Imagina que estás en un casino de juego. En la mesa gira la ruleta, si estás en esa mesa durante el suficiente tiempo, es muy posible que tu mente empiece a barajar los datos que recibe y sin darse cuenta a buscar patrones en los resultados de esa mesa. Este proceso recibe un nombre: Apofenia, la búsqueda de patrones en información aleatoria. Acompáñanos en Supercurioso a descubrir más sobre sobre este fenómeno que, en casos extremos, puede llegar a convertirse en un síntoma de alteración mental.

Apofenia, la búsqueda de patrones en información aleatoria

Apofenia | La búsqueda de patrones en información aleatoria

1. Origen de la Apofenia: ¿qué es exactamente?

La palabra Apofenia proviene del griego y une los vocablos «ἀπό» que significa «separar o alejar» y «φαίνειν» que quiere decir «aparecer o manifestarse». Es un sesgo cognitivo que consiste en la percepción de patrones, conexiones o significados ocultos en sucesos aleatorios o en datos sin sentido. 

La mente humana actúa asociando eventos o reconocimiento patrones y los científicos creen que posiblemente este es un acto que facilitó la selección natural y la evolución humana. Los seres humanos buscamos patrones, ya que somos descendientes de aquellos humanos primitivos que relacionaron y asociaron por ejemplo los ruidos tras la vegetación a un posible animal peligroso. La apofenia se identifica así como un «error de percepción».

Nuestra mente lo que hace es reconocer patrones y esto se traduce en un proceso en el que se dan cuatro pasos diferentes: la detección, la disección de patrones, la comparación de características en la memoria y el reconocimiento. Lo que ocurre es que en ocasiones, este trabajo que implica la combinación de memoria a largo plazo y la de trabajo o a corto plazo con la información de los estímulos, puede equivocarse. Cuando hay un error en la apreciación de lo que se percibe y en plantilla que fabrica nuestra mente, aparece la apofenia.  

La apofenia estaría en la base, por ejemplo, de la tendencia a creer en la «teoría de la conspiración» de la que seguro has oído hablar: ante una serie de fenómenos que no parecen tener explicación, resulta más fácil creer que existe un poder oculto que pensar y admitir que todo ello es fruto del azar.

2. Tres ejemplos de Apofenia

Apofenia | La búsqueda de patrones en información aleatoria

Aunque la palabra Apofenia pueda resultarnos extraña, seguro que sin saberlo has conocido casos de este sesgo cognitivo tan común. A continuación te exponemos tres de los más famosos.

La falacia del jugador

En el mundo del juego la apofenia se ha documentado en numerosas ocasiones y se expresa como una «racionalización del juego». Las personas aficionadas a jugar, en muchos casos, imaginan que existen patrones en los números que salen en la lotería, la ruleta o los juegos de cartas. La falacia del jugador o falacia de Montecarlo les hace creer equivocadamente que lo que ha ocurrido en el pasado tendrá efecto sobre acontecimientos futuros en actividades que son puramente aleatorias como son los juegos de azar.

Los estudios indican que estos razonamientos sobre probabilidades solo conducen a la perdida de dinero. Las probabilidades de que algo suceda en un futuro, en lo que respecta al juego, no están necesariamente relacionado con lo que ha ocurrido con anterioridad.

El enigma del 23

Es la tendencia a creer que muchos incidentes o eventos luctuosos están directamente relacionados con el número 23. Esta apofenia tuvo su origen en una artículo de la revista de temas de misterio y ocultismo británica «Fortean Times». En él se explicaba el caso de un marino que explicó que en 23 años nunca había tenido un problema en el mar. Cuando volvió a salir, naufragó y murió ahogado. El autor del artículo afirmaba que mientras lo escribía se estrelló un avión en Florida con cuyo número de vuelo era el 23.

A partir de este artículo, se produjo una auténtica fiebre de apofenia relacionada con el número 23 que ha aparecido tanto en programas de televisión como en obras literarias y películas.

El Club de los 27

Apofenia | La búsqueda de patrones en información aleatoria

Seguro que has oído hablar del «Club de los 27«. Es una lista de músicos, artistas y actores que fallecieron a los 27 años. Si ves la larga lista de difuntos, seguro que también creerás en esta Apofenia y, sin embargo, las investigaciones sobre este supuesto «pico estadístico» demuestran que no es cierto. La percepción es una cuestión cultural.

Las muertes de varios músicos populares que tenían 27 años entre 1969 y 1971 condujeron a la creencia popular de que a esa edad los fallecimientos entre los famosos son más comunes. Los estudios sobre el tema certifican que, si bien es cierto que por su tipo de vida «al límite», entre los músicos hay «una tasa de mortalidad más alta que el resto de la población adulta joven», es la misma a los 27 que a los 25 o a los 32.

3. Pareidolia y Apofenia

Apofenia | La búsqueda de patrones en información aleatoria

La Pareidolia de la que ya te hemos hablado en Supercurioso y que «consite en percibir imágenes o sonidos en estímulos aleatorios» es un tipo de Apofenia. La más común es ver caras en objetos inanimados y esto ocurre por una interpretación errónea de la parte de nuestro cerebro que es la responsable de ver las caras: el área fusiforme de las caras, que es el principal sector de nuestro sistema visual cuya especialidad es el reconocimiento facial.

4. Apofenia y enfermedad mental

En algunos casos, la apofenia puede descontrolarse y ser un síntoma de trastornos psiquiáticos como la esquizofrenia. En estos caos se ha visto que hay una actividad desmesurada del sistema dopaminérgico.

La identificación de patrones es algo natural en el ser humano y como indican algunos científicos seguramente nos ayudó a sobrevivir como especie. Cuando se convierte en apofenia es que existe un sesgo cognitivo y por ello, especialmente en los juegos de azar, es conveniente analizar en profundidad la realidad y objetividad de nuestras percepciones. ¿Sabías qué es la apofenia? ¿Recuerdas algún caso famoso de apofenia? ¡Compártelo con nosotros! Estaremos encantados de leerte.