Alguna vez te has preguntado qué es tartamudo, ¿te imaginas sufrir un trastorno imposible de eludir y que, aunque sepas qué vas a decir, no puedes hacerlo al primer intento? La disfemia, también conocida como tartamudez, es un problema que afecta a más de 40 millones de personas en el mundo, por lo que no es un problema menor. En Supercurioso queremos contarte todo sobre qué es tartamudo y por qué se produce la disfemia, acompáñanos a conocer sus causas y posibles tratamientos. También te invitamos, a siempre, escuchar desde la empatía.
¿Qué es tartamudo? Origen y causas
Una de las frases de Alicia en el país de las Maravillas reza: «Empieza por el principio, y sigue hasta llegar al final», lo que no sabes, es que el genio que creo esta maravillosa frase y el resto de la historia fue Lewis Carroll, que por ser tartamudo no pudo acceder al sacerdocio y, en lugar de ello, escribió una de las más grandes historias del siglo XIX.
La tartamudez o disfemia no es un trastorno del lenguaje sino de la comunicación. El diccionario nos dice que es un «Trastorno o alteración del habla caracterizado por el entrecortamiento involuntario de la fluidez y la repetición de sílabas o elementos lingüísticos». Afecta al 5% de los niños hasta los 5 años y entre estos un 2% mantiene la disfemia siendo adulto. Pero sabes ¿qué es tartamudo?, ¿de dónde proviene su historia?
1. Origen de la tartamudez
La tartamudez es conocida desde la ciencia del Antiguo Egipto y fue Aristóteles quien señaló a la lengua como responsable por ser tartamudo. Esta idea la mantuvieron hasta el siglo XIX, donde las prácticas médicas antiguas iban desde corregir la tartamudez dividiendo la lengua hasta cortándola a la mitad. ¡Era la pesadilla que nadie estaría dispuesto a vivir!
No fue sino hasta que Sigmund Freud rechazará esa visión y asociara ser tartamudo a crisis nerviosas y a problemas psíquicos, que las prácticas médicas dejaron de ser tan sádicas para aquellos que sufrían disfemia. A pesar de ello, hoy en día, seguimos sin conocer con exactitud las causas de la disfemia. De acuerdo con la Sociedad Americana, las disfemias son alteraciones del lenguaje caracterizadas por tropiezos, repeticiones y espasmos debido a una imperfecta coordinación de las funciones ideomotrices cerebrales.
2. Causas de la tartamudez
La causa última de la tartamudez se desconoce, pero según la Asociación Española de la Tartamudez se unen factores biológicos, psicológicos y sociales en su origen. Veamos algunos de ellos:
El desarrollo infantil
La tartamudez puede tener su causa en el simple desarrollo infantil. Es normal entre los 2 y los 5 años, época en la cual se acaba de consolidar el habla y el niño tiene dificultad, a veces, en encontrar la palabra, especialmente si se enfada o está tenso por algún motivo. Si la dificultad persiste más allá de esta edad, se vuelve crónico, e incluso, aparecen otros síntomas como la fobia social (una de las fobias más comunes), conductas de evitación, sentimientos y actitudes negativas hacia la comunicación.
Traumatismo o lesión cerebral
Otra de las razones por la que alguien es tartamudo es si sufrimos un ictus o un traumatismo craneal, pues podemos desarrollar una disfemia que anteriormente no teníamos. Se distingue porque no va acompañada de ansiedad y ocurre también cuando se canta o susurra.
Factores fisiológicos
Hay una activación diferente del cerebro entre el que es tartamudo y aquel que no lo es. El lenguaje parece lateralizarse de manera diferente. En los tartamudos se ubica en el hemisferio izquierdo y en los no tartamudos hacia el derecho. También se estima que se trata de una falla en la dominancia interhemisférica cerebral.
Factores genéticos
La genética puede ser también uno de los factores que influyen en el hecho de tartamudear. En muchos casos hay ascendientes (padres o abuelos) que también tartamudean, por lo que la tartamudez se da, mayoritariamente, en ciertas familias. El riesgo de ser tartamudo depende del sexo del familiar y el sexo de aquel que tenga tendencias a sufrir disfemia. En general, se estima que hay un 9% de posibilidades de que un hombre tartamudo le pase la disfemia a una hija y un 22% a un hijo, mientras que para una mujer tartamuda el riesgo es más elevado.
Factores sociales
La presión social es muy importante en el desarrollo y mantenimiento de aquel que es tartamudo. La obligación de hablar rápido y fluido afecta negativamente a las personas con alguna dificultad. Si hay demasiada presión, risas y burlas, puede ser el desencadenante de una tartamudez y hacer que esta se mantenga en el tiempo. Estos factores sociales influyen también en los problemas emocionales que pueda acarrear aquella persona disfémica.
3. Síntomas de la disfemia
La tartamudez puede desarrollarse gradualmente o puede aparecer de manera repentina. Algunos síntomas que pueden desarrollar la disfemia pueden ser: un ritmo del habla acelerado, conocido como taquilalia, en la cual aparecen constantes sustituciones y omisiones según la velocidad del habla. Sin embargo, el síntoma más sobresaliente es el bloqueo espasmódico que interrumpe o impide la emisión verbal.
Asimismo, la persona que es tartamudo puede tener muestras de ansiedad, angustia y un esfuerzo constante por vencer el espasmo. Como reacción puede aparecer el miedo a hablar o la logofobia, tendencias al aislamiento, acentuación de la timidez y reacciones depresivas en distinto grado.
Cabe señalar que estos síntomas son tan solo algunos de los muchos que puede desarrollar una persona que sufre disfemia, ya que casi todos los especialistas se han puesto de acuerdo en señalar que un tartamudo casi nunca es igual a otro.
4. Tipos de tartamudez
Hay dos tipos de tartamudez que normalmente van juntas, en primera instancia la clónica, que se caracteriza por repeticiones más o menos largas de fonemas, especialmente en el primero. Y en segunda instancia la tónica, es decir, una detención en la emisión acompañada de sincinesias y reacciones emocionales. Los movimientos que acompañan al tartamudo, junto con los trastornos respiratorios son consecuencia de dicha afección.
5. Tratamiento para un tartamudo
Antes de contarte algunos de los tratamientos para la tartamudez, debes saber que antes de proceder, se inicia con una evaluación clínica donde estudian diferentes factores: la carga genética del paciente con disfemia, el desarrollo psíquico, el lenguaje del paciente, el inicio y la evolución de la disfluencia, la frecuencia y el tipo de disfluencia, el nivel de comunicación familiar y social y de qué manera afecta la fluidez verbal del paciente. Después de ellos, el especialista determina cuál es el mejor tratamiento para la disfemia.
Generalmente el tratamiento para la disfemia es logoterapia con elementos de psicoterapia, en los cuales son utilizados algunos de estos procedimientos: enseñanza de la mecánica del habla, técnicas de fluidez, técnicas de relajación muscular y control vocal, entrenamiento en habilidades sociales, psicoterapia de modificación cognitivo-conductual y de actitudes, y modificación del entorno del paciente para eliminar los condicionantes que agravan o mantienen la tartamudez.
Sin duda, aquel que es tartamudo puede llagar a tener grandes problemas emocionales que desencadenan en su entorno, por ello es importante que nos pongamos en los zapatos del otro, para así entender un poco de su realidad. Hemos llegado al final de nuestro artículo, no sin antes recomendarte, si te interesan los temas relacionados con la salud, el síndrome de enclaustramiento, la patología de estar atrapado en tu cuerpo.