En Supercurioso somos fanáticos del mundo animal, que siempre nos sorprende. Hemos repasado los animales más veloces del mundo y también los más mortíferos, entre otros enfoques. Esta vez nos fijamos en una capacidad increíble de algunos animales.
Los humanos somos una especie muy avanzada. A pesar de contar con organismos menos resistentes que los de muchos otros seres vivos, hemos conseguido sobrevivir y evolucionar -con mejores y peores resultados- hasta nuestros días. Pero, a pesar de la tecnología con la que contamos, hay algo que se nos escapa: la predicción de catástrofes naturales. Esta capacidad no está a nuestro alcance, pero sí al de algunos animales.
Son muchos los casos documentados de desastres naturales antes de los cuales se había captado un comportamiento anómalo en algunas criaturas.
Predicciones documentadas
Estos comportamientos animales fueron registrados ya por los griegos, en concreto por el historiador Diodoro, cuando en el 373 a.C. ocurrió el terremoto que destruyó la ciudad de Hélice. Los textos aseguran que las ratas, serpientes, escarabajos y ciempiés abandonaron la ciudad antes de que se produjera la desgracia.
Se conocen también casos de ciervos que huyen de un lugar minutos previos a una avalancha y de tiburones que se desplazan mar adentro para protegerse antes de que llegue un huracán.
Los animales de Martinica
La Isla Martinica en 1902 fue testigo de una gran erupción volcánica procedente del monte Peleé. Horas antes de la explosión del volcán, muchos animales se desplazaron, fuera de sí, hasta las playas. Una vez allí se lanzaron al agua intentando huir de algo que aún no conocían pero que presentían. La lava del volcán se cobró cerca de 30.000 víctimas.
Las serpientes de Haicheng
En 1975 un tremendo terremoto asoló la zona de Haicheng, China. Al parecer el mes anterior, los vecinos se habían fijado en que las serpientes huían de sus madrigueras. 30 días más tarde sabrían por qué. En la misma China, conociendo la habilidad de algunos animales, se usan como captadores de terremoto. De esta forma, cuando notan que los animales están especialmente estresados, pueden tomar medidas previas al inicio de los temblores.
Los elefantes y los delfines de Tailandia y Malasia
También en 2004 durante los días previos al tsunami del 26 de diciembre algunas criaturas se comportaron de forma extraña. En Tailandia un grupo de elefantes domesticados para transportar turistas se empezaron a inquietar. En el momento antes de que el tsunami llegara a tierra, los elefantes huyeron, incluso rompiendo las cadenas que los ataban, hacia zonas más elevadas. Algunos de ellos, se llevaron sobre sus espaldas a varios turistas que, aunque perdieron el control del animal, consiguieron salvar la vida.
Además, en la zona de Malasia afectada por el tsunami, los pescadores recordaron haber visto un gran número de delfines cerca de la costa, agitando sus colas como intentando llamar la atención en los días previos a la catástrofe. También informaron de que sus capturas se triplicaron durante aquel periodo, se supone que porque los peces huyeron del epicentro del seísmo submarino, acercándose a la orilla.
Pero, el comportamiento que inició el estudio más serio de este fenómeno por parte de los científicos fue el ocurrido en L’Aquila (Italia) en 2009. Los investigadores se fijaron en que una colonia de sapos huyó de su estanque varias jornadas antes del terremoto.
Conclusiones de la NASA
Los científicos estudiaron la zona de la que habían escapado los sapos y descubrieron que la corteza de la Tierra había producido un cambio en las aguas subterráneas. Las criaturas que tienen algún contacto con estas notan en seguida los cambios en su composición química.
Este cambio es debido a las transformaciones químicas que se producen en la corteza de la Tierra antes de producirse un terremoto. Esta variación, afectó directamente a la laguna en la que habitaban los sapos e hizo el agua «tóxica».
La misma NASA acepta esta teoría y sostiene que es el motivo por el cual las criaturas acuáticas, semi-acuáticas y de madriguera predicen tan rápidamente estos fenómenos.
En cuanto al resto de criaturas, aún no se conocer cuál es el mecanismo exacto de predicción, pero a partir de estos nuevos conocimientos se estima que pronto se encuentre una explicación. Quién sabe si algún día podremos ayudarnos de esta habilidad animal para salvar vidas.
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