Te encuentras en un lugar público, un salón de clases, el pasillo de un centro comercial o en un bar, y de golpe alguien cae a tu lado con convulsiones, producto de un ataque de epilepsia o algún mal similar, y no faltará alguien que grite, con tono experto: “¡Pónganle algo en la boca para que no se trague la lengua!”.

Muchos hemos vivido una situación similar y a todos nos ha parecido que el consejo tenía sentido. Pues no, y en Supercurioso te explicaremos por qué.

¿De verdad podrías tragarte la lengua?

La verdad es que está completamente contraindicado meter un objeto en la boca de una persona cuando está convulsionando, porque de esta manera puedes provocar heridas internas, romperle un diente u obstruir las vías respiratorias. Y en realidad no hay manera de que la víctima se trague la lengua, porque tal cosa no es físicamente posible.

La lengua es un órgano en el que intervienen músculos, estructuras óseas (a pesar de ser apodada como la “sin hueso”), terminaciones nerviosas, papilas gustativas y glándulas salivales, sujeto al suelo de la boca por el frenillo de la lengua (frenillo linguae), una membrana mucosa que va desde la encía hasta la base de la lengua, y que entre otras funciones se ocupa de mantener la lengua en una posición adecuada, sin importar qué esté haciendo el resto del cuerpo.

A ambos lados del frenillo se encuentran los conductos de Wharton y un poco más atrás los conductos de Bartolini, orificios de saliva de las glándulas salivales. A veces esta pieza que da estabilidad a la lengua es muy corta y ocasiona problemas: dificulta en los niños la lactancia, el aprendizaje del habla y la pronunciación de algunos sonidos, produciendo el fenómeno conocido en Hispanoamérica como “lengua de trapo” o “lengua mocha”.

¿De verdad podrías tragarte la lengua?

En estos casos, cuando la lengua se encuentra muy pegada al suelo de la boca por un frenillo lingual corto, se habla de anquiloglosia, y es posible resolverlo con una pequeña intervención quirúrgica, conocida como frenotomía, o en casos menos graves, con terapia de lenguaje.

Retomando el tema inicial, ¿todavía crees que podrías tragarte la lengua? Tal vez sí, siempre y cuando se trate de la lengua de otros, de tu novia o novio; o podría ser la tuya, si fueses un delator descubierto por los narcotraficantes. Te harían tragar tu lengua, o te la pondrían de corbata. Terrible, pero de cualquier otra manera es imposible.

Te recomendamos leer estos datos curiosos sobre la lengua para que tengas más idea de lo que hablamos.