Uno de los lugares más extraordinarios del mundo es la Gran Barrera de Coral de Australia. Un hábitat natural declarado Patrimonio de la Humanidad y en el que se han documentado más de 600 tipos de coral, miles de variedades de peces, más de 30 especies de ballenas y delfines y cientos de variedades de rayas y tiburones.
Pero no todo es idílico en la Gran Barrera de Coral, el calentamiento global ha conllevado un incremento de la temperatura del agua del mar y el blanqueamiento de los corales y su consiguiente muerte. La pregunta que se plantean los científicos es si es posible la recuperación de esta maravilla de la Naturaleza.
¿Se recuperará algún día la barrera de Coral?
Los daños causados por el blanqueamiento de la barrera de coral han supuesto que un 35% de los corales hayan muerto o estén moribundos a lo largo de las secciones del norte y centro del arrecife al norte de Townsville.
Los científicos efectuaron un estudio sobre 84 arrecifes de coral dentro de los 1.300 kilómetros que separan Townsville del estrecho de Torres. Entre mediados de marzo y a mediados de abril de 2016, se contó el número de colonias de coral que muertas o en proceso de muerte y con distintos tonos de blanco: de completamente blanco a parcialmente blanco, así como los corales y otros organismos que viven en cada uno de los arrecifes.
Los corales fallecidos se distinguen no sólo por estar blancos, sino a la fina capa de algas de color marrón verdoso que las acaban recubriendo y oscureciendo poco a poco el esqueleto, signo evidente de que el coral lleva muerto mucho tiempo.
La observación permitió descubrir que los colores completamente blanqueados tienen ya muy pocas probabilidades de recuperación, pues al blanquearse por completo pierden todas sus algas simbióticas y las posibilidades de que vuelven se reduce muchísimo. En cambio, los corales que han blanqueado de forma parcial mantienen aún parte de sus algas y éstas pueden volver, siendo segura su recuperación.
En la sección central del arrecife, se estima que morirá un 5% de las colonias de coral, mientras en la zona más septentrional del arrecife, al norte de Cooktown, más de la mitad de las colonias de coral han muerto. Algo mucho más preocupante si consideramos que se ha descubierto que el proceso de blanqueamiento y muerte de los corales es ahora mucho más rápido, mientras el proceso de recuperación lleva décadas. Así, colonias severamente blanqueadas en el año 1998 aún no se han recuperado.
Además, existen otros factores que repercuten negativamente en la recuperación de la Gran Barrera de Coral. Así, las corrientes oceánicas son cruciales para la recuperación de un arrecife ya que ayudan a transportar las larvas de coral que repueblan los arrecifes, pero la corriente comienza su desplazamiento hacia el sur más al norte de Townsville, zona más afectada por el blanqueamiento. Asimismo, la producción de larvas también se reduce en los corales afectados, siendo mucho menor el aporte y la capacidad de recuperación.
Los factores que ayudarían a un recuperación más rápida serían la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de una mejora de la calidad del agua y el control de los brotes de las estrellas de mar corona de espinas. Por otra parte, la repoblación artificial de los arrecifes sólo es factible para sitios específicos de un pequeño arrecife, no siendo viable para la conservación de los 2.300 kilómetros de la Gran Barrera de Coral.
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