¿Qué son las mandalas? Pues bien, los mandalas suelen representar la totalidad, la unidad y la armonía del universo. Están diseñadas para ser meditativos y ayudar a centrar la mente. En su forma más simple, un mandala es un círculo que se divide en secciones, y a menudo presenta un diseño simétrico y elaborado que irradia desde el centro hacia afuera. Estos diseños pueden incluir patrones geométricos, flores, animales, símbolos espirituales y otros elementos decorativos (geometría sagrada). A lo largo de los siglos, los mandalas han sido utilizados en diferentes tradiciones espirituales y culturas, incluyendo el hinduismo, el budismo, el chamanismo y otras filosofías orientales y occidentales.
Además, es posible que también tú seas todo un aficionado a pintarlos e incluso a coleccionarlos. Sus fantásticas formas nos trasmiten todo un mundo de calma y atractivo, ahí donde queda impresa esa mezcla de misticismo y encanto que tan bien nos vienen en determinados momentos. Son círculos sagrados muy comunes dentro de las culturas hinduístas y budistas, formas que se han vuelto tan cotidianas entre nosotros como esos atrapasueños de la tribu de los Ojibwa.
Así que en Supercurioso vamos a adentrarnos a un mundo mágico para saber realmente qué son los mandalas junto a su origen y función. ¡Veamos!
¿Qué son las mandalas?
Un mandala es una expresión artística y espiritual que se caracteriza por su estructura de diseños concéntricos, generalmente circulares, que reflejan la naturaleza repetitiva y fractal del universo. La palabra «mandala» proviene del sánscrito, que significa «círculo», y a través de sus patrones geométricos repetitivos, busca representar la unidad, la armonía y la infinitud del cosmos al equilibrar elementos visuales de manera simétrica.
Esta forma de expresión artística puede ser pronunciada tanto con acento grave (mandala) como con acento esdrújulo (mándala) en español. Originaria de culturas orientales, los mandalas tienen como objetivo primordial la búsqueda de la quietud mental y la meditación, buscando alcanzar un estado de cese del pensamiento y la mente.
La creación de mandalas puede ser una actividad terapéutica y relajante. Muchas personas utilizan la creación de mandalas como una forma de meditación activa, ya que requiere concentración y atención plena para dibujar y colorear los patrones de forma simétrica y armoniosa. Esta práctica puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la claridad mental y promover una sensación de calma.
En algunas tradiciones espirituales, los mandalas se utilizan como herramientas de visualización y meditación. Se cree que concentrarse en un mandala específico puede ayudar a alcanzar un estado de conciencia superior o trascendental. En el budismo tibetano, por ejemplo, los monjes crean intrincados mandalas de arena como parte de un ritual de purificación y liberación.
¿Cuál es el verdadero origen de las mandalas?
Ahora que vimos qué son los mandalas, ahora pasaremos a explicar su verdadero origen. Un mandala es un círculo, aquello que es perfecto y que es capaz de sanar. Dentro de muchas culturas, la vida, nuestro círculo vital, se inscribe precisamente en la forma de un mandala, ahí donde los colores también disponen de su importancia y significación.
A su vez, esta forma circular nos remite a ese mito tan habitual del eterno retorno, de inicios y reinicios, en un movimiento eterno que nunca finaliza, algo muy similar a lo que representa el uróboros. Pero veamos ahora qué nos dice la tradición original sobre la finalidad que tiene un mandala:
- Crean armonía en el hogar al traernos energía positiva.
- Atrae la prosperidad.
- Son protectores de la salud al dispersar las energías negativas de nuestro entorno.
Obviamente no son más que ideas sustentadas en viejas tradiciones de origen místico, figuras con una larga tradición que, desde hace unos años, hemos llevado a nuestra cotidianidad por simple curiosidad. Como pasatiempo donde relajarnos coloreando cada una de sus fascinantes formas.
Por otro lado, la historia de los mandalas es interesante, pues en diferentes culturas aparece su representación. Así, la palabra «mandala» tiene sus raíces en la India y se refiere a imágenes circulares que se originan a partir de un eje central y se componen de diversas figuras simétricas dirigidas hacia los cuatro puntos cardinales.
La característica esencial de los mandalas es su forma circular, el eje central, la simetría entre las figuras y su orientación hacia los puntos cardinales. Sin embargo, no existe un patrón fijo para crear estos dibujos, ya que su diseño es libre, siempre y cuando cumpla con estas características básicas.
