No por ser triste es menos cierto que muchos avances en el conocimiento, y particularmente en el campo de la tecnología, se han hecho gracias al ancestral interés humano en matar o amedrentar a los otros, a través de las guerras y del desarrollo de armas cada vez más complejas o devastadoras.
Los cohetes que nos llevaron a la Luna estaban pensados para trasladar ojivas nucleares que detonarían en ciudades rusas y chinas; las redes sociales que tanto tiempo nos quitan pero que a la vez brindan tantos servicios, surgieron de un sistema militar de comunicación que debía agilizar el contacto de los estadounidenses con sus bases militares regadas por el mundo; muchísimos avances en el campo de la medicina quirúrgica se han debido a la experiencia en guerras tan masivamente productoras de heridos y mutilados como las que tuvimos en el siglo pasado y se han prolongado en este nuevo milenio.
La lista de invenciones gracias al presupuesto que los gobiernos del mundo dedican al gasto militar es enorme, y eventualmente, y quizás irónicamente, hasta pueden llegar a beneficiar a la sociedad civil, como pudiera ser el caso de los recientes avances en el campo de la robótica, particularmente del robot conocido como LS3.
Un cibercuadrúpedo va a la guerra
En 2009 DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, contrató a la empresa Boston Dynamics para desarrollar el Sistema de Apoyo Legged Squad, cuyo objeto sería el apoyo a tropas en lugares donde no pudiesen usarse vehículos de motor y los soldados tuvieran que trasladarse a pie. Un robot pensado inicialmente como apoyo para el cuerpo de marines.
Este proyecto desembocó en el robot LS3, que podría describirse como una mula mecánica con una capacidad de carga de 180 kilogramos, que debe poder moverse en toda clase de terrenos, desplazándose a una velocidad de trote que oscilaría entre los 8 y los 12 kilómetros por hora.
Tiene posicionador global, es capaz de recibir instrucciones a través de sensores visuales y goza de una autonomía de 20 kilómetros y hasta 24 horas antes de necesitar recargar sus baterías.
Google llama
La ciber mula entró en fase de pruebas en 2012, y un año después Boston Dynamics fue adquirida por Google; desde entonces sus esfuerzos principales se han orientado hacia el desarrollo de un robot que se desplace sobre dos extremidades, el proyecto Atlas.
Sin embargo, no se extrañen si en cualquier momento tocan a su puerta y al abrir se encuentran con un cuadrúpedo inteligente entregándoles un paquete, como cualquier dron de Amazon. Los avances científicos pueden dejarnos boquiabiertos.
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Imágenes: Wikipedia