Felicidad… ¿Cómo la podríamos definir? A menudo suele decirse aquello de que la felicidad, no son cosas, y en cierto modo es algo que no podemos negar. Porque la felicidad son sensaciones momentáneas, es una brisa fresca durante una tarde de verano en la playa, es una caricia que no esperas, es una sonrisa en la calle de un desconocido y es también, un suspiro satisfecho de quien se siente bien, y no necesita nada más.
¿Lo has sentido alguna vez? Esperamos que muchas.
Queda claro también que estas sensaciones «tan elevadas» no se pueden tener todos los días, pero en realidad, podemos disfrutar de ese bienestar cotidiano que se inscribe en los actos más sencillos, en las cosas más pequeñas. Esas que deberíamos permitirnos y que desde nuestro espacio, te invitamos a poner en práctica.
¿Quieres ser un poco más feliz cada día? Entonces atrévete con alguno de estos aspectos.
1. Hay que dejar ir a quien nunca hizo nada para quedarse
Reflexiona por unos instantes en todo ese círculo social que tienes a tu alrededor. En ocasiones, nuestra felicidad cotidiana está muy limitada por esas personas que siempre se priorizan a sí mismas, que te buscan por interés propio, o que simplemente, no te dejan espacio personal. Te limitan, te vulneran…
¿Qué podemos hacer? Hay algo que debes tener claro, si cargas sobre tu espalda a todo «un equipo» de amistades poco adecuadas, o personas que te traen más incomodidad que felicidad, al final, no podrás andar en tu sendero vital. No merece la pena, déjalos ir. Rompe el vínculo o al menos, deja de reforzarlo. Quédate con lo mejor y tú día a día será más pleno. Rodéate de personas auténticas.
2. Escápate: haz algo diferente cada día, por pequeño que sea
La rutina no es buena, la rutina, en realidad oxida cerebros y quita ilusiones, emociones. Queda claro que todos tenemos obligaciones, trabajos que cumplir, clases a las que acudir… Ahora bien, siempre que te sea posible, haz lo siguiente:
- Ponte un objetivo para el final del día: tomar un café con alguien, ir al cine, comprarte algo que te gusta, por pequeño que sea.
- Cambia de ruta. ¿Siempre vas al trabajo o a clase por el mismo camino? Hoy ve por otra calle, o deja el coche y coge el bus, o queda con alguien para ir juntos.
- Plantéate un objetivo cada día, una ilusión. Piensa en cosas nuevas. Haz que cada día sea diferente en algún aspecto… aunque sea en tu mente.
3. Vive el aquí ahora, deja a un lado los errores del ayer y los temores del futuro
Hay quien vive casi obsesionado con lo que debe entregar, cumplir o realizar para el día de mañana. Permite que el hoy se «deshilache» al focalizarse sólo en un mañana que no existe, que no se puede tocar, oler o sentir. Perdiéndose el presente.
No se trata de ser irresponsables y no pensar en nuestras obligaciones, se trata de mantener los pies en la tierra y sobre todo, abrir los ojos… ¿Qué es lo que ves? El día es espléndido, pasan cosas, pasa gente ante tus ojos que tal vez, te estás perdiendo.
4. No dejes para mañana los abrazos que puedas dar hoy
¿Tienes pareja? Pues abrázala y olvida la discusión de esta mañana. ¿Cuántos amigos auténticos tienes? Pues dales un abrazo que los hagas caer de espaldas, son cosas que no se olvidan y que unen vínculos, que crea magia..
¿Tienes una mascota? Pues ¿a qué esperas? ¡Abrázala también!
5. Enriquece tu mente, ofrécele retos
Es esencial que mantengas activa tu mente cada día. No solo te dará felicidad, te hará sentir más libre, más unido contigo mismo, más ilusionado y más capaz. Aprender algo nuevo cada día te aporta esas cosquillas internas que hacen crecer a tu cerebro y alimentar tu curiosidad.
Para ello, vale la pena que tengas en cuenta estos sencillos aspectos:
- No des por sentado todo lo que te dicen ni toda la información que recibas. Busca tu propia opinión, sé crítico.
- Crea algo cada día: un dibujo, un poema, una frase, compón música… La creación incentiva la imaginación y te obliga a buscar más información.
- Escucha a la gente, abre tu mente y ante todo sé flexible. Enriquécete de las conversaciones con tus amigos, atiende, escucha, debate, aporta tu opinión y disfruta de esos debates cotidianos.
- Lee algo cada día, que el final de un libro sea la invitación a empezar otro nuevo.
- Escucha música, permita que se expanda tu interior para ver el mundo con otra luz. Es un modo sencillo de ser feliz, y de dar felicidad a tu cerebro.
Y ahora dinos… ¿qué otro aspecto añadirías a esta lista? ¡No dudes en dejarnos tus propuestas y en conocer también 8 rasgos de las personas tóxicas!