El ser humano ha presentado desde siempre comportamientos sexuales “normales” y no tan normales. Lo que se define como parafilia –un patrón en el que la fuente de placer no radica en la cópula sino en alguna otra actividad o cosa que la acompaña– es, precisamente, ese comportamiento “extraño” que produce la excitación. Fetichismos, manías, preferencias por prendas… cualquier cosa es válida para sentir placer. Incluso las lágrimas.
Ver llorar a alguien… ¿puede excitarte?
El doctor Mark Griffiths, director de la Unidad de Investigación Internacional del Juego en la División de Psicología de la Universidad de Nottingham, Gran Bretaña, ha publicado numerosos artículos donde se explaya en la definición de una parafilia más común de lo que se cree, la dacrifilia o dacrilagnia.
Este desorden psicosexual consiste en que quien lo padece sólo es capaz de excitarse sexualmente con las lágrimas de la pareja. Si bien tradicionalmente es asociada a una forma de sadismo e implícitamente indica la presencia potencial de masoquismo dacrifílico, Griffiths amplía la definición y presenta la dacrilagnia como una posible extensión del comportamiento humano normativo hacia el llanto, es decir, una extensión del deseo de consolar y atender a quien llora.
Para ello, se dirigió a foros online de dacrifílicos, lo cual le reportó una interesantísima información; a grandes rasgos pudo determinar dos diferentes tipos que coexisten dentro de la comunidad dacrifílica, los de intereses dacrifílicos sádicos y los intereses dacrifílicos voyeristas, y eso, a su vez, generó al menos tres dicotomías:
- Intereses dacrifílicos sadomasoquistas vs intereses dacrifílicos emocionales;
- Intereses dacrifílicos sádicos vs intereses dacrifílicos masoquistas;
- Individuos que participan activamente en la dacrifilia vs individuos que participan pasivamente.
El posible contraste entre las inclinaciones sadomasoquistas y emocionales de la dacrifilia es de particular interés, pues ambos polos ocupan aspectos diferentes y casi opuestos en la experiencia sexual humana. Además, la existencia potencial de sadismo y masoquismo, e intereses pasivos y activos en la dacrifilia, sugiere que es un comportamiento sexual no normativo con suficiente variedad como para abordar un estudio más particular.
Sobre todo porque si se considera este “desorden sexual” como una extensión del comportamiento humano hacia el llanto, se puede plantear la pregunta de por qué algunos individuos logran excitarse sexualmente con las lágrimas.
En vista de ello, se propuso hacer otro estudio junto a su colega Richard Greenhill, compuesto por entrevistas online a 8 personas (6 mujeres y 2 hombres), de edades comprendidas entre los 20 y los 50 años, 5 de ellos norteamericanos y los otros 3 de Reino Unido, Rumania y Bélgica. Los participantes fueron “reclutados” a través de un foro específico de dacrifilia (CryingLovers), otro fetichista en general (FetLife) y un tercer foro BDSM (collarchat.com).
Si bien este estudio es insuficiente, y el primero en su género, da sin embargo pie para diversas conclusiones, tentativas, por supuesto. Se identificaron tres áreas temáticas de dacrifilia:
- Compasión,
- Dominación/sumisión
- Labios curvados o crispados.
La mitad de los participantes, todas mujeres, expresaron su dacrifilia principalmente a través de la compasión, lo cual significa que disfrutaban o se excitaban consolando. En este tema, el psicólogo identificó 4 subtipos dentro de la dacrifilia compasiva: la dacrifilia como consuelo; un despertar de sentimientos negativos (dacrifilia sadomasoquista); la dacrifilia vista como un deber; y subversión de la sociedad o normas de género.
Para 3 de estas mujeres, la idea de la dacrifilia como acción consoladora forma parte importante de su identidad dacrifílica.
Tres de los otros participantes (2 mujeres sumisas y un hombre dominante) expresaron su trastorno principalmente a través de dominación/sumisión, significando esto que se excitaban llorando (en individuos sumisos en actos consentidos) o haciendo llorar. Aunque este tipo de dacrifilia a menudo se caracteriza como sadomasoquista, una manera más acertada de definirla es a través de la dominación/sumisión, y se identificaron 2 subtipos: dolor emocional y físico; y lágrimas y llanto como un componente secundario de la dominación/sumisión. Todos los que se identificaron con estos intereses disfrutaban tanto con el dolor físico como con el emocional.
El último participante, hombre, no expresó ni intereses de compasión o dominación/sumisión. Él manifestó su dacrifilia principalmente con su atracción por el gesto de los labios al llorar, excitándose con los labios crispados o curvados de la pareja mientras lloraba. Aquí los investigadores consiguieron una rareza.
Como ya se mencionó, lo pequeño de la muestra (apenas 8 personas) no indica las experiencias de otros individuos dacrifílicos y puede mostrar cierto prejuicio de género o cultural. Obviamente un estudio de mayor envergadura se hace necesario, aunque el hecho de haber encontrado tres tipos distintos de dacrifilia en tan sólo 8 personas sugiere que sí hay subtipos bien definidos del trastorno.
Particularmente, parece haber una diferencia marcada entre aquellos que experimentan excitación sexual a través de la compasión, y aquellos que se excitan con comportamientos de dominación/sumisión.
¿Conocías la dacrifilia? ¿Qué otros tipos de parafilia conoces? Compártelo con nosotros, y quédate leyendo el origen de la palabra Masoquismo.