Rosalie Poe fue la hermana pequeña del celebre autor Allan Poe. Sus obras son mundialmente conocidas y las frases de Edgar Allan Poe siempre nos han conmovido. Sin embargo para Rosalie la vida fue una tragedia que envolvió su existencia y que la llevó a una muerte inesperada. En Supercurioso te contamos cómo fue la vida de Rosalie Poe, la hermana de Edgar Allan Poe. ¡Acompáñanos!
¿Quién fue Rosalie Poe?
David Poe y Elizabeth Arnold eran actores de teatro que iban de ciudad en ciudad actuando. Ellos tuvieron tres hijos, nadie pensó que uno de ellos estaba destinado a la grandeza y que los otros dos pasarían al olvido. El mayor, William Henry Leonard y el segundo, Edgar; nacieron en Boston en 1807 y 1809 respectivamente. Por otro lado, la última hija, Rosalie Poe, nació en Norfolk Virginia, en 1810. Unos meses antes de que naciera Rosalie, el padre abandonó a la familia y murió poco después. Elizabeth siguió con la compañía teatral y durante una gira por el sur, en la ciudad de Norfolk, nacería Rosalie. Para seguir con su trabajo, dejó al mayor de sus hijos, Henry, con sus abuelos maternos y él se trasladó a Richmond.
Edgar y Rosalie, no obstante, acompañaron a su madre porque eran más pequeños y necesitaban de sus cuidados. Debido al trabajo y la precaria salud de su madre, ella contrató a una niñera para que los cuidara cuando tuviera que salir a trabajar. La mujer era una anciana galesa, que según algunos historiadores, les hacía ingerir ginebra y láudano (una tintura alcohólica derivada del opio) para mantenerlos «sanos» y «fuertes».
La madre de los niños murió el 8 de diciembre de 1811, no se sabe con certeza si debido a una neumonía o a una tuberculosis con apenas 24 años de edad. Su hijo mayor permaneció con sus abuelos tomando la profesión de marino y poeta amateur, muriendo también a los 24 años. El desconsuelo de Allan Poe fue tal que, llegó a utilizar durante un tiempo el seudónimo de «Henri Le Rennet» en honor a su hermano fallecido.
¡La fortuna (por el momento) se la llevaron los dos hermanos pequeños! Ambos quedaron en manos de familias poderosas y adineradas. Edgar en casa de los Allan, de los que tomó el nombre, si bien nunca lo adoptaron oficialmente y con los cuales rompería lazos después de irse al ejercito. Rosalie por su parte, fue dejada en casa de su tía Jane Mackenzie, que ya en otros momentos había ayudado a los Poe económicamente.
Rosalie tenía los ojos grises, pero su mirada estaba siempre en blanco. Ella solía sentarse mucho tiempo mirando al espacio como en un estado de trance. Los Mackenzie le ofrecieron todas las comodidades posibles, le dieron una buena educación y una posición social. Todo parecía normal hasta los 8 o 10 años, destacaba en piano y era muy buena en danza, pero luego no hubo más avances… La invadía un desinterés por cualquier tipo de actividad y a pesar del apoyo de sus maestros, ella nunca más volvió a ser la misma.
Rosalie tenía una salud muy deteriorada, posiblemente por la ingesta de alcohol y drogas durante su primera infancia, a los 12 años padeció una meningitis que la dejó muy limitada mental y físicamente. Se cree que siguió en contacto con su hermano Edgar durante su infancia, ya que eran prácticamente vecinos y más adelante éste visitó con cierta frecuencia la casa de los Mackenzie.
La madre adoptiva de Rosalie Poe expreso alguna vez: «Creo que Rosalie estaba dotada de genio e intelecto tal vez no menos al de Edgar, pero quedaron impresionados por el trato de la niñera. En Rosalie el efecto fue peor, porque le dieron alcohol desde que nació».
Rosalie y Edgar 
Rosalie Poe en una carta a John Ingram (un estudioso del trabajo de Poe) declaró que no sabía que tenía hermanos cuando era niña a pesar de que ambas familias eran buenas amigas y vivían muy cerca. Se sabe que Rosalie admiraba profundamente el talento y la obra de su hermano Edgar, sus favoritas siempre fueron «El cuervo» y «Las campanas». Le gustaba siempre escuchar los elogios que le daban a su hermano y le gustaba ser presentada como «la hermana de Allan Poe».
Por parte de Edgar había poco interés en ella, según dicen nunca respondió a las cartas de Rosalie. Ella aseguró: «Creo que Edgard se avergüenza de mí». Según la madre adoptiva de Rosalie en su última vista a Edgar, éste mostró indulgencia, tanto que parecían más hermano y hermana de lo que alguna vez fueron en la infancia. Allan Poe la acompañó a dar una vuelta por el barrio y la presentó a sus mejores amigos.
A la muerte de Jane y tras la ruina que sobrevino a la familia al finalizar la guerra civil, la suerte de Rosalie Poe empeoró. Los Mackenzie estaban en la pobreza y no podían hacerse cargo de ella. Trató de buscar ayuda con sus familiares en Baltimore, pero no la aceptaron porque no podía trabajar. Se vio obligada a vivir en la calle. Sus hermanos habían muerto, en especial la muerte de Edgar Allan Poe fue enigmática. No sabía qué hacer para mantenerse, Rosalie consiguió unas cartas y unas fotografías de Edgar y le pidió a Susan Archer que las vendiera.
En las cartas que Rosalie Poe le enviaba a Susan preguntándole por la venta de las cosas de Edgar, decía: «Prueba querida S., intenta vender las cartas y las fotos… Dejé el lugar donde estaba la última vez que te escribí, porque mi prima ya no me da una cama para dormir. Camino la mayor parte del día, hasta que estoy muy cansada para seguir. No sé dónde pueda conseguir un lugar para pasar la noche. Me siento como una oveja perdida, sin zapatos ni guantes».
En los últimos años de su vida, Rosalie Poe vagó por las calles tratando de vender autógrafos falsos de su hermano. Ella vivió de la caridad de otros, ya que no pudo reclamar la herencia de Edgar por no tener la documentación necesaria para su administración.
En 1870, el estado se hizo cargo de ella y fue a parar a un asilo donde moriría cuatro años más tarde. Fue la última de los tres hermanos en morir. En julio de 1874 la muerte tocó su puerta. Fue enterrada en el cementerio de Rock Creek en Washington, pese a que quería ser enterrada junto a su hermano. Como vemos la vida de Rosalie Poe estuvo marcada durante mucho tiempo por desesperanza y dolor.
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