¿Qué opinas de Pesadilla Antes de Navidad? Aquella película que casi que por tradición vemos todos los años en diciembre… y es que este es un mes de muchos preparativos, fiestas y decoraciones, solo que en la película todo esto pasa siendo parte de Halloween. Descubre un poco más sobre Pesadilla antes de Navidad, ¡te sorprenderás!

Lo que quizás no sabías sobre Pesadilla antes de Navidad

Demasiado aterradora

Este dato sobre Pesadilla antes de Navidad seguramente podías intuirlo. Disney decidió que la película contenía características y personajes que se salían de los esquemas de su marca; eran demasiado extraños y aterradores para los niños; esqueletos, villanos desagradables, seres espeluznantes… por lo cual Pesadilla Antes de Navidad fue hecha a través de su subdivisión Touchstone Pictures.

Lo que quizás no sabías sobre Pesadilla antes de Navidad

Basada en un poema

Si hablamos sobre Pesadilla antes de Navidad su texto de origen no podía faltar. Esta película se basó en un poema de Tim Burton escrito en 1982, cuando trabajaba para Disney. Burton había comprado los derechos de la película, pero sentía que era muy extraña. Después de ser despedido y como aún tenía los derechos, convenció a Disney de sacar la película.

Henry Selick, un amigo y colega de Burton, fue el encargado de dirigirla.

El poema de Tim Burton rezaba (esta es una traducción realizada por el Equipo de Supercurioso):

Era tarde, un otoño, en la Tierra de Halloween, 

el aire estaba calmada y frío.

Contra la luna, un esqueleto estaba sentado,

solo sobre una colina.

Era alto y delgado, con una pajarita de murciélago;

su nombre era Jack Skellington.

Estaba cansado y aburrido en la Tierra de Halloween.

«Me hastía todo este horror, miedo y terror.

Estoy cansado de ser algo que altera en la noche.

Me aburren mis escalofriantes miradas,

y me duelen los pies de bailar esos bailes de esqueleto.

No me gustan las tumbas, y necesito algo nuevo.

Debe haber algo más en la vida que sólo chillar,

‘Bu!’”.

Entonces, de una tumba, con un giro y una voltereta,

apareció una espectral, quejosa y gimoteante niebla.

Era como un pequeño perro fantasma, con un débil ladrido

y una nariz como una calabaza de halloween que brillaba en la oscuridad.

Era Zero, el perro de Jack, su mejor amigo,

pero Jack apenas notó su presencia, lo que entristeció a Zero.

Toda la noche y el día siguiente,

Jack deambuló y caminó.

Estaba lleno de angustia.

Entonces, en lo más profundo del bosque, justo antes de anochecer,

Jack se topó con la visión más asombrosa.

A menos de 20 pies de donde se hallaba

había 3 grandes puertas, talladas en madera.

Ante ellas, completamente sin aliento,

si vista se posó en una puerta especial.

En trance y entusiasmado, con cierta precaución,

Jack abrió la puerta a una blanca ráfaga de viento.

¡Jack no lo sabía, pero había caído

en mitad de un lugar llamado «Ciudad Navidad»!

Inmerso en la luz, Jack no se sentía apesadumbrado.

Finalmente, había hallado la emoción que andaba buscando. 

Y para que sus amigos no lo tomaran por un mentiroso, 

cogió los calcetines llenos de regalos que colgaban junto a la chimenea.

Se llevó los caramelos y juguetes que había sobre las estanterías y

una foto de Santa Claus con sus elfos.

Cogió también las luces y decoraciones y la estrella del árbol,

y del letrero de «Ciudad Navidad», se llevó la gran letra «N». 

Se llevó todo lo que brillaba y refulgía,

incluso un puñado de nieve.

Lo cogió todo, y sin ser visto,

volvió con todo ello a Halloween. 

Se vuelta en Halloween un grupo de amigos de Jack

observaban impresionados sus souvenirs de Navidad. 

Ante esa visión para la que no estaban preparados,

la mayoría estaban emocionados, en absoluto asustados.

