Heladeros, payasos, maestros… ¿Quién podría imaginar que estos hombres, con trabajos tan inocentes, pasarían a la historia con la fama de ser los asesinos en serie más temidos?  Acompáñanos a conocer qué hacían estas terroríficas figuras cuando sus manos no estaban cubiertas con sangre. Aunque algunos de ellos no pudieron resistir sus impulsos asesinos en horas laborales.

Estos asesinos en serie tenían empleos demasiado inocentes

1. Ted Bundy, operador en una línea de atención al suicida

Es bastante inusual o más bien cínico que uno de los asesinos en serie más famosos de la historia moderna, acusado de asesinar y violar a unas 36 mujeres jóvenes, trabajara salvando vidas.

Algunos analistas calculan que la cifra real de asesinatos pudiera alcanzar los 100, sin embargo, por contradictorio que parezca, Ted Bundy, se dedicó a atender el llamado de personas desesperadas, en busca de palabras de aliento que les sirviera para desistir de sus planes suicidas, en su tránsito como operador voluntario en un centro de atención telefónica al suicida.

Estos asesinos en serie tenían empleos demasiado inocentes.Espeluznante

¿Cuántas vidas logró salvar? ¿Qué clase de cosas les habrá dicho? Nadie puede dar cuenta de ello, pero la novelista estadounidense Ann Rule, quien conoció a Ted mientras se ofrecía para ocupar el puesto a los 24 años, compartió algunos detalles de esta etapa en el libro The Stranger Beside Me. Para ese momento era un estudiante universitario tímido y con una habilidad sorprendente para ganarse la confianza de las personas. Se desconoce si ya habría comenzado a asesinar en ese entonces.

2. Andrei Chikatilo, maestro

Durante su niñez y adolescencia fue blanco de constantes vejaciones por parte de otros chicos. Estas experiencias traumáticas lo convirtieron en un joven reservado, resentido, además de sufrir de complejos por un problema de nacimiento que le impedía mantener una erección, aunque sí pudiera eyacular.

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A pesar de todos los males, se tituló como maestro. Una profesión que implica la confianza de los alumnos en mayor o menos grado y lleva implícito que quien la desempeña debe ser una guía para los más jóvenes. Con estos estudios, Andrei volvería al entorno escolar que tantas pesadillas le causó, pero esta vez, quizá para desquitarse.

Andrei Chikatilo, o “el carnicero de Rostov”, como lo bautizaron en la Unión Soviética por abusar sexualmente, asesinar y mutilar a alrededor de 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990, enseñaba lengua y literatura rusas.

Tenía una debilidad por las colegialas de 12 años. De hecho, en su lugar de trabajo fue donde se registraron las primeras agresiones sexuales. Los estudiantes no lo tomaban en serio, llegando incluso a fumar dentro del aula de clases; la ira se fue acumulando hasta que más tarde la liberaría abusando sexualmente de chicos y chicas.  La primera víctima fue una jovencita de 15 años, la seguirían muchos otros. En 1994 fue ejecutado por sus crímenes.

3. Dennis Rader, instalador de alarmas de seguridad

Decenas de almas inocentes confiaron su seguridad a Dennis Rader, al solicitar sus servicios como instalador de alarmas para protegerse precisamente de intrusos y psicópatas, desconociendo que este hombre se trataba del mismísimo estrangulador BTK, letras que corresponden a: Bind, Torture, Kill (atacar, torturar, matar), una firma que utilizaba para ponerle sello a sus delitos.

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Rader es autor de crímenes atroces que implicaban asaltar hogares y asesinar a sus ocupantes, como ocurrió con el homicidio de cuatro miembros de la familia Otero. En 1974, el estrangulador BTK llamó a la puerta de la casa de los Otero mientras desayunaban, y con el respaldo de un revólver, los amarró sin resistencia. Lo que ocurrió después sólo podríamos imaginarlo en nuestras peores pesadillas. Después de torturarlos física y psicológicamente, los estranguló para terminar con sus vidas.

4. Jeffrey Dahmer, trabajador en tienda de exquisiteces

Es innegable que Jeffrey Dahmer, el Caníbal de Milwaukee, tenía una debilidad especial por los alimentos, y como tal, prefería trabajar en entornos donde la comida estuviera envuelta. Uno de sus empleos tuvo lugar en una charcutería en Florida, allí organizaba las delicatesen mientras que en su mente fantaseaba con degustar trozos de carne humana.

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El Caníbal de Milwaukee fue responsable de asesinar al menos 17 jóvenes entre 1978 y 1991, a los cuales drogó, abusó sexualmente, descuartizó y comió los restos de algunos de ellos. Hasta que finalmente, en 1991, fue encarcelado por sus crímenes y asesinado en prisión por un compañero.

5. John Wayne Gacy, payaso

Con su personaje como “Pogo, el payaso”, el asesino serial John Wayne Gacy animaba fiestas infantiles, incluso llegó a participar en presentaciones con fines benéficos. Pero detrás de toda esta fachada de payaso amigable ocultaba una doble vida, una en la que asesinó y forzó a 33 hombres jóvenes, ganando así el apodo de “payaso asesino”.

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Tras confesarle a su abogado, Sam Amirante, que había cometido una serie de actos abominables, permaneció por 14 años en el corredor de la muerte hasta el día de su ejecución en 1994. Sin duda, uno de los asesinos en serie más famosos de la historia.

6. Fred West, vendedor de helados

Fred West siempre fue un sujeto difícil. Durante su adolescencia se dedicó a hurtar y a realizar otros delitos menores. En paralelo a su carrera delictiva se dedicó a recorrer las calles de Newent, Inglaterra, como vendedor de helados en una colorida furgoneta. Fue entonces, el 4 de noviembre de 1965, cuando arrebató la primera vida: atropelló a un niño de 4 años, supuestamente, de forma accidental.

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West era un asesino en serie británico que junto a su esposa Rosemary se dedicaron a torturar, violar y asesinar a unas 12 jovencitas en su domicilio entre 1967 y 1987. Una de sus víctimas se trató de Anne Marie, su propia hija. Sufrió durante años el abuso sexual de sus progenitores, a los ocho años fue prostituida, hasta que sus padres decidieron acabar con su vida cuando tenía 16 años, en 1987.

En 1994 fueron apresados y encarcelados. Él se asfixió a sí mismo mientras estaba en prisión. Ella fue sentenciada a una pena de 10 cadenas perpetuas.

¿Te esperabas que estos asesinos en serie tuvieran esta clase de empleos? ¿Qué te ha parecido? ¡Cuéntanos!

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