La testosterona es una hormona a la que tradicionalmente se asocia lo masculino, pero que también las mujeres producimos, tal y como te explicamos en un artículo muy interesante de Supercurioso.
En esta entrada, vamos a hablar sobre algunas características de esta súper hormona que acaso no sepa el común de la gente, pero que resultan de gran interés para todos.
Acompáñanos.
10 datos sobre la testosterona
1. En las dos primeras semanas de gestación, el feto siempre es femenino. Luego de este tiempo se inicia el desarrollo de los órganos reproductivos masculinos (en caso de que el bebé sea varón).
Esta hormona se produce en los testículos, en los ovarios y en las glándulas suprarrenales de ambos sexos.
2. Tras nacer, la testosterona tiene un rol importante en la distribución de grasa que va a la producción de glóbulos rojos.
3. Mucho antes de que se descubriera la testosterona, ya se les atribuían poderes sexuales a los testículos; así lo notó Plinio el Viejo, que estudió los efectos estimulantes en la libido al recomendar genitales de hiena para la cena (aderezadas con miel).
4. En la década de los 20 del siglo pasado, un tendero de Kansas, John Brinkley, aplicaba rebanadas de escroto de cabras en los testículos de sus clientes, aduciendo que así aumentaba la virilidad y curaba algunas otras dolencias… sin duda, era preferible comerse los genitales de las hienas…
5. Las hormonas sexuales, incluyendo la testosterona, evolucionaron hace 500 millones de años de los estrógenos; por supuesto, los seres humanos no existíamos, y esto sucedió incluso antes de los dinosaurios.
6. La vejez disminuye los niveles de la hormona, aunque no es la única causa. La obesidad, por ejemplo, hace que la testosterona se convierta en un estrógeno llamado estradiol, que contribuye a inhibir aún más la producción de la misma. Por lo tanto, mientras más grasa acumula el cuerpo menos testosterona se produce.
7. Los músculos y la masa muscular magra es formada gracias, entre otras cosas, a que la testosterona estimula la producción de otra hormona, la que libera la hormona de crecimiento (GHRH); entonces, al tener más grasa disminuye la testosterona, y a la vez se disminuye la masa muscular, formando un círculo vicioso del que sólo se sale adelgazando.
8. La testosterona fue sintetizada por primera vez en 1935 luego de aislar otra hormona masculina, la androsterona, que fue destilada a partir de 4.000 litros de orina. La orina, naturalmente, había sido donada.
9. Los esteroides anabólico-androgénicos, los usados sin control ni cuidado para promover el crecimiento muscular, son todos compuestos sintéticos que imitan la estructura química de la testosterona.
10. Se ha dicho en algunas ocasiones, sobre todo en las investigaciones que se adelantan sobre las psicopatías peligrosas, que un comportamiento agresivo se relaciona con niveles muy altos de testosterona. Sin embargo, aunque se ha evidenciado, sobre todo en asesinos y asesinas en serie, un incremento de esta hormona, de todos modos, los resultados no son concluyentes y algunos hasta son contradictorios.
Lo que sí queda claro es que los correctos niveles de esta hormona, tanto en los hombres como en las mujeres, generan mayor bienestar y una vida sexual más plena, además de músculos más definidos.
¿Sabías todo esto de la testosterona? Seguro que te gustará leer unos datos muy interesantes sobre el sudor.