La ciencia avanza y con ella crece exponencialmente la industria armamentista. Tiempo atrás los combatientes luchaban con espadas y lanzas. Hoy día se emplean métodos más sofisticados como bombas nucleares, armas de largo alcance, drones espías y… el ejército de Estados Unidos planea usar, nada más y nada menos que: saltamontes antibombas.
Sí, ¡leíste bien! Hablamos del insecto que en la cultura japonesa simboliza buena suerte, ¿impresionado? Espera a leer cómo están trabajando en su nueva arma bélica con tecnología de cuatro patas.
Saltamontes antibombas: Nueva arma del ejército de EE.UU.
El ejército estadounidense financió una investigación de la Universidad de Washington, en Saint Louis, Missouri, con el curioso propósito de integrar a su equipo a saltamontes capaces de detectar bombas. Pero, ¿cómo es posible?
Principalmente, lo que más llama la atención es que hayan seleccionado a este tipo de animales para llevar a cabo un rol tan significativo. De acuerdo a una entrevista publicada en Popular Science, Baranidharam Raman, ingeniero biomédico de dicha institución y líder del proyecto, considera que el olfato de los insectos es especialmente sensible a los químicos. Por lo que “pueden detectar un leve olor de su entorno en solo unos cientos de milisegundos.”
Con el fin de desarrollar el sistema protagonizado por estas criaturas de apariencia discreta, el equipo de investigación ha recibido 750 mil dólares por cuenta de la armada de EEUU. Serán adiestradas para advertirles a soldados en áreas de alto riesgo sobre posibles amenazas, como minas antipersonas, químicos y cualquier peligro que atente contra sus vidas.
Insectos en calidad de infiltrados
En sí, los saltamontes antibombas serían infiltrados en territorio enemigo para suministrar a través de sus antenas cualquier información de utilidad, siendo su sentido del olfato la vía de comunicación. Para ello, los investigadores estipulan que dentro de tres años ya tendrán ensamblados unos dispositivos miniaturas que llevarán instalados estos insectos. Tales aparatos traducirán y transmitirán las señales neurológicas de los grillos al ejército estadounidense.
Además, los ingenieros biomédicos están estudiando algunos procedimientos que conlleven a la modificación conductual de los saltamontes antibombas. Por supuesto, ellos no podrían dirigirse por cuenta propia a realizar tareas de talla bélica. Así que es necesario un mecanismo que los oriente hacia el lugar objetivo.
Quizá este plan -ya en marcha- parezca disparatado para la mayoría. Pero según Raman, por largos años han intentado imitar el sentido del olfato animal mediante la ciencia, sin mayores sobresaltos. Pues estos sistemas tecnológicos son imprecisos en comparación con el poderoso sentido sensorial de los animales.
«¿Por qué reinventar la rueda? ¿Por qué no aprovechar la ventaja de una solución biológica?»
Esto es novedoso, ya que generalmente son los perros son quienes reciben asignaciones de este estilo. Por décadas han sido grandes aliados para la seguridad de distintas naciones.
No es una novedad para nadie que la capacidad canina para captar olores es de otro mundo. Y, claro, son inteligentísimos. Están en aeropuertos, enfrentamientos, servicios de rescates y en otras áreas por nombrar. Tanto así que hasta los nazis intentaron enseñar a los perros a hablar para ganar la Segunda Guerra Mundial.
Pero, ¿quién sospecharía de un insecto? Probablemente pasaría desapercibido a efectos de su tamaño. Y si no fuera el caso, ¿el bando enemigo imaginaría que se trata de un saltamontes antibombas? Ni en la más profunda paranoia se acercarían a semejantes suposiciones.
¿Tú qué crees? ¿Será efectivo que el ejército de Estados Unidos trabaje con saltamontes antibombas? ¡Cuéntanos tu opinión!. Y si te gustó el artículo visita también: 6 extrañas armas de la Antigüedad. Aterradoras ¡Seguro más desafiantes que los saltamontes infiltrados!