Hay muchos tipos de turismo, desde aquellos que se divierten visitando playas de ensueño y tostándose al sol, como aquellos que prefieren perderse por las estrechas callejuelas de una ciudad europea, como los que prefieren pasar sus días durmiendo y sus noches de fiesta loca. Finalmente, hay un tipo de turismo muy especial, que busca unos lugares con más encanto del que parece y que, desde luego, son de lo más tranquilos. En efecto, hablamos de visitar cementerios y tumbas famosas.
Muchas razones pueden atraernos hasta estos lugares, ya sea porque queremos ver la tumba famosa de alguien a quien admiramos, por curiosidad, por tranquilidad o por morbo. Seguro que, cuando hayas leído este artículo, te entrará el gusanillo por visitar alguna…
30 Tumbas famosas que son asombrosas
1. «Si tomo las alas de la mañana, y habito en las partes más extremas del mar…» Este es el epitafio que encontrarás en la tumba del primer hombre en volar solo sobre el Atlántico, Charles Lindbergh, está en un lugar privilegiado: en lo alto de un acantilado con vistas al mar, en la isla de Maui, en Hawái.
2. La tumba de Jim Morrison, en el cementerio de Père Lachaise, en París, es otra de las visitas obligadas tanto si eres fan de Morrison como del cementerio. Piérdete en sus callejones laberínticos y mira sus esculturas, mausoleos y tumbas en un ambiente tan bucólico como encantador.
3. En el cementerio de La Almudena, en Madrid, también tienen su rincón algunas personalidades famosas como la cantante Lola Flores o Francisco de Goya, el legendario pintor que ha estado enterrado hasta en tres sitios diferentes.
4. En Tennessee, no muy lejos de su casa junto al lago, puedes encontrar la tumba de Johnny Cash y de June Carter-Cash, pareja sentimental y profesional, y uno de los primeros dúos de country de los Estados Unidos.
5. Repetimos en el cementerio Père – Lachase, en el que también podemos encontrar la tumba de Oscar Wilde. Muchos de sus visitantes la decoraban con un beso con pintalabios, con lo que se levantó una barrera de vidrio para evitar muestras de cariño indeseadas.
6. En otro cementerio cercano, en este caso el de Luarca, en Asturias, podemos encontrar la tumba del premio Nobel español Severo Ochoa. Desde luego su situación, frente al enfurecio Atlántico, es inmejorable.
7. La tumba de Syvia Plath en el cementerio de Saint Thomas, en Inglaterra, es una tumba sencilla pero controvertida al contener el nombre de la poeta el apellido de su marido, el también poeta Ted Hughes.
8. El cementerio de las estrellas, en Hollywood (como no podía ser de otra manera) contiene tumbas como las de la inmortal Betty Davis, con un epitafio que solo podía ser suyo: “Lo hizo de la manera difícil”. En este cementerio también descansan otros famosos como Walt Disney o Elizabeth Taylor.
9. En Buenos aires, en La Recoleta, hay un cementerio majestuoso y con aires clásicos que contiene las tumbas de algunas grandes personalidades argentinas, como Eva Perón.
10. En Père – Lachaise también descansa el famoso compositor Frederic Chopin. Su tumba es de una gran belleza y mucho más clásica que otras de este post, ya que contiene una escultura de Euterpe, la musa de la música.
11. Bruce Lee está enterrado en un cementerio de Seattle, en una tumba con una sencilla lápida roja y un solo logro: “fundador del Jeet Kune Do”.
12. En la Abadía de Westmister yace uno de los mejores científicos de todos los tiempos, Isaac Newton, con una sencilla lápida con una inscripción en latín: “Superó el conocimiento del hombre”.
13. Emily Dickinson, una de las mejores poetas de todos los tiempos, tiene una preciosa lápida de color claro y de diseño muy minimalista en Amherst, donde pasó toda su vida.
14. Otra tumba muy famosa es la que está en Graceland, la gigantesca mansión de Elvis. La historia, sin embargo, es triste: aunque al principio él y su madre descansaban en otro cementerio, tuvieron que ser trasladados por la manipulación constante de la tumba.