Durante los siguientes días, mientras caían rayos y centellas,

Jack estaba sentado solo preguntándose obsesivamente.

«¿Por qué ellos reparten risas y alegrías, 

mientras nosotros estamos atrapados en cementerios, repartiendo pánico y miedo?

¡Bueno, yo podría ser Santa Claus y podría repartir alegría!

¿Por qué él puede hacerlo año tras año?»

Encendido por la injusticia, Jack reflexionó y reflexionó.

Entonces tuvo una idea. «Sí… Sí… ¿¡Por qué no!?».  

En Ciudad Navidad, Santa estaba fabricando juguetes,

cuando en medio del ruido, oyó un suave sonido. 

Fue a la puerta y para su sorpresa,

vio a esas extrañas criaturitas con extraños disfraces.

Todas eran feas y bastante pequeñas. 

Abrieron sus sacos y sacos y gritaron: «¡Truco o trato!».

Entonces, un Santa confuso fue embutido en un saco

y llevado a Halloween para ver al cerebro del plan: Jack. 

En Halloween todos se reunieron de nuevo,

ya nunca antes habían visto a Santa

y, mientras ellos observaban con cautelas al extraño anciano,

Jack relataba a Santa su plan maestro:

«¡Querido Señor Claus, creo que es un crimen

que usted sea Santa Claus eternamente!

Ahora yo entregaré lo regalos y repartiré alegría.

Vamos a intercambiar papeles, yo seré Santa este año. 

¡Seré yo quien te felicite a ti las Navidades!

Así, tu podrás descansar en mi ataúd, hacer chirriar puertas y gritar ¡Bu!.

Y, por favor Señor Claus, no creas que es un mal plan.

Haré el trabajo de Santa lo mejor que pueda.»

Y aunque Jack y sus amigos pensaban que harían un buen trabajo,

su idea de Navidad seguía siendo bastante macabra.

Estaban listos para la Nochebuena, 

cuando Jack llamó a su reno para acercarle su trineo ataúd,

pero mientras estaba a punto de empezar la Nochebuena,

una espesa niebla de Halloween los rodeó lentamente.

Hack dijo: «No podemos marcharnos; esta niebla es demasiado espesa.

No habrá navidad y yo no podré ser Papá Noel». 

Entonces, una pequeña luz cruzó la niebla.

¿Qué podía ser? …¡Era Zero, el perro de Jack!

Jack dijo: «Zero, ¿con tu nariz tan luminosa,

podría guiar mi trineo esta noche?».

Ser necesario era el mayor sueño de Zero,

asó que feliz voló a la cabeza del equipo.

Y mientras el trineo esquelético iniciaba su fantasmal vuelo,

Jack reía: «¡Feliz Navidad a todos, y buenas noches!».

Esa fue la pesadilla antes de Navidad, y en toda la casa,

ni una criatura estuvo en paz, ni un ratón.

Los calcetines colgados con cuidado junto a la chimenea,

fueron abiertos a la mañana siguiente, ¡causando gran temor!

Los niños, tapaditos a gusto en sus camas,

tuvieron pesadillas de monstruos y cabezas de esqueleto.

La luna que colgaba sobre la nieve recién caída

era como un escalofriante paño sobre la ciudad a sus pies,

y la risa de Santa Claus ahora sonaba como gruñidos,

y las campanas tintineantes, como huesos crujiendo.

Y a los ojos curiosos apareció,

un trineo de ataúd con renos esqueleto.

¡Y un conductor esqueleto, tan feo y espeluznante,

que rápidamente supieron que aquel no era Santa Claus!

De casa en casa, y con una auténtica sensación de felicidad,

Jack alegremente entregó cada regalo y juguete.

De tejado en tejado saltó y trotó,

¡dejando regalos que parecían salidos directamente de una cripta!

Ajeno a que el mundo estaba lleno de miedo y pánico,

Jack felizmente repartía su propia clase de alegría.

Visitó a Susie y a Dave,

ellos recibieron un Gumby y un Pokey de la tumba.

Luego en casa de la pequeña Jane Neeman,

ella encontró una muñeca poseída por un demonio.

