Una de las expresiones culturales más reconocibles del mundo son los Moáis de la Isla de Pacua. Seguro que si te enseñan la foto de uno de ellos no dudas al decir qué es esa escultura, lo mismo que no bacilas ante la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad. Los Moáis son elementos característicos de la Isla de Pascua o Rapa Nui. En la Isla hay más de 900 Moáis, pero la leyenda explica que en el fondo del mar hay uno de ellos. Acompáñanos a conocer el Moái sumergido de la Isla de Pascua. ¿Existe realmente?
Si se habla generalmente de las cabezas de la Isla de Pascua, se debe a que la mayoría de Moáis fueron derribados durante guerras tribales o quedaron enterrados hasta los hombros por diversos motivos. El cuerpo de muchos de ellos fue descubierto durante el siglo XX. La mayoría de las cabezas se encuentra en la base del volcán Rano Raraku.
El Moai sumergido de la Isla de Pascua
Los Moáis, al parecer, son representaciones de los antepasados difuntos de los antiguos pobladores de la isla de origen polinesio. Fueron tallados entre los siglos IX y XV para que esas imágenes de los ancestros proyectaran sus poderes benéficos o «mana» sobre sus descendientes.
En la actualidad se habla no de un Moái sumergido, sino de dos. Uno corresponde al de la leyenda surgida a mediados del siglo XX y el otro responde a un hecho ficticio: una serie de televisión chilena. La supuesta existencia del primer Moái sumergido se basa en un hecho histórico que ocurrió en el año 1957. Esta historia fue investigada por un buzo especialista de origen francés llamado Michel García Baral y corroborada por los lugareños de más edad. Al parecer en el año 1957 un buque carguero llamado «Pinto» recibió el encargo de recoger un Moái en la isla y trasladarlo al continente. Sin embargo, el día en que partió el barco hacía mal tiempo y el mar estaba muy agitado. El cuaderno de bitácora del barco relataba que intentaron sujetar la escultura con un cable pero se rompió y el Moái cayó al mar a una profundidad de más de 80 metros. A pesar de que se ha buscado en incontables ocasiones, la escultura nunca fue encontrada. Los expertos creen que esto se debe a la composición del lecho marino y las corrientes en ese lugar que pueden haber cubierto por completo el Moái en poco tiempo. Son muchas las personas que bucean por la zona intentando encontrar este Moái sumergido. En 2002 un robot submarino realizó un exhaustivo trabajo de exploración con monitorización de las profundidades pero no se encontró ningún vestigio del gigante de piedra.
El segundo Moái sumergido existe realmente, pero no es una escultura original. La televisión de Chile emitió en 1998 por primera vez y luego en 2002, 2005 y 2009 una serie de ficción llamada Ileana. La teleserie transcurría en la Isla de Pascua y una de las protagonistas arribaba a la isla en busca del Moái sumergido de la leyenda original. De ahí que la cuestión de este elemento perdido en la profundidad del mar volviera a ponerse de moda. Para aprovechar el interés de los buceadores y el tirón de la serie se fabricó un moái falso hecho con cemento que mide alrededor de cuatro metros y se instaló a unos 40 metros de profundidad. Es de fácil acceso para los deportistas ya que se encuentra a poco más de 300 metros de la costa norte de la Isla de Pascua. El falso Moái sumergido es obra de los artesanos Benedicto Tuki y Keno Huke y a pesar de que su color es grisáceo, al estar en el fondo del mar parece igual a los del exterior.
Lo que sí se han encontrado sumergidos en el mar, son los ojos de algunos Moáis. La mayoría de estos gigantes lucen actualmente una cavidad en el lugar de los ojos. Durante la restauración del altar ceremonial Nau-Nau (ahu Nau-Nau) en la playa de Anakena en el año 1978 se descubrió un hecho sorprendente: los moáis tenían ojos formados con placas de coral. Posiblemente en las guerras tribales en las que fueron derribados los moáis, también les fueron retirados los ojos; en muchos casos estos fueron destruidos o enterrados y, curiosamente, algunos de ellos fueron a para al mar donde se encontraron, como hemos dicho, en la restauración de 1978.
Esta es la historia real del Moái sumergido en la Isla de Pascua. El de la leyenda original jamás se ha encontrado y el que puedes ver hundido a 300 metros de la costa es una reproducción inspirada en una telenovela. A pesar de ello, muchas personas en sus incursiones de buceo en la zona siguen buscando ese mítico Moái sumergido. ¿Crees que alguna vez se encontrará? Si quieres saber más sobre estas enigmáticas esculturas te invitamos a leer el post: El misterio de los Moai en la Isla de Pascua.