Es un clásico el dicho de que las mujeres somos un misterio, unas desconocidas de las que nadie sabe qué piensan realmente… Se dice que somos enigmáticas, hasta el punto que cuando decimos que «sí», significa que «no»… Toda esta mitología acerca de lo que sucede en la mente de las féminas ha conseguido que se nos conciba como unos seres misteriosos.
Quizá este misticismo sea el que ha suscitado un creciente interés por parte de la ciencia por conocernos mejor. Este es el caso de un estudio que revela lo que las mujeres, en el caso de la investigación, las hembras rechazan de su pareja sexual, ¿quieres descubrirlo? Fíjate bien en lo que unos científicos canadienses han observado en un grupo de roedores.
El rechazo que despierta una pareja sexual estresada
Un grupo de investigadores de las universidades de Ontario y Binghamton en Canadá observó el comportamiento sexual de las ratas. Estos descubrieron que cuando un ratón pasa una adolescencia estresante, presenta un comportamiento pasivo cuando es adulto. Esto no les beneficia nada en su vida amorosa, porque las ratas rechazan dicha actitud vital.
Para llegar a esta conclusión, los científicos sometieron a estrés a un grupo de ratones durante su desarrollo, en la adolescencia. El procedimiento consistió en cambiar sus compañeros de jaula regularmente, de manera que se ponía a prueba su liderazgo. Más tarde, se creaba un espacio para el apareamiento, donde se introducía a una hembra, junto con un ratón que había que había sufrido ansiedad durante su adolescencia y otro que no.
Ya podréis imaginar el resultado. Las hembras preferían al segundo como pareja sexual. Identificaban perfectamente los comportamientos dominantes y sumisos y optaban por el más seguro de sí mismo.
La directora afirma que las conclusiones podrían aplicarse a los humanos
Cameron declara «creo que este estudio puede llevarnos a un mejor entendimiento de las funciones reproductivos de los mamíferos, incluyendo a los humanos«. Además, cuentan con el apoyo de un estudio similar en 2015, en el que se descubrió que los niveles de estrés influían en cómo nos veían los demás. Del mismo modo que la aportación de los canadienses, cuanta más ansiedad trasluces, menos posibilidades tienes de ser elegido como pareja sexual.
Resulta sorprendente que cuando estamos menos atractivos, el cortisol y la glucosa aumenta, al tiempo que se frena el crecimiento muscular y óseo. Por tanto, tenemos un aspecto menos saludable y menos sensual. No identificaron cuáles eran las manifestaciones faciales de dicha situación, pero sospechan que están en la misma línea.
Tras ello, pudieron aseverar que los hombres que se manejan mejor en situaciones de estrés son más atractivos para las mujeres. Según afirman, la razón reside en que ellas prefieren que su pareja sexual presente esta característica. La misma implica una mayor adaptación a los avatares de la vida, lo que constituye el primer paso para solucionarlos. Además, inconscientemente creen que dicha habilidad se transmitirá a las siguientes generaciones.
A partir de estos dos estudios, Cameron se propone realizar un experimento similar, pero con animales que no hayan recibido cuidados maternales. Posteriormente colocarlos en situaciones de ansiedad. ¿Qué ocurrirá en este caso? ¿Serán menos atractivos? ¿Cómo afectará a otras facetas de la vida, como su capacidad cognitiva?
En cualquier caso, parece claro que las mujeres buscamos alguien que no parezca superado por la ansiedad o el estrés, es decir, que no se deje vencer por la adversidad cuando ésta se presente y sepa avanzar. No está mal para un compañero de vida, sea hombre o mujer, ¿no te parece? ¿Tú que piensas?
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