Seguro que en algún momento de tu vida has sufrido de alguna dolencia emocional tan fuerte, te has sentido te has triste, que para expresarlo has llegado a decir que tienes el corazón roto. No obstante, se trata de un síndrome real que ha llegado a ser considerada como una de las enfermedades cardíacas más preocupantes de la actualidad. En Supercurioso nos hemos puesto a investigar todo lo que necesitas saber sobre esta particular patología y así poder reconocer el síndrome del corazón roto, cuyas consecuencias pueden llegar a ser preocupantes.

Cómo reconocer el síndrome del corazón roto

Cómo reconocer el síndrome del corazón roto

De hecho, el síndrome del corazón roto puede llegar a ser tan grave y letal como un infarto, aunque tiene la particularidad de presentarse, en la mayoría de los casos, en las mujeres. Por suerte, este síndrome no suele ser tan letal ni presentarse con tanta frecuencia, lo que no quiere decir que no debamos preocuparnos por él. Al contrario: siempre es bueno mantenerse bien informado respecto a las enfermedades que podrían afectarnos, si bien no ahorita, más adelante. Esto es sacarle ventaja a la vida, ya que mantener una salud y una rutina adecuada nos ayudará a llegar más lejos y en mejores condiciones.

1. Qué es el síndrome del corazón roto

Hay que empezar por el comienzo: respondiendo a qué es el síndrome del corazón roto. Como hemos mencionado, se trata de una enfermedad descubierta recientemente, por lo que es todavía algo dificultoso encontrar información al respecto. El término fue acuñado en los años noventa y, aunque no está completamente descrito, se trata en realidad de un tipo de miocardiopatía muy particular que llega a deformar incluso el ventrículo izquierdo de nuestro corazón.

La primera vez que se describió este problema fue en Japón, de ahí que se le llame también «Miocardiopatía de Takotsubo», debido a que el corazón presenta cierto abultamiento en el ventrículo izquierdo, recordando mucho en la forma a una especie de trampas que utilizan los pescadores en Japón para atrapar pulpos (takotsubos). Más tarde, la revista «American Journal of Cardioloy», describió en el 2009 un poco más este problema, llegando a la conclusión que se trata de un tipo de angiografía coronaria, donde, a pesar de no existir ningún tipo de obstrucción, sí que hay una pequeña disfunción en el corazón, justo en esa parte ventricular izquierda. De ahí que se le suela asociar mucho con el infarto, de quien podríamos decir que este síndrome es hermano o, cuando menos, primo.

2. ¿Por qué se nos rompe el corazón?

¿Por qué se nos rompe el corazón?

Su nombre parece aclarar bastante las cosas al respecto, y es que este síndrome del corazón roto se encuentra asociado casi siempre a un gran impacto emocional que recibe la persona que lo padece. Un ejemplo: recientemente se registró en Estados Unidos la muerte de una señora mayor que sufrió un gran impacto emocional cuando unos ladrones fueron a robar hasta su casa. Sí, este síndrome viene muy asociado a altos niveles de estrés, emociones negativas e incluso malas relaciones afectivas que ocasionan al final unos síntomas muy parecidos a un ataque cardíaco. Si bien el índice de mortalidad es muy bajo en este tipo de dolencia, la sensación física es casi la misma y, lo que es peor, aparece una pequeña lesión en el corazón muy característica.

Los síntomas, como decimos, aparecen de pronto pareciéndose mucho a un ataque cardíaco ordinario, pero no lo es. Generalmente tiene muy buen pronóstico y los pacientes pueden hacer vida normal tras el tratamiento, no obstante, los cardiólogos nos avisan que está sucediéndose cada vez con más frecuencia. ¿La razón? Parece que las personas afrontamos los problemas emocionales con mayor dificultad. Las separaciones, las desilusiones, los desengaños emocionales son siempre esas heridas internas que nos empeñamos en ocultar, en disimular intentando hacer una vida normal, «como si no pasara nada».

