¿Quieres ser un buen orador? Hoy en día, saber expresar nuestras ideas y comunicarnos adecuadamente es fundamental en muchas áreas de nuestra vida. Descubre las claves que usan los grandes oradores y empieza a aplicarlas ahora mismo.
¿Cómo ser un buen orador? La ciencia descifra sus secretos
Noah Zandan es fundador y CEO de Quantified Communicationes, una de las primeras plataformas analíticas para medir, evaluar y mejorar las habilidades de los ejecutivos corporativos, ¿suena interesante, verdad?
Para recolectar la información necesaria, Zandan y su equipo, analizaron más de 100.000 presentaciones de ejecutivos corporativos, oradores y políticos; su comportamiento, las elecciones de letras en sus presentaciones, sus gestos faciales y el lenguaje corporal que usan con mayor frecuencia.
De este estudio, se sacaron algunas conclusiones sobre las claves del éxito en la oratoria de las personas analizadas. A continuación los elementos vitales de la comunicación:
Parte verbal
Las palabras que usas al hablar o que están escritas en tus presentaciones son muy importantes, pueden aumentar o disminuir tu credibilidad. Debes tener muy en cuenta el público al que te diriges y el contexto en el que te encuentras. Lo mejor es definir algunos términos que pueden ser confusos para la audiencia desde el principio.
Algo que debes evitar, son frases como “yo pienso”, “yo creo”, “yo siento”, pues pueden ser útiles en la comunicación interpersonal pero no si te diriges a un público, ya que eso puede reducir tu credibilidad.
Finalmente recuerda ser conciso y claro con lo que dices, no des vueltas alrededor de la misma idea, ya que esto solo hará que los demás se confundan.
Parte vocal
Comprende el volumen, la velocidad y el ritmo. ¿Quién quiere escuchar una voz monótona? Si quieres ser un buen orador, debes ser consciente de que tu voz es como instrumento de viento; puedes hacerla más fuerte, más suave, rápida o lenta, y esos cambios son los que atraen más a la gente.
Está comprobado que un incremento del 10% en el tono de la voz, tiene un impacto significativo sobre la atención de la audiencia y es más probable que el mensaje sea retenido. Si estás hablando por ejemplo sobre algo “grande”, busca decirlo de una forma “grande” también.
Procura hacer buenas pausas para respirar correctamente y evita hacer uso de palabras excesivas. Estas “muletillas” como “um” o “uh” distraen al público, y dispersan la concentración, además que harán que parezca que estás nervioso o confundido y que no dominas el tema.
Parte visual
¿Cómo se mueve tu cuerpo? El 83% del aprendizaje humano ocurre visualmente; los gestos, el contacto visual y la postura que adoptas son fundamentales en el momento de dar tu discurso. Estos elementos muestran la familiaridad que posees en el tema y permiten que la percepción que des, sea la correcta.
Estés de pie o sentado, tu postura debe ser equilibrada, recta pero no rígida, esto realmente te ayuda a que inspires más seguridad y que tú mismo te sientas más confiado, pues liberas neuroquímicos que disminuyen las hormonas que producen ansiedad.
El contacto visual es otro punto clave; es lo que te conecta con los demás, no tengas miedo de mirar a las personas a los ojos cuando les hables.
Elementos vitales
Algo que no te puede faltar si quieres ser un buen orador es la autenticidad. Debes demostrar que eres auténtico y eso te ayudará a ser más persuasivo. Demuestra tu pasión al hablar, tu energía, debes hablar de algo que te apasione; así lograrás transmitirlo a otros.
Puedes contar historias de cómo has logrado conocer tan bien el tema, de cómo has adquirido todo ese conocimiento y los problemas que has superado. Debes demostrar liderazgo y ganas por querer transmitir información valiosa y útil para los demás.
Ya conoces algunas de las claves para ser un buen orador, así que la próxima vez que vayas a dar un discurso pon en práctica esta información; repasa y grábate cuando lo hagas para ver tus falencias y poder corregirlas. Recuerda que siempre se puede mejorar en todo con la práctica. ¡Así que manos a la obra!
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