La forma circular distintiva de los mandalas no es exclusiva de la India, ya que se han encontrado representaciones similares en bajorrelieves grabados en rocas en otras partes del mundo, como Europa, América del Norte, África, China, India y Australia. Esto demuestra que los mandalas no son exclusivos de una cultura o región en particular, y han sido una forma de expresión artística y espiritual compartida por diversas civilizaciones a lo largo de la historia.
¿Para qué sirven las mandalas?
Las mandalas sirven para diversos propósitos, y su utilidad puede variar según la perspectiva cultural y personal. Aquí hay algunas de las principales formas en que las mandalas se utilizan:
- Meditación y relajación. Las mandalas se emplean como herramientas de meditación y relajación. La práctica de centrar la atención en un mandala y colorearlo ayuda a calmar la mente, reducir el estrés y promover un estado de atención plena.
- Terapia artística. La creación y el coloreado de mandalas se utilizan en terapia artística para ayudar a las personas a expresar emociones, explorar su psicología interna y fomentar la auto-expresión. Además, es especialmente beneficioso en la terapia para tratar el trauma y el estrés postraumático.
- Autoconocimiento. Al diseñar o colorear un mandala, algunas personas encuentran un medio para explorar su mundo interior, descubrir patrones y simbolismos personales, y fomentar el autoconocimiento.
- Expresión espiritual. En muchas tradiciones espirituales, las mandalas se utilizan como símbolos de la unidad, la totalidad y la conexión con lo divino. Representan la búsqueda de un estado superior de conciencia y son usadas como herramientas para la visualización y la conexión con lo sagrado.
- Desarrollo creativo. Las mandalas también son una forma de expresión artística y creativa. Al crear diseños únicos, las personas pueden experimentar un proceso creativo satisfactorio y desarrollar habilidades artísticas.
- Enfoque y concentración. La creación de mandalas requiere atención y concentración, lo que puede ser útil para mejorar las habilidades de enfoque y la paciencia.
- Decoración y ornamento. Las mandalas también se utilizan como elementos decorativos en diversas culturas. Pueden encontrarse en textiles, arquitectura y objetos de arte.
¿Qué representan sus colores?
En efecto, los colores impresos en los mandalas también disponen de un significado especial que tal vez no conocías. Repetimos, una vez más, que estas representaciones tienen mucho de espiritual, mucho de esas corrientes energéticas que nos hablan de los chakras y todo su misticismo. No podemos obviamente atribuirles ningún valor curativo, nos quedaremos sólo en el aspecto curioso que es lo que buscamos en nuestro espacio.
Veamos entonces qué representa cada color que vemos decorando el interior de los atractivos mandalas:
- Rojo. Representa al primer Chakra, es el color más intenso y vital y nos habla de la pasión, el amor y también de la ira o resistencia.
- Naranja, es el segundo Chakra. Representa la confianza en uno mismo, la ambición y el optimismo.
- Amarillo, tercer Chakra. Nos trasmite la fuerza del sol, la liberación y la sabiduría. Sirve para canalizar la inteligencia.
- Verde, cuarto Chakra. Desprende los valores de la esperanza, la curación y un equilibrio entre la tranquilidad y lo sentimental.
- Azul, es el quinto Chakra. ¿Y qué nos ofrece este color? La calma y la paz, también el vacío y la tolerancia.
- Indigo, es el sexto Chakra. Nos permite comunicarnos con el yo interno para que los problemas puedan fluir al exterior y aportarnos tranquilidad y sabiduría.
- Violeta, es el séptimo Chakra. Un color que trasmite magia, imaginación y espiritualidad.
- Rosa. Es el color del encanto, del amor universal y también de la amistad.
Los mandalas en el ámbito educativo
En los últimos años, se ha popularizado el uso de los mandalas en muchas aulas de educación primaria. Aquí, la finalidad no es mística, ni religiosa, en absoluto. Es un mecanismo interesante con el que promover la atención en los niños. El uso de los colores y el fijarse en las formas abstractas de estas figuras, estimula su concentración y su motricidad fina. A la vez, les relaja. Son expresiones plásticas donde los niños pueden expresar también sus sentimientos a la hora de elegir los colores, un medio interesante que parece estar cogiendo fuerza a nivel escolar.
Resulta curioso e interesante. Y ahora dinos, ¿qué te parecen los mandalas? ¿Te gustan? ¿Tienes alguno en casa?