La tortuga Matamata parece más una hijita de Godzilla, el terrible lagarto japonés, que una tortuga de acuario o uno de esos seres tan sabios que se pasean por los zoos con pájaros a cuestas y la paciencia de un santo. De hecho, esta tortuga parece hacer honor a su nombre y ser una malota de las tortugas por su cuello quilométrico y grueso cual toro de lidia. Seguro que las otras tortugas no se quieren topar con la Matamata en un callejón oscuro.
Pero, de hecho, la tortuga Matamata, a pesar de su aspecto fiero, es bastante tranquilita. Es más bien grande y se la encuentra por las selvas del Amazonas en países como Bolivia, Perú o Brasil. Vive en lagos y zonas pantanosas y, aunque es un animal acuático necesita estar en lugares de poca profundidad para poder respirar. Si quieres saber más cosas interesantes sobre este animal, no pierdas lo que te traemos a continuación en Supercurioso.
Tortuga Matamata | Un animal exótico e impactante. ¡Conócelo!
1. El porqué de su extraño aspecto
Como decíamos más arriba, y como se aprecia a primera vista, la tortuga Matamata tiene un aspecto de lo más singular, con una concha espinosa y marrón, grande, y un cuello lleno de protuberancias bulbosas, así como un cuerno en la zona del morro. Su aspecto, de hecho, le ha valido ser considerada como una candidata habitual a la hora de encontrar el animal más feo del mundo.
La explicación a por qué la tortuga tiene este aspecto tan raro es muy sencilla. Debido a su carácter tranquilo y sedentario, el cuerpo de la tortuga está pensado para mimetizarse en el lugar donde vive, como ya hemos comentado, zonas selváticas y boscosas. De esta manera, el caparazón está pensado para imitar la corteza de los árboles, mientras que el cuello parece un montón de hojas y de palitos. Así, la tortuga Matamata mata (¡jaja!) dos pájaros de un tiro: pasar desapercibida tanto para las presas como para los depredadores.
Ah, y otra cosa curiosa sobre su aspecto: el cuello de la tortuga es más largo que sus vértebras. Esto es especialmente útil cuando esperan a sus presas sin hacer absolutamente nada, ya que pueden tener el cuerpo sumergido y la cabeza en la superficie para poder respirar. Además, su cabeza es tan grande que el pobre animal es incapaz de meterlo en su caparazón.
2. ¿Cómo ha dicho que se llama, señora tortuga?
Desde su descubrimiento, a finales del siglo XVIII, la tortuga Matamata ha tenido muchos nombres diferentes. Primero se llamó nariz de aguja, más tarde, cabeza de hoja… De hecho, hasta que se llegó al nombre actual se cambió de nombre la friolera de ¡catorce veces!
3. La curiosa manera de alimentarse de la tortuga Matamata
Como hemos dicho en distintas ocasiones, este tipo de tortugas tiene una vida muy sedentaria, o lo que es lo mismo, no se mueven ni para comer. Literalmente. La manera de “cazar” de la tortuga Matamata es para dejarte la boca abierta: esperar con paciencia en un lugar fresquito y tranquilo, húmedo, aunque con la cabecilla fuera para poder respirar.
Cuando se acerca un pez (la base de su dieta) la tortuga abre la boca, creando un vacío que arrastra a la presa en su interior mientras expulsa el agua. La tortuga se tiene que tragar la comida entera ya que, por la manera cómo está hecha la cabeza, no puede masticar. ¡Sería muy útil que los humanos supiéramos hacer lo mismo para no tener que abrir la nevera!
4. El cortejo de las tortugas
A la hora de conseguir una madre para sus hijos, los machos de este tipo de tortuga hacen un baile de lo más gracioso, ya que abren y cierran la boca mientras acercan la cabeza hacia ella, mueven las partes laterales del cuello y extienden las patas de atrás (como puedes imaginarte, esto supone un montón de trabajo para un animal que se pasa el día haciendo siestas). La hembra se supone que tiene que quedar encandilada.
Y si el macho consigue conquistarla, la hembra prepara un nido en una zona protegida, fresca y sonde no dé el sol directamente, donde pondrá entre una docena y una veintena de huevos (que, por cierto, son redondos y duros, a diferencia de la mayoría de las otras especies de tortugas, que son más blandos y como de piel). Luego tendrá que incubarlos unos dos-cientos días antes de que nazcan las tortuguitas. ¡Casi nada!
5. ¿Puedo tener una tortuga Matamata en cautividad?
Este tipo de tortugas son bastante populares en ciertos países para tenerlas como mascotas, ya que son muy raras, apenas se mueven y tienen una dieta asequible. Comprarla puede salir por un pico, debido a que es un animal exótico, además, aunque son algo perezosas, crecen y pueden llegar a ocupar bastante. Pero hay algo más importante todavía: no llevan bien la cautividad y pueden estresarse muy fácilmente, lo que puede llevar a problemas de salud.
Además, las tortugas Matamata también se merecen ser felices, y solo pueden serlo en el lugar donde nacieron. Por eso, es mejor dejarlas donde están, en su selva, comiendo peces y bailando de vez en cuando para ligar. Viviendo a cámara lenta, como viven ellas.
Si te ha gustado la tortuga Matamata, no te pierdas…
Si has disfrutado conociendo a la tortuga Matamata, en Supercurioso te proponemos hacer lo propio con otras criaturas la mar de fascinantes. ¿Cuál de ellas será la próxima?
- La Rata Topo: unos roedores del África Subsahariana que se caracteriza por desafiar al envejecimiento y la muerte.
- El Topo Nariz de Estrella: como su nombre indica, la nariz es su rasgo más característico. No sólo por su aspecto, sino porque además se comporta como si de dos ojos se tratara.
Como puedes ver, la tortuga Matamata es un animal, que, aunque parece muy feo a primera vista, es de lo más adorable cuando empiezas a conocerlo mejor. A nosotros nos encanta que sea tan vaga, de hecho, ¡podría ser el primo acuático de los perezosos! Cuéntanos, ¿conocías a esta rara tortuga? ¿Crees que nos hemos olvidado algo por contar de este fascinante animal? Recuerda que puedes contarnos lo que quieras en un comentario, ¡nos encantará saber qué opinas!