15. Mary Jane Kelly, la última de las víctimas de Jack el Destripador, está enterrada en Londres. Aunque en su día no se encontró a nadie de su familia que asistiera al funeral, hoy en día aún hay gente que lleva flores a su tumba.
16. En Los Ángeles, además de poder visitar la tumba de muchísimos famosos, puedes visitar una menos conocida, pero con un punto ácido y divertido: la tumba de Mel Blanc, doblador de los Looney Tunes, en cuya lápida pone, simplemente, “Eso es todo, amigos”.
17. Mark Twain, otro escritor mítico, autor de Las aventuras de Tom Sawyer, está enterrado en un cementerio en Nueva York. El cementerio, en Woodland, también tiene su propia historia, ya que antiguamente fue un campo de prisioneros confederados.
18. Al morir John Lennon, sus cenizas se esparcieron por Central Park, pero, por suerte, puedes visitar un psicodélico monumento en su honor, “Imagine”.
19. El legendario Jimi Hendrix está enterrado en Seattle y tiene una tumba algo barroca: una glorieta con fotos suyas talladas en la roca y citas de sus canciones. Es común no encontrar solo flores que han dejado sus fans, sino también púas de guitarra.
20. Haciendo honor a su fama, un festival de música se congrega en el lugar de descanso de Bob Marley, el 6 de febrero, para recordar al músico, que murió de forma prematura cuando solo tenía 36 años.
21. East Highgate, en Inglaterra, acoge la tumba del filósofo alemán Karl Marx. Lo más curioso (y aterrador, a según que horas) es el enorme busto que preside el obelisco que marca su lugar de descanso.
22. Marilyn Monroe yace en una tumba muy sencilla en Los Ángeles y, como en otros casos, es habitual que sus seguidores dejen ramos de flores y pintalabios. Dicen que, al morir, Hugh Hefner, el fundador de Playboy, consiguió que lo enterraran junto a ella al comprar la lápida de al lado.
23. La actriz y cantante Estrellita Castro esté enterrada en La Almudena de Madrid, y dicen que su último deseo fue que la enterraran con el caracolillo de la frente bien arreglado.
24. Louisa May Alcott, la autora de Mujercitas, está enterrada en un pintoresco cementerio en Sleepy Hollow, cerca de Boston. La lápida de Alcott es muy sencilla, pero no por ello menos bonita.
25. Shakespeare está enterrado en el que (se dice) fue su pueblo natal, en Stratford-upon-Avon. Su epitafio intenta disuadir a los ladrones de tumba con gracia: “bendito el hombre que no mueva estas piedras y maldito el hombre que mueva mis huesos”.
26. En Ketchum, Idaho, podemos encontrar la tumba de Ernest Hemigway, una lápida tan limpia y sencilla como su prosa. En su honor, sus fans le dejan botellas de alcohol como ofrecimiento.
27. Sinatra, el mayor cantante de jazz de todos los tiempos, está enterrado bastante discretamente en un cementerio de California. Su epitafio es un contundente: “Lo mejor está por venir”.
28. En Indiana podemos encontrar otra tumba de uno de los actores más importantes de todos los tiempos, James Dean, que murió en un trágico accidente de coche (se dice que el coche está maldito, pero eso ya es otra historia).
29. Aunque el nombre de John Wilkes Booth no te suene, seguro que lo conoces: fue el actor que asesinó a Lincoln. Booth está enterrado en Baltimore (Maryland) y los que visitan su tumba acostumbran a dejar centavos con el perfil de Lincoln como tributo.
30. Tal vez una de las tumbas de más difícil acceso, la de la princesa Diana, en Inglaterra, solo se abre al público una vez al año.
Esperamos que te haya gustado este artículo sobre tumbas famosas y que te hayan dado ganas de visitar algunas, aunque en algún caso sea difícil. Cuéntanos, ¿has estado en alguna de estas tumbas? ¿A cuál te gustaría ir? ¡Recuerda que puedes contarnos lo que quieras en los comentarios!