Los griegos personificaron en sus mitos muchos fenómenos de la naturaleza como la Aurora, el Eco o los vientos. La mitología griega consideró que los cuatro vientos principales eran dioses hijos de Astreo y Eos. Sus nombres eran Céfiro, Euro, Noto y Bóreas y se correspondían con los cuatro puntos cardinales. Acompáñanos a conocer a Bóreas, el devorador, el temible dios griego del Viento del Norte. Su nombre en griego significaba «devorador».
A los dioses griegos del viento se los conocía como los «Anemoi». Céfiro gobernaba el viento del Oeste, Euro el del Este, Noto el del Sur y Bóreas el viento del Norte. Sin embargo, todos ellos eran a su vez comandados por Eolo y en ocasiones también por Zeus u otros dioses olímpicos. Su representación en la mitología griega es en ocasiones a través de una simple ráfaga de viento, pero en otras toman la forma de un varón humano alado e incluso de un caballo que puede correr por los campos sin dañar los cultivos.
Bóreas, el dios griego del Viento del Norte
Bóreas no era un dios amable, era un dios fuerte y de violento carácter que traía consigo el frío viento del norte. Se lo suele representar con una túnica ligera, en ocasiones hecha de nubes y una caracola en sus manos. Además, en ocasiones toma la forma de un caballo y se lo hace padre de 12 potros que habría engendrado con las yeguas de Erictonio. También se le considera el asesino de Jacinto, el amante de Apolo, al desviar el disco que le había lanzado y que hizo impactar contra su propia cabeza.
El principal mito de Bóreas tiene relación con el rapto de una princesa ateniense de la que se enamoró. El nombre de la joven era Oritía y el dios del viento del norte se encaprichó de ella. En un primer momento la cortejó a la manera tradicional y suplicado sus favores, esperando que ella accedería a sus pretensiones. Sin embargo, ante la negativa de Oritía, dio rienda suelta a su violento carácter y como era habitual en muchos de los dioses griegos, decidió raptarla. La princesa se encontraba bailando en la ribera del río Iliso cuando Bóreas formó una nube de viento y cogíendola desprevenida se la llevó a Tracia. Con ella tuvo cuatro hijos, dos varones Bóreas-Zetes y Calais y dos féminas: Cleopatra y Quíone.
Se creía que al norte de Tracia existía una tierra en la que se vivía en perpetua felicidad conocida como «Hiperbóreas» en la que vivía Bóreas. Sus habitantes tenían fama de ser extraordinariamente longevos.
Atenas, debido al rapto de su princesa, creía que Bóreas era un pariente suyo y que los protegía. Cuando Jerjes se encaminó hacia Atenas para conquistarla, los atenienses rezaron a Bóreas y se decía que éste formó unos terribles vientos que hundieron 400 barcos de los persas. En la ciudad se festejaba este hecho con una celebración conocida como «Boreasmas» y en el Ática se le dedicó un templo. En Roma, este dios recibió el nombre de Aquilo y en ocasiones también Septentrio y por ello «septentrional» significa «del Norte».
¿Conocías a Bóreas, el dios griego del viento del norte? ¿Sabes alguna historia más sobre este ser mitológico? ¡Compartela con nosotros! Y si quieres conocer a otros curiosos personajes de la mitología griega, te invitamos a leer el post: Deucalión y Pirra, el Diluvio en la mitología griega | ¡Como Noé!