Dragones… esas criaturas míticas con piel escamosa y de imponente tamaño, que existen solo en mitologías, libros y películas. Tan aterradores como cautivadores. En la cultura oriental y europea los retratan en figuritas y esculturas de gran belleza. Personifican la masculinidad y se les concede el atributo de controlar la lluvia, además de expeler intensas llamaradas a través de sus gargantas.
¿Sabías que a esta maravillosa criatura la componen partes de nueve animales diferentes? Tiene ojos de langosta, nariz de perro, melena de león, garras de águila, cola de serpiente, cuernos de ciervo, morro de buey, escamas de pez, bigotes de bagre… Aunque los murciélagos pudieran ser un décimo componente, ya que tradicionalmente sus alas son ilustradas similares a las de estos mamíferos placentarios.
En el caso hipotético de ser reales, te has preguntado: ¿cómo lanzarían fuego los dragones sin abrasarse? Te proponemos una teoría interesante.
Si existieran, ¿cómo lanzarían fuego los dragones sin abrasarse?
En la Enciclopedia de los Monstruos, el escritor Daniel E. Cohen plantea que la habilidad de expulsar fuego de estas criaturas míticas pudo habérsele otorgado en inspiración a las cobras que escupen veneno. Tal vez la misma conexión tradicional que relaciona a las serpientes con los dragones sugiere esta explicación.
Pero en la naturaleza, existen especies con más cercanía a los dragones en cuanto a esta habilidad, como es el escarabajo bombardero, que es capaz de disparar salivazos compuestos por una mezcla de químicos con altísimas temperaturas que resguardan en su interior.
Está claro que los escarabajos bombarderos no expelen fuego, pero de esta clase de animales podemos extraer un poco de información, al entender los procesos naturales que originan estos disparos de fluidos tan peligrosos para los insectos, y desenmarañar cómo lanzarían fuego los dragones sin abrasarse.
Ahora bien, imaginemos al dragón heráldico. Ésa criatura legendaria, de menor tamaño que los dragones tradicionales, con cuerpo reptiliano, cola de púas, que anda en dos patas y tiene aliento inflamable. Si figuramos cómo lanzarían fuego los dragones sin incinerarse a sí mismo, tenemos que en su cuerpo se produciría el siguiente fascinante proceso:
- Sus riñones sintetizarían una enzima reactiva que se trasladaría hacia el estómago.
- La enzima se conjugaría con los jugos gástricos y el resultado sería una mezcla inflamable y ácida.
- El dragón sufriría arcadas que harían viajar la mezcla a unas bolsas situadas en ambos lados de su garganta. Se almacenarían ahí.
- Al contraer los músculos del cuello, ejercería presión en estas bolsas y expulsaría una cantidad de dióxido de carbono por la tráquea.
- Imagina el escenario como cuando accionamos un aerosol inflamable y lo activamos con fuego. Así ocurriría con el fluido al tener contacto con el oxígeno del aire que lo haría inflamarse. De esta manera, suponemos que los dragones lanzarían fuego sin quemarse. ¿Qué te parece?, ¿es convincente?
Por ser criaturas que forman parte del infinito mundo de la imaginación, tanto la pregunta como la teoría que aquí planteamos podrían percibirse como extravagantes. Sin embargo, es interesante buscarle la «quinta pata al gato», una necesidad innata en la comunidad Supercuriosa, ¿verdad?. Además, así ejercitamos el hemisferio derecho del cerebro, el que se ha relacionado con la creatividad. ¿Se te ocurre otra forma que explique cómo lanzarían fuego los dragones sin abrasarse? ¡Compártela con nosotros!
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