¿Has pensado alguna vez qué harías si no existiera la música? ¿Cómo bailarías, sentirías, expresarías o interpretarías sin este elemento tan preciado? Pues sigue leyendo esta entrada dedicada a la formación del proceso musical y como este nos define.

Somos musicales desde que nacemos

Somos seres expresivos por naturaleza, y por tanto, musicales. La música es un elemento psicosocial y cultural, que involucra a toda la sociedad. Junto con el lenguaje, es uno de los mecanismos fenotípicos más conocidos, es decir, que viene dado con nuestros genes y se desarrolla con la comunicación, mostrándose específicamente.

somos seres expresivos

La afirmación expresada anteriormente, la corrobora el Dr. Stefan Kölsch, un neurocientífico del Instituto Max-Planch, quién realizó una investigación junto a sus compañeros de equipo y llegaron a resultados tan importantes como que el cerebro humano ha desarrollado un instrumento que afina la recepción y producción de música, dejando aparte la educación al respecto que haya recibido, es decir, tanto si le llama o no la atención esta rama artística. El estudio demostraba cómo personas que nunca habían tocado un instrumento, eran capaces de procesar la información de notas musicales con mucha precisión.

La música como instrumento multifuncional

Trasladándonos a la historia de nuestros ancestros, los primeros homínidos ya mostraban indicios de expresiones musicales, ya fuera con sonidos y voces como con medios materiales realizados con piedra, madera o hueso. El proceso musical adquirió más complejidad hasta llegar a ser una herramienta polifacética para todo tipo de eventos culturales, educativos y artísticos.

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Se trata de un punto clave para que los humanos puedan identificarse, sobre todo, en las sociedades y especialmente como seres únicos.

El poder de la música es tan grande, que cualquier estado o punto psicológico en el que nos encontremos puede estar ligado a un hilo musical, un estilo, una simple nota, una canción, o un grupo.

Estirados en nuestra cama, yendo en el metro o conduciendo, tumbados en la playa, leyendo, en un bar, cocinando, etc. siempre tenemos melodía para cada ocasión y esto es lo que convierte a la música en un instrumento muy especial. Si quieres saber más sobre música, puedes echarle un vistazo a «¿Por qué la música nos transmite placer?«, en esta entrada anterior de nuestra web.