A día de hoy, son muchos los que siguen dudando sobre si se produjo verdaderamente aquel famoso viaje a la Luna por parte del Apolo 11 la noche del 20 de julio de 1969. No obstante, la información sobre los intereses de la potencia americana sobre nuestro pequeño y querido astro, van apareciendo con cuentagotas, y uno de los datos más recientes y llamativos con los que contamos, son los referentes a unos archivos desclasificados en septiembre del 2014.

Asombroso pero cierto: Estados Unidos llegó a valorar la posibilidad de dar un golpe de efecto durante la Guerra fría, bombardeando ni más ni menos que la Luna. Un ataque nuclear que, por otro lado, hubiera sido desastroso. No obstante, fue algo que se barajó durante un breve tiempo, buscando ante todo «dar una muestra de fuerza», frente al enemigo soviético en aquellos días de antagonismos, conspiraciones y desconcertantes maquinaciones.

Te lo explicamos.

Los increíbles planes de EE.UU. para bombardear la Luna

La verdad es que esta idea nos suena a argumento más bien pobre para una película de ciencia-ficción de serie B. ¿Bombardear la Luna con energía atómica sólo para ofrecer una muestra de orgullo y fuerza tecnológica? Algo así solo podía venir desde las maquiavélicas mentes de la administración norteamericana, o al menos, así lo desvela el «Informe A119»  desclasificado hace unos meses. Se trataba de un proyecto secreto desarrollado a lo largo de 1958 con el cual, se pretendía ni más ni menos que lanzar un misil desde la Tierra directo hacia nuestro satélite.

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Con ello, se esperaba que el «enemigo soviético» para la potencia de las barras y las estrellas, viera ante sus ojos el poder tecnológico y armamentístico del que disponían. Y aún hay más, algunos sectores buscaban también estudiar el impacto los llamados «sismos lunares» y lo que un impacto de este calibre podría desencadenar. Obviamente algo así no podría suponer más que un suicidio a nivel mundial. Algo desastroso. Afortunadamente, el informe que los científicos aportaron al gobierno fue lo bastante claro como advertirles de que semejante locura supondría un daño para el propio planeta, y la presencia de material radioactivo en nuestra atmósfera a lo largo de muchas décadas. Al final, el supuesto «remedio» iba a ser mucho peor que el propio conflicto con el bloque soviético.

Te gustará saber también que uno de los científicos implicados en este informe que finalmente salvó a la Luna de ser desintegrada, fue el propio Carl Sagan. Él formaba parte de la planificación del Proyecto A119, y él el encargado de calcular cómo se comportarían el polvo y los gases generados por semejante idea. Los datos que aportó fueron concluyentes: era una idea tan disparatada como peligrosa.

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Ahora bien, este informe desclasificado en el 2014 y publicado por «Newsweek», es para la revista Forbes algo inconcebible, porque algo así supondría que se hubiera necesitado cerca de 9.000 bombas de 15.000 kilotoneladas para poder «reventar» la Luna. Un presupuesto «desorbitado». Ahora bien, el propio director de la Nasa en aquella época, el Dr. Leonard Reiffel, ratifica estos datos.

De hecho, fue él quien filtró la noticia…

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