De Grecia provienen gran parte de las bases de nuestra cultura. De su desarrollo político, su concepción de la democracia y la organización social. Pero entre el enorme legado que esta civilización dejó al mundo, las leyendas y mitos griegos se ganan un especial lugar. Y es que la mitología griega es un viaje infinito, en el que nos encontramos con criaturas y seres fantásticos como el poderoso Zeus, la sensual Afrodita, deidad del amor, y el imponente Poseidón, señor de los mares. A los dioses les acompañan otros seres que pueden ser tan hermosos como aterradores. Las esfinges, las quimeras o las sirenas se cuentan entre ellos. Pero hoy en Supercurioso hemos investigado a otra criatura, que sabe combinar en equilibrio la hermosura y el espanto. Acompáñanos a conocer a las arpías en la mitología griega.
¿Quiénes son las arpías en la mitología griega?
Las arpías en la mitología griega juegan un papel dual. Sus rostros destacan por una belleza diáfana. La hermosura propia de una diosa creada para reinar. Pero sus cuerpos son lo que lleva a los mortales al espanto. En vez de las delicadas formas femeninas, las arpías tienen poderosos cuerpos de aves rapaces. La propia palabra «Harpya», término del cual provienen sus nombres, significa «criatura alada que saquea». Tal como ocurre con las esfinges, las figuras de las arpías se reprodujeron en la arquitectura de diferentes épocas de la historia. De esa forma, las tenebrosas dueñas de las tempestades se inmortalizarían a través de los siglos. Acompáñanos a conocer un poco más sobre su origen.
1. El origen de las arpías en la mitología griega
La leyenda de las arpías en la mitología griega es del todo interesante. Estas criaturas peculiares eran hijas de Taumante y de una ninfa del océano llamada Electra. Algunos de los investigadores que se han dedicado a la exploración de la mitología griega refieren que las arpías eran tres, mientras que otros agregan una al listado. Se cree que responderían a los nombres de Aelo, Ocípete, Celeno y Podarge. Esta última tendría el beneficio de montar sobre los caballos de Aquiles, gracias a una alianza que hizo con Céfiro, el viento del este.
Sobre su esencia y participación en el Olimpo y el mundo terrenal, se cree que las arpías en la mitología griega estaban asociadas con las tormentas de viento. Eran descritas con los rostros de mujeres jóvenes y virginales, pero con espantosos cuerpos deformados, como aves de rapiña, con poderosas garras en lugar de dedos. La primera de las hermanas, Aelo, representaba el viento tempestuoso. Ocípete simbolizaba el viento raudo y veloz. Y Celeno, la tercera, se representaba como el viento oscuro, la más cruel y maligna de todas.
2. La leyenda de las arpías y el rey de Tracia
La leyenda que hizo populares a las arpías en la mitología griega es la vinculada a la triste historia de Fineo, el Rey ciego de Tracia. Este monarca tenía el particular don de la profecía, que le había sido dado por obra del dios Apolo. Con aquella cualidad, era capaz de ver todo lo que a otros les estaba vetado. Intuía el futuro y sabía muchas cosas que el resto de mortales desconocían. Pero la cautela no se contaba entre sus virtudes, así que empezó, casi sin darse cuenta, a revelar muchos de los secretos más escondidos de los dioses del Olimpo.
Hasta que, cómo no podía ser de otro modo, Zeus entró en cólera ante semejante afrenta de aquel mortal incauto… ¿Y como reaccionó el más poderoso de todos los dioses? Lo confinó en una isla, en un recóndito y pequeño trozo de tierra suspendido en el océano, donde se extendía ante él una mesa repleta de ricos manjares. Pero cuando el hambriento Fineo se dispuso a saciar su hambre… algo ocurrió.
El cielo se vistió de tormenta. Las nubes parecían gigantescas naves henchidas de oscuridad, de rayos y de truenos. Y de pronto, sopló un feroz viento del oeste tan gélido que le heló la sangre. Ahí estaba el auténtico castigo de Zeus: las arpías en la mitología griega, esas espectrales criaturas aladas con rostro de mujer, que lanzaban gritos desgarradores, unos chillidos sobrenaturales que paralizaban el alma de todo mortal con el latigazo del terror. Fueron ellas quienes a partir de entonces impedirían a Fineo alimentarse. Diariamente le robaban toda la comida que se llevaba a la boca, dejándole solo pequeñas migajas con las que poder subsistir para pagar su castigo.
3. La leyenda de la llegada de Jasón y los Argonautas
Otra de las leyendas asociadas a las arpías en la mitología griega es la que pone fin a su reinado del terror en contra del rey de Tracia. Fue Jasón, en su empeño por encontrar el preciado Bellocino de oro, quien fue a consultar a Fineo la ruta que debían tomar para tener éxito en su empresa. El viejo y torturado rey solo pidió a cambio que le liberaran del suplicio de aquellas criaturas que diariamente lo castigaban. Así que Jasón y sus argonautas enviaron tras ellas a los mejores de sus hombres, a los Boréadas, los héroes alados Calais y Zetes, quienes tras preparar una hábil e ingeniosa trampa, las alcanzaron.
Lo que ocurre a partir de aquí dispone de varias vertientes. Algunas fuentes nos indican que una de las arpías falleció a mano de los hermanos alados en un río. En un río que hoy es conocido precisamente como Harpis. También se dice que otra de las hermanas encontró la muerte por cansancio en su huida en la isla Estrofíades. Y existe por último una tercera versión que nos habla del Dios Iris, quien apareció en el momento justo para mediar por la salvación de las tres arpías.
Al fin y al cabo eran servidoras de Zeus y no merecían la muerte. Se las confinó en una oscura cueva de Creta, ahí donde salían de vez en cuando para raptar a algún que otro mortal y llevarlo de camino al Tártaro. Aparecían en los días de tormenta, envueltas en un viento gélido y alzando sus gritos de espanto…
Y tú, ¿Conocías la historia de estos seres aterradores? Si te ha gustado conocer sobre la leyenda de las arpías, te invitamos a que no te pierdas esta selección de las mejores frases de la mitología griega.