simple adorno más?.
¿Quién fue la Dama de Kemet?
Los resultados de una minuciosa investigación llevada a cabo entre 2008-2010, digna del CSI, revelaron que la Dama tendría unos 15 ó 16 años al morir,-otros estudios han aumentado la edad a unos 20 años-, y mediría alrededor de 1,60-1,65 cm– algo aproximado ya que le faltan los pies al haberles sido arrancados por los saqueadores de tumbas. Era una joven esbelta, con un rostro de rasgos finos, con frente alta y nariz ligeramente prominente. Unos rasgos que la encuadran dentro del grupo étnico del Bajo Nilo.
Se supone que debió pertenecer a una clase social alta ya que fue momificada de una manera muy sofisticada. La reconstrucción facial de la Dama de Kemet gracias a las nuevas tecnologías despejó una de las incógnitas al mostrar un extraordinario parecido con la imagen que aparece en la máscara de la momia. El retrato que adornaba la momia se correspondía efectivamente con el rostro real de la joven.
Una momia llena de insectos
Pero el equipo de investigadores del Museo Egipcio de Barcelona se planteó nuevas preguntas. Así, en el cuerpo de la momia se encontraron gran cantidad de insectos necrófagos, entre ellos algunos escarabajos del mismo tipo que los hallados en otras momias como las de Ramsés II o Tutankamon, unos escarabajos muy poco comunes conocidos como «escuadrones de la muerte», un indicio de que se le efectuó una momificación de primera categoría: ¿nos encontramos ante una momia real?; sin indicios claros de una enfermedad, ¿de qué murió la joven Dama?.
¿De qué murió la Dama de Kemet?
El Tac helicoidal y una endoscopia mostraron que la joven Dama habría muerto de un mal parto, una de las causas de mortalidad femenina más comunes. Así, se supone que la Dama de Kemet habría sido no sólo una joven de clase social alta, con bastante actividad física, sino también una recién casada fallecida en el parto. Estos trabajos de investigación realizados en 2008 lograron reconstruir y estudiar el caso de la Dama de Kemet sin alterar ni deteriorar la momia. Hoy en día, la Dama de Kemet puede admirarse en el Museo Egipcio de Barcelona.
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Imágenes: Sala Prensa Museo Egipci Barcelona