La imprenta, la bombilla, los antibióticos, el ordenador, el teléfono… algunos de los inventos que han transformado al mundo y que le dieron una nueva forma a nuestra cotidianidad. Por supuesto que el automóvil también se encuentra entre ellos. Y es que, admitámoslo, ¿Qué sería del gran invento de los vehículos, sin esos pequeños inventos secundarios que le aportan confort? ¿Te has imaginado alguna vez lo que sería conducir un día de tormenta sin parabrisas? Imposible. Así que tanto si te has preguntado alguna vez quién inventó el limpiaparabrisas como si no, te invitamos a que conozcas a una mujer brillante, que un día, tuvo una sencilla idea que hizo historia. Hoy en Supercurioso te contamos la historia de la vida de Mary Anderson y el nacimiento de su singular y revolucionario invento. ¡Acompáñanos!
Quién fue Mary Anderson, la inventora del limpiaparabrisas
En el campo de las ciencias nos hemos encontrado con mujeres verdaderamente extraordinarias, cuyos aportes han marcado un área del conocimiento y la cotidianidad de millones de personas. Basta con recordar casos como el de Marie Curie, Rosalind Franklin o Rita Levi Montalcini para comprobarlo. Cuando hablamos de quién inventó el limpiaparabrisas también nos encontramos con un nombre de mujer. Aunque con menos vuelos científicos e intelectuales, Mary Anderson logró aportar confort, dinamismo y seguridad al acto de conducir. No es de extrañar, y es que la mano y el ingenio femenino está en muchos de los complementos que llevamos hoy en día instalados en nuestros coches. Así, por ejemplo, el intermitente y la luz de freno se la debemos a Florence Lawrence, y a su madre otro gran avance del que te hablaremos más adelante.
Pero, ¿Quién fue Mary Anderson? ¿Y cómo llegó a ser quién inventó el limpiaparabrisas? Pues esta mujer nació en Alabama, el 19 de febrero de 1866. No estaba en absoluto dedicada al campo de las ciencias ni de los inventos, sin embargo tenía mente aguda, despierta y muy observadora. Era promotora inmobiliaria, ranchera y viticultora, y fue en un viaje a la ciudad de Nueva York, donde se despertaría su ingenio para la creación de una pieza que hoy resulta absolutamente indispensable en cualquier vehículo.
1. El contexto de la invención del limpiaparabrisas
Detrás de quién invento el limpiaparabrisas nos encontramos con la figura de una mujer de capacidades de observación destacadas. Estábamos empezando ya el siglo XX, y era habitual ver los coches circulando con normalidad por cualquier gran ciudad. También por Nueva York. Una gélida mañana del invierno de 1902, Mary Anderson tomó el tranvía en la ciudad de Nueva York. Viajaba casi congelada en el interior del vagón. Estaba nevando y el conductor llevaba el cristal frontal bajado, porque le era imposible mantenerlo limpio y despejado debido al agua y nieve que caían. El frío era pues insoportable, una condena con la que debían convivir los días de invierno.
A todo ello se sumaba una incomodidad extra. El conductor debía detenerse y salir continuamente a limpiar la suciedad, el hielo y el agua que se adhería en el parabrisas, para no afectar la visibilidad mientras conducía. Aquello no solo hacía que el ambiente en el interior del vagón se hiciera aún más frío, sino que representaba una pérdida de tiempo tanto para el chofer como para los pasajeros.
2. ¿Cómo se materializó el invento?
También al hablar de quién invento el limpiaparabrisas, nos referimos a una persona con gran determinación. Cuando Mary volvió a su hogar en Alabama, no podía dejar de pensar en esa molestia que debía vivir continuamente cada vez que viajaba. ¿Y si buscaba alguna solución? ¿Y si diseñaba algo con lo que evitar tener que bajar el cristal delantero de los coches? No tardó demasiado en diseñarlo, y luego no tuvo más que construir un prototipo y probarlo. Era algo sencillo, rudimentario, pero tremendamente efectivo: se trataba de una palanca dentro del coche que uno podía mover para que en el exterior, unos alambres limpiadores fueran frotando el cristal delantero. Sencillo y útil.
Cuando Mary Anderson terminó ese primer prototipo, recibió de inmediato el número de patente. Seguramente no lo olvidó nunca, era el 743801. Pero eso sí, esta patente no duró demasiado, solo 17 años, tras los cuales, y cómo era de esperar, la industria automovilística explotó el invento de inmediato. Y ahora una última curiosidad. ¿Recuerdas que al principio te hablábamos de la madre de Florence Lawrence, la mujer que inventó el freno de mano y el intermitente? Pues bien, el nombre de esta dama era Charlotte Bridgwood, y lo que hizo fue mejorar el invento de Mary Anderson. En 1917, el limpiaparabrisas pasó a ser automático, ya no hacía falta que uno le diera continuamente a una palanca para que el limpiaparabrisas realizara su función. Realmente práctico ¿No es así?
Algunos hitos en la evolución del limpiaparabrisas
Y quién inventó el limpiaparabrisas lamentablemente solo se reservó la patente por menos de veinte años. Transcurrido ese tiempo, la creación evolucionó de maneras muy diversas. En 1923, ya inventado el limpiaparabrisas eléctrico, se comercializó en masa por la empresa norteamericana Farman. De hecho, la circulación había aumentado de manera tan notable, que garantizar medidas de seguridad y visibilidad se había hecho una obligación. La firma Berkshire mejoró los prototipos, aportando practicidad al invento de Mary Anderson.
Para 1978 ocurrió otro gran hallazgo. El piloto de aviones durante la Segunda Guerra Mundial y químico norteamericano Howard Ohlhausen descubrió el limpiaparabrisas invisible y lo bautizó con el nombre de Rainix. Aquella creación tuvo grandes aportes en el campo de la aviación y para el funcionamiento de los coches de Fórmula 1. Una década después, en 1987, sería la casa francesa Valéo quien daría el siguiente gran salto, la creación del limpiaparabrisas basculante, que solucionó los efectos de la lluvia.
Y tú, ¿Sabías la historia de quién inventó el limpiaparabrisas? Pues, ahora cada vez que pongas en marcha los limpiaparabrisas de tu coche, recuerda dos cosas: el frío que pasaban en el siglo pasado los días de lluvia o nieve, y a Mary Anderson, que quiso dar solución a esa molestia que a más de uno le supuso un resfriado. Y si te ha gustado este artículo, te dejamos con esta selección de las más increíbles mujeres inventoras.