Llamamos «posesión» al sentimiento o la certeza de que un cuerpo ha sido ocupado por un espíritu o demonio maligno y que sólo podrá ser expulsado a través de técnicas religiosas o chamánicas, como el exorcismo.
En la cultura occidental, y sobre todo en el siglo XX, el tema de las posesiones ha provocado un interés sostenido que se nota por el número de novelas y filmes dedicados al tema, desde clásicos como El Exorcista hasta películas más recientes como El Rito o Líbranos del mal. Algunas de estas películas se han basado en casos de posesión real, descritos en otros artículos de Supercurioso, pero en éste queremos contarte de 5 casos menos conocidos, aunque igual de perturbadores.
5 casos de POSESIÓN muy perturbadores
1. Uno de los casos más famosos de posesión y exorcismo en Inglaterra fue el de George Lukins, acaecido en 1778 en el condado de Somerset. Lukins dijo estar poseído por 7 demonios y los que lo conocían atestiguaron su comportamiento extremadamente violento y algunas extrañas habilidades, como la de recitar oraciones e himnos religiosos, como el Te Deum, en forma invertida.
Lukins fue llevado primero a un hospital, de donde debieron llevárselo por su peligrosidad, y finalmente fue exorcizado por siete sacerdotes anglicanos. En su época este caso despertó una fuerte polémica y hubo quienes acusaron a Lukins de haber simulado la posesión.
2. Clara Germana Cele era una estudiante de la misión cristiana de San Miguel, en Natal, Suráfrica. Tenía apenas 16 años en 1906, cuando comenzó a manifestar poderes extraños, como leer la mente de sus compañeras y levitar.
Cuentan que daba unos aullidos bestiales y que las monjas solicitaron ayuda a dos sacerdotes luego de haber sido diagnosticada como posesa, y que procedieron a exorcizarla. El exorcismo duró dos días, en los cuales uno de los sacerdotes casi pierde la vida cuando Clara trató de estrangularlo con su estola; 170 personas la vieron levitar y finalmente los espíritus malignos fueron expulsados de su cuerpo y la joven salvada.
3. Otro caso notable de posesión fue el de Anne Ecklund, en Earling, Iowa, en 1912. Anne tenía 14 años cuando comenzó a mostrar signos de estar poseída: la muchacha pasó de ser una católica devota a una persona obscena, de palabra y de obra, y que ya no podía entrar de nuevo a su iglesia. Aparentemente esto se debía a la influencia de su padre y de su tía, practicantes de la brujería, quienes revirtieron al menos dos exorcismos realizados en Anne y que habían tenido un resultado exitoso.
Dieciséis años después, en 1928, Anne volvió a pedir ayuda a la iglesia y fue llevada a un convento donde se le sometió a un exorcismo de 23 días en el que habló en lenguas extranjeras, reveló secretos de las monjas y hasta levitó. Finalmente, tras tres rituales completos de exorcismo fue liberada de los demonios que la habían atormentado desde la adolescencia.
4. El último exorcismo realizado por la iglesia anglicana fue en 1974, y lo hizo en la persona de Michael Taylor, un hombre normal de Ossett, Yorkshire, casado y asistente habitual de la iglesia de la comunidad, hasta un día en que empezó a insultar a una mujer en pleno culto, a hablar en “lenguas” y a violentarse hasta un punto en que debió ser contenido por varios hombres. Taylor fue sometido a un exorcismo que presuntamente expulsó de su cuerpo 40 demonios, aunque aparentemente quedaron tres, lo que explicaría que poco después del ritual de expulsión asesinase salvajemente a su esposa y a su perro.
La iglesia anglicana no autorizó un nuevo ritual, y Taylor fue internado en una clínica psiquiátrica por varios años. Posteriormente sería acusado de agresión sexual y nuevamente manifestaría señales de demencia, que desaparecieron sospechosamente al retirarse los cargos.
5. El verano de 1976, Nueva York quedó marcado para la historia por una serie de asesinatos cometidos por una misma persona, conocida como el “Hijo de Sam” y “el asesino del calibre 44”, que finalmente fue detenido e identificado como David Berkowitz. Berkowitz confesó haber asesinado a 6 personas y herido a otras 7, y aunque no afirmó actuar bajo el control de demonios afirmó que el perro de su vecino sí estaba poseído y fue él el que le ordenó cometer los asesinatos. Esta información –para fortuna del perro– no se consideró relevante y el “Hijo de Sam” en 1978 recibió 6 condenas a cadena perpetua.
Quedaron sospechas de que no había actuado solo, y no precisamente apoyado por el diablo, y que lo relacionado con el perro fue un intento de parecer loco para evitar la cárcel.
Estos casos demuestran la profunda influencia que tiene la religión en nuestra vida. De hecho, son muy raros (si no inexistentes) los casos en que una persona atea haya sido poseída por algún espíritu, malo o bueno.
Al parecer, si crees en demonios tendrás más posibilidades de ser poseído por uno. Lee el caso de la posesión de Julia, inexplicable para la ciencia.