A muchas personas les sucede que, ante una situación de estrés social, se les disparan una serie de alarmas físicas. Si se trata de cierta taquicardia o un poco de sequedad en la boca, sin consecuencias visibles, no parece tener más importancia. Sin embargo, en algunos casos la reacción física es evidente e incomoda y avergüenza al que la sufre. Analicemos 5 reacciones corporales por nervios y sepamos, si es posible, cómo pararlas para conseguir que nuestras relaciones sociales mejoren.
5 reacciones corporales por nervios y cómo pararlas
1. Rubor
La ansiedad, el miedo, la vergüenza o la simple timidez, pueden hacer que nos ruboricemos. A grandes rasgos, es culpa de la adrenalina. Al liberar hormonas, aumenta la circulación y esto produce que haya un mayor flujo de sangre a la cara, lo que se traduce en un enrojecimiento. La cara tiene gran cantidad de diminutos vasos sanguíneos muy próximos a la piel.
Si estás en una reunión social, una de las soluciones es tener a mano una bebida con hielo. Esto ayudará a disminuir la circulación y por tanto el rubor. Si no es posible y notas que te estás poniendo «rojo/a» respira hondo, despacio y profundamente e intenta concentrarte en los latidos de tu corazón, poco a poco el rubor desaparecerá. Sobre todo no intentes taparte la cara y trata de no darle importancia y hacer oídos sordos a los comentarios. Cuanto más seguro de ti mismo te sientas, antes desaparecerá el rubor
2. Lloro incontrolable
Uno de los motivos del lloro incontrolable, cuando no parece haber una razón evidente, es la acumulación de gran cantidad de emociones subconscientes que no se han procesado de manera adecuada.
Si notamos esa horrible sensación de que nuestra barbilla empieza a temblar y que las lágrimas acuden a nuestros ojos, una de las soluciones que nos ofrecen los expertos es pellizcar la palma de la mano. Se trata de crear un pequeño dolor físico que distraiga las emociones. Esta solución es momentánea, aunque lo mejor sería tratar de buscar solución y enfrentarse a esas emociones subconscientes.
3. Temblor de manos
Ante el estrés hay una pérdida de conexión con el cerebro. El bloqueo de las señales interfiere en el control que se tiene sobre la posición de las manos, lo que se traduce en un tembleque incontrolable.
En estos casos lo mejor es unir las manos en el regazo o delante nuestro y tratar de relajarnos y en ningún caso intentar coger objetos como papeles o bolígrafos, ya que el temblor será mucho más evidente.
4. Sudoración
La sudoración es normal cuando estamos nerviosos ya que aumentan las palpitaciones y aumenta el calor corporal. El sudor es la manera que tiene nuestro organismo de tratar de controlar este aumento de temperatura.
Respirar lenta y profundamente hasta que se note que disminuyen el ritmo de los latidos. Trata de relajarte y dejar de pensar en lo que te ocurre porque es algo normal y cuanto más pienses en ello peor será. Intenta visualizar algo que te haga muy feliz, esto te ayudará a desestresarte y por tanto disminuirán las palpitaciones y el sudor.
5. Voz temblorosa
El miedo y las ganas de salir huyendo se traducen en muchas ocasiones en un temblor en la voz. Las cuerdas vocales están reguladas por el nervio vago y éste está conectado con el cerebro y la amígdala, que a su vez controlan las emociones. Si se estimula el nervio vago éste tensa el cuello y las cuerdas vocales, lo que produce pequeños espasmos o temblores en la voz.
Para solucionarlo lo mejor es respirar profundamente, tensar el cuerpo y retener el aire por unos segundos. Si se repite este proceso varias veces disminuirá la tensión en la voz.
Esperamos que estos pequeños consejos te sirvan de ayuda o por lo menos te hagan ver que no eres el único/a que padece estas reacciones corporales por nervios tan incómodas. Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer el post: 13 Cosas desagradables del cuerpo humano.
Imagen: TheAstuteObserver