Pero pasa, desde luego que pasa. El amor duele, el vacío duele y no podemos girar el rostro a los problemas. Es importante que intentemos ahondar en dichas emociones para resolverlas y, simplemente, avanzar. De no hacerlo, el estrés se acabará acumulando en nuestro interior como una locomotora a toda velocidad hasta que finalmente… se nos rompa el corazón. Otra de las causas asociadas con el síndrome del corazón roto es el agotamiento emocional, el cual vamos naturalizando a través de nuestra vida y que termina por pasarnos factura de una manera u otra. Algunos de los escenarios que pueden facilitar el surgimiento de este síndrome son: muerte inesperada de un ser querido, un diagnóstico médico de mal pronóstico, maltrato doméstico, perder o ganar mucho dinero, discusiones fuertes y constantes, sorpresa inesperada que implique un fuerte efecto emocional, perder el empleo, un divorcio o separación de una persona amada, ataque de asma grave o un accidente o un traumatismo.

Por supuesto, todo esto variará en función de la persona y de las conexiones emocionales que esta haya desarrollado durante su vida, así como de su madurez emocional para afrontar dichas emociones. Por lo tanto, es bueno aprender a reconocer cuándo estamos en espacios que no nos gustan, o cuándo estamos pasando por un proceso que, más que evitar, debemos afrontar y superar para mantenernos en condiciones óptimas.

3. Síntomas de esta curiosa enfermedad

Es muy importante vivir de manera que podamos evitar las dolencias cardíacas, pues estas son una de las enfermedades más letales en adultos y ancianos. Es por eso que es importante aprender a identificar las causas de estos síndromes, pero también es necesario identificar los síntomas de manera que podamos reconocer el síndrome cuando lo tengamos frente a nosotros, ya sea porque nos está afectando o porque alguien cercano a nosotros lo padece.

Entre los diversos síntomas que esta patología puede generar, los más frecuentes son:

  • Dolor torácico similar al que presentan los pacientes con infarto.
  • Falta de aire.
  • Pérdida del conocimiento,
  • Ligero paro cardíaco (en casos extremos).

Como puedes ver, los síntomas son muy similares a los de un infarto, sin embargo hay que aclarar que el síndrome de corazón roto tiene dos grandes diferencias: la primera es que se manifiesta, en su mayoría, en mujeres. Y la segunda diferencia es que este síndrome no es tan mortal como el infarto, ya que da un rango de acción y de recuperación mucho mayor, lo que no quiere decir que debamos confiarnos.

4. Cómo reconocer y evitar este síndrome

Síndrome del corazón roto, cómo evitar y reconocer este síndrome

A pesar de haber dado un repaso a sus síntomas, hay otros datos que pueden ayudar a reconocerlo con mucha mayor facilidad, así como otros que te ayudarán a evitar este síndrome. Por ejemplo, es bueno saber que el paciente estándar de este síndrome suele ser una mujer entre los 60 y los 75 años de edad, y con poco riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, pero que atraviesa por un episodio de estrés inesperado o prolongado. Este estrés puede ser tanto físico como psíquico, y como vimos más arriba suele estar asociado a la muerte de un ser querido, el distanciamiento de un ser amado o cualquier otra circunstancia que afecte profundamente al individuo afectado por el síndrome del corazón roto.

Aunque se ha investigado bastante al respecto, se desconoce la razón por la cual es tan frecuente entre las mujeres. Por suerte, no se trata de una enfermedad letal, o al menos no lo es usualmente, y la recuperación suele tardar solo unos tres o cuatro días. Aunque quede el susto. Pero, ¿cómo evitar el síndrome del corazón roto? Si bien para el infarto hay muchas recomendaciones, como llevar una vida activa, evitar el cigarrillo y hacer ejercicios, casi cualquier persona está expuesta al síndrome del corazón roto, ya que no tienes que tener alto riesgo cardiovascular para padecerlo. ¿La mejor recomendación? Cultivar una buena inteligencia emocional, meditar, y afrontar con calma los problemas de la vida cotidiana, de esa manera el riesgo de padecerlo será mucho menor.

¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre el síndrome del corazón roto? ¿Lo conocías? ¿Alguna vez has conocido a alguien que lo haya padecido? Sin lugar a dudas se trata de una de las enfermedades más extrañas, ¿no? Déjanos todas tus opiniones al respecto en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!