Si hay algo que define y engrandece a la raza humana, es su habilidad para la creación de figuras, costumbres, festividades y símbolos que integran la cultura. Cada región y cada pueblo tiene las suyas propias, que abren universos de hermandad y de comunicación con otros pueblos. Hoy en Supercurioso nos animamos a navegar en las profundidades de la cultura australiana, para compartir contigo la esencia de los Wandjina, figuras cargadas de significado. ¿Nos acompañas a conocerlos? Pues, ¡Empecemos!

¿Qué son los Wandjina?

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Hablar de los Wandjina es reconocer una parte muy interesante de la cultura aborigen australiana. La tierra de la que son creadores estas criaturas mágicas, es una amplia explanada de unos 200 mil kilómetros cuadrados, en los que la tierra, las aguas, las islas y el mar conviven. Se trata de la región de Kimberley, en el noroeste de Australia.

Es allí, en diferentes cuevas, donde podrás ver una imagen que para muchos resulta verdaderamente aterradora: los raros Wandjina, que nos erizan la piel y nos hacen recordar a esos dioses atávicos de los que nos hablaba H.P Lovecraft.

Los aborígenes los pintaban en las paredes de las cuevas. Representan a los dioses de las lluvias y las nubes, y tenían especial cuidado de no dibujarles jamás una boca en sus enormes rostros espeluznantes. ¿La razón? De hacerlo, de cometer el error de integrar una boca en aquellas caras, se corría el riesgo de que las lluvias no terminaran nunca y que todo el mundo pereciera ahogado. Tiene relación todo aquello con la figura de los Wandjina

Los Wandjinas son considerados seres espirituales y creadores en la mitología de los pueblos indígenas de Kimberley. Se cree que crearon la Tierra y a todas las criaturas vivientes que la habitan. También se les atribuye la responsabilidad de regular el clima y las estaciones. En la cultura de estos pueblos, los Wandjinas son reverenciados y respetados como entidades divinas.

Si en alguna ocasión tienes la suerte de viajar hasta Australia, no puedes perderte la oportunidad de ver en persona las cuevas de Kimberly. Además de sus increíbles tierras rojas y sus caudalosos ríos, descubrirás esas escalofriantes cuevas donde, al dirigir la mirada hasta sus paredes, estarán esos ojos gigantes y velados escudriñándote.

Parecen seres de otra dimensión, de otro mundo extraño donde se asoman entre las rocas para vigilarnos con sus rostros severos. Sus figuras pueden llegar a tener un tamaño de 6 metros y se incrustan a la perfección en los surcos y los relieves de la cueva para aportar así más realismo y efectismo. Rostros sin boca, blancos y cabezas abombadas que, a su vez, traen una especie de corona a su alrededor como atestiguando su poder, su energía.

El origen de estas mágicas criaturas

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Los aborígenes lo tienen muy claro. Cuando se les pregunta por el origen de los Wandjina no dudan en explicarnos que no son de este mundo. Ellos fueron los creadores del mar y de los estanques, pero cuando alguien los ofendía, su fuerza era simplemente aterradora. Mediante los rayos traían unas lluvias imperecederas que lo sumergían todo, que desolaban todo pueblo y toda tierra. Fueron ellos quienes trajeron también todo lo que se considera «civilizado». Unos seres que andaban con sandalias (a diferencia de los indígenas, que siempre iban descalzos).

Los llamaron también «los hombres de la Serpiente emplumada”, y se cuenta, además, que hubo una era en que se libró una batalla con ellos durante el «Tiempo de los Sueños». Un feroz enfrentamiento que hubo de terminar la propia diosa madre Tierra lanzando unos «gases letales», logrando así, encerrar a muchos wandjina en el «Uluru», una zona sagrada para los aborígenes australianos, más conocido también como Ayers Rock.

Así pues, los Wandjina son tan necesarios como peligrosos para la cultura aborigen. Forman parte de ese equilibrio donde el bien y el mal, se unen siempre para aportarnos esa calma cotidiana donde todo debe reposar en calma. Y recuerda, si en alguna ocasión sientes la curiosidad por dibujar un wandjina…¡Jamás le pintes una boca, o le ofrecerás demasiado poder!

La pintura rupestre de los Wandjinas

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La mitología, como sabemos, es tan amplia y variopinta que casi cualquier criatura puede aparecer entre sus dominios. Desde los mitos griegos hasta los romanos o los nórdicos, los ejemplos abundan. Ahora bien, en el caso de los peculiares Wandjinas, hay algo, un elemento que sostiene su existencia en figura, y que causa la admiración y la intriga de todo aquel que se aproxima a ellos. Se trata de las pinturas rupestres que los muestran.

Estas pinturas han recibido toda clase de interpretaciones a lo largo de los años. Para muchos, estos dibujos representan personas de figuras estilizadas, búhos, e incluso hay teorías que defienden que pudieron haber sido plasmadas en la piedra por extraterrestres. Un elemento que llama poderosamente la atención sobre estas pinturas, es la característica ausencia de la boca.

Para explicar este elemento, surgen dos teorías dominantes. La primera es que estas figuras son tan poderosas y omnipotentes, que ni siquiera necesitan del habla para ejercer su poder. La segunda teoría apunta a la creencia popular de que si Wandjinas tenían bocas, la lluvia no podría cesar jamás.

En definitiva, estas criaturas son una muestra más de como la mitología y cultura abren sus puertas, para ser habitadas por las criaturas más fantásticas e interesantes. Y tu, ¿Conocías de la existencia y la historia de los Wandjinas? ¿Crees que será verdad que si se les agrega una boca, no parará de llover? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si te ha gustado esta historia, no te pierdas esta otra en la que te contamos sobre los inquietantes y raros dioses del Tassili. ¡Hasta la próxima!