¿Conoces la historia de las primas de la Reina Isabel? La Monarquía Inglesa ha sido dirigida por un gran número de hombres y mujeres a los que su nación y dependientes han reconocido como reyes y reinas.
Haciendo una referencia histórica, nos topamos con nombres como los de Guillermo IV, Ricardo I, Jorge VI o Eduardo VII. Pero en la modernidad, ha sido Isabel II del Reino Unido quien ha comandado los destinos de la monarquía británica, desde 1953 y hasta nuestros días. Los datos interesantes de la reina Isabel nos muestran a un personaje histórico singular. Doce Primeros Ministros han pasado por el país mientras ella sigue en el reinado más largo que ha registrado el Reino Unido hasta los momentos.
Y en todos esos años, son muchas las historias turbias que se han mantenido a medio camino, entre la luz y la oscuridad. Una de las más interesantes es la de las primas enfermas de la Reina Isabel, que ha sido expuesta recientemente en la cuarta temporada de la popular serie The Crown. Acompáñanos en Supercurioso a profundizar en la historia de las primas de la Reina Isabel.
La verdad sobre las primas enfermas de la Reina Isabel
La televisión suele ser en muchos casos una fuente de entretenimiento banal y sin mayores pretensiones intelectuales o educativas. Pero existen producciones que claramente se diferencian, y en cuya contemplación no solo nos entretenemos, sino que, además, aprendemos sobre asuntos que quizás no habían despertado antes nuestro interés.
Es el caso de la popular serie The Crown, que haciendo mano de una minuciosa investigación sobre la historia de la realeza, lanza focos de luz en episodios que seguramente habrían preferido mantener ocultos. Las primas de la Reina Isabel protagonizan justamente una de esas historias cruentas.
Las primas enfermas de la Reina Isabel y la princesa Margarita fueron declaradas muertas por la monarquía. Fue justo esta princesa, que también hacía frente a sus propios problemas psicológicos, quien dio con la verdad escondida: dos de sus primas habían sido recluidas en secreto en un hospital psiquiátrico, apartándolas de la familia real y haciendo pública la mentira de su muerte. Ahora, ¿Qué llevó a los miembros de la corona a cometer tal acto de crueldad?
Pues la Reina Madre, Isabel Bowes-Lyon, parecía tener la respuesta que explicaba el cruel destino de las primas enfermas de la Reina Isabel. Isabel I fue la esposa del rey Jorge VI, reina consorte del Reino Unido desde 1936 hasta la muerte de su esposo, en 1952. Fue justo en 1936 cuando el rey Eduardo VIII abdicó al trono. Esta decisión empujaría a su esposo a asumir los destinos de la monarquía.
De repente, una familia de aristócratas escoceses menores, se veía en el ojo del huracán, sometidos a todas las miradas. La pureza de su linaje pasó entonces a convertirse en un tema de interés y evaluación pública. La necesidad de presentarse ante el mundo como personas intachables y del mejor linaje, fue la motivación que llevó a la familia real a avergonzarse y esconder a las primas de la Reina Isabel.
¿Quiénes eran Katherine y Nerissa Bowes-Lyon?
Katherine y Nerissa Bowes-Lyon eran los nombres de las dos más desafortunadas primas enfermas de la Reina Isabel, hijas de John Herbert Bowes-Lyon, hermano de la Reina Madre. Pero a la cadena de infortunio también se sumaron otras primas hermanas de las primeras: Idonea, Etheldreda y Rosemary.
Se estima que las cinco chicas fueron internadas en el Royal Earlswood, el primer hospital psiquiátrico de la región. Sobre las taras genéticas o defectos en la salud, la mente o el cuerpo, la Reina Madre era clara.
Según se expone en uno de los episodios de la cuarta temporada de la serie The Crown, Isabel I habría dicho que «El principio hereditario ya pende de un hilo muy precario. Añade una enfermedad mental y se acabó. La idea de que una sola familia tiene el derecho de nacimiento automático a la Corona ya es muy difícil de justificar. Es mejor que el acervo genético de esa familia tenga un 100% de pureza.»
Al parecer entonces, el destino miserable que rigió las vidas de las primas enfermas de la reina Isabel, habría sido dictaminado por un asunto de imagen. Los expertos en genética que estudiaron el caso, concluyeron que las primas de la reina Isabel padecían un trastorno genético que no afectaba ni a la reina ni a sus herederos. En el caso de Katherine y Nerissa Bowes-Lyon, habían sido diagnosticadas con idiotez y retraso mental. Ambas chicas fueron internadas en el hospital psiquiátrico en el año de 1941, y para el momento se cree que mostraban una edad mental de alrededor de tres años.
Los investigadores registran que fue Fenella, la madre de ambas jóvenes, quien decidió su internación en secreto. Hay teorías que defienden que visitó a sus hijas hasta el año de su muerte, en 1966. Sin embargo, el hospital no guardaba registros de que las jóvenes Nerissa y Katherine fueran visitadas por familiares.
Incluso, cuando la primera falleció, en 1986, tan solo unas cuantas enfermeras asistieron a su entierro, hecho en una tumba que reflejaba la pobreza con la que había vivido. Al momento de ser internadas en el psiquiátrico, Nerissa tenía 22 años y Katherine, 15.
¿Qué hizo exactamente la corona?
En el momento en que las jóvenes fueron recluidas en un hospital psiquiátrico, la protección de la imagen y el linaje de la familia parecía ser la única prioridad. Luego se supo que el defecto genético que afectaba a Katherine y a Nerissa había sido heredado de su familia materna.
La hermana de Fanella, madre de las jóvenes, también había dado a luz a tres niñas con problemas similares; Idonea, Etheldreda y Rosemary. Se creía que esta condición era hereditaria y que descendía de su abuelo materno común, Charles Trefusis, el barón Clinton número 21. Entonces, además de su reclusión, se decidió también fingir su muerte.
La realeza aprobó que los nombres de Katherine y Nerissa aparecieran en la edición de 1963 de Burke’s Peerage, un libro de referencia a la aristocracia de la nación, como si hubieran muerto en 1940.
Ambas seguían con vida. Pero la mentira no se mantuvo en las sombras por mucho tiempo más. En 1987, un titular de la publicación The Sun estremeció a la casa real. En él se revelaba que las primas enfermas de la reina Isabel, hijas de su tío John Herbert Bowes-Lyon, habían sido recluidas y abandonadas en un hospital psiquiátrico, mientras se mentía sobre su fallecimiento.
Justo en ese mismo año, un administrador del hospital en el que estuvieron expuso que Katherine vivía en una sala de siete camas y que no tenía conocimiento de sus conexiones reales. También se dijo que era una persona anciana, muy frágil y que no tenía entendimiento sobre el mundo que le rodeaba. Era poco más que una niña y no había sido visitada por familiares directos desde la década de los sesenta.
Las primas de la Reina Isabel protagonizan tan solo uno de los múltiples episodios oscuros en los que la realeza, con sus guerras de poder internas, sus diatribas, traiciones y mezquindades, procura mantener su imagen limpia y su poderío en aumento. Si quieres conocer algunos otros detalles sobre la monarquía y sus lujos, no te pierdas la historia del alucinante diamante rosa del jubileo de la reina Isabel II.