¿Te imaginas criar a una especie animal y que después resulte ser otra? Pues eso le pasó a Wang Kaiyu, un hombre residente en el condado de Maguan (China).
Kaiyu le había comprado dos «perros» a un comerciante un día. Todo era normal, hasta que los «perros» empezaron a crecer muy rápido y devoraban las aves de corral de su granja.
Esto le pareció muy raro. Cuanto más crecían estos perros más se parecían a otra especie animal.
De perros ¡a osos!
A medida que los perros crecían, estos iba haciéndose cada vez más grandes y Kaiyu empezó a desconfiar de que podrían no ser perros. Cuando ya no cabía duda alguna, se dio cuenta de que ¡eran osos!
¿Quién lo iba a decir? Eran muy negros y como eran pequeñitos kaiyu nunca pensaría que pudiesen ser osos.
Pero lo peor vino después. Los osos eran de la especie ursus thibetanus una especie protegida en China que requiere de un permiso especial para ser criados. Kaiyu no lo dudó y llamó a las autoridades, pues podría meterse en un grave problema.
Kaiyu entregó a los dos osos a los oficiales del centro de rescate animal de Yunnan y estos le agradecieron su honestidad. Su gran preocupación era que lo metiesen en la cárcel, pero todo tuvo un final feliz.
Los dos osos resultaron ser un macho y una hembra que se encontraban en perfecto estado
¿Qué piensas sobre esto? ¿Crees que confundirías a dos crías de perro con dos osos? Eran muy negros, pero consideramos que la diferencia entre un oso y un perro es claramente palpable. Parece que el comerciante, si sabía que eran osos, se la coló al pobre Kaiyu que se llevó un susto ¡tremendo!
Si te ha gustado este artículo no te pierdas «¡Curiosos osos panda!«.