Un tren con raíles de tentáculo,

una escalofriante muñeca con un hacha, 

un hombre comiendo una planta, como decoración navideña,

y un osito de peluche vampiro, con los dientes muy afilados.

Hubo gritos de terror, pero Jack no los oía,

+estaba demasiado implicado en su propio espíritu navideño!

Jack, finalmente, miró hacia abajo desde su oscuros y estrellados miedos 

y vio la conmoción, el ruido y las luces.

«¡Mira, están celebrándolo, parece tan divertido!

Están agradeciéndome el gran trabajo que he hecho!».

Pero lo que creía que eran fuegos artificiales con la mejor de las intenciones,

era balas y misiles que intentaban matarlo.

Entonces, en medio de la oleada de guego de artillería,

Jack pidió a Zero que volará más arriba y más arriba.

Y se alejaron como alma que lleva el diablo,

hasta que los alcanzó un misil guiado. 

Y mientras caían en el cementerio, lejos de la vista de todos,

se oyó: «Feliz navidad a todos y buenas noches». 

Jack se subió a una gran cruz de piedra,

y desde allí se percató de su increíble derrota.

«Creía que podía ser Santa, tenía tanta fe». 

Hack estaba confuso y lleno de tristeza.

Sin saber a donde ir, miró hacia el cielo,

entonces se desplomó sobre la tumba y empezó allorar.

Y mientras Zero y Jack estaban tirados en el suelo,

oyeron un sonido familiar. 

«Mi querido, Jack,» -dijo Santa- «Celebro tu intento.

Y sé que provocar este debacle no era tu intención.

Y ahora estás triste y sintiéndote desesperanzado.

Pero robar la Navidad era una mala idea.

Espero que seas conscientes de que Halloween es tu lugar. 

Hay mucho más, Jack, que me gustaría decirte,

pero ahora debe darme prisa, pues casi es el día de Navidad». 

Entonces saltó a su trineo y con un guiño

dijo: «Feliz Navidad» y con la mano se despidió de ellos. 

De vuelta en casa, Jack seguía triste, pero entonces, como si fuera un sueño, 

Santa llevó la Navidad a la Tierra de Halloween.

FIN

Larga producción

Algo que te gustará saber sobre Pesadilla Antes de Navidad es que fue una película de producción bastante larga; hacer una escena de un minuto podía durar una semana, y para producir la película completa el equipo necesito tres largos años.

Lo que quizás no sabías sobre Pesadilla antes de Navidad

¿Por qué tanto tiempo? Te preguntarás, resulta que la película se basa en un concepto llamado claymotion que usa la animación stop-motion, que se realiza con figuras y no con objetos en movimiento, es decir que la producción movía las figuras y tomaba fotografías que luego se reproducían rápidamente y generaban la sensación de movimiento.

Las figuras eran de plastilina y la grabación se llevó a cabo con 24 fotogramas por segundo, es decir que tuvieron que cambiar la postura del personaje 24 veces por cada segundo de la película, ¡muchísimo trabajo!

Muchas cabezas

Jack Skellington tenía cabezas, Sally máscaras. Para el cambio de expresiones, se le crearon 400 cabezas diferentes a Jack, mientras que el personaje de Sally tenia máscaras para cada expresión, ya que su cabello era largo y era muy complicado cambiarle la cabeza a cada rato.

Lo que quizás no sabías sobre Pesadilla antes de Navidad

Jack también contaba con muchos secretos, sus ojos por ejemplo… o parpados más bien, fueron puestos dentro de las cuencas huecas de su cara, y para lograr cada parpadeo se tenían que tomar 3 o 4 fotografías.

Lucha por los ojos

Un último dato sobre Pesadilla antes de Navidad. Disney luchó por que el personaje de Jack tuviera ojos, ya que estos eran cruciales para generar una conexión con el público y, de hecho, los animadores viven bajo esta regla, pero Tim y Henry se negaron rotundamente y no aceptaron esta sugerencia… ¿Un esqueleto con ojos?

Finalmente ellos demostraron que el personaje funcionaba perfectamente en su esencia, y logró conectar con el público.

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