Seguramente has escuchado hablar de casos impactantes de personas que sobrevivieron al exterminio de la población judía, en la Alemania nazi (1939 – 1945). Sin embargo, estas anécdotas no dejan de causarnos escalofríos al intentar imaginar una experiencia de tal magnitud, así como nos provocan emociones de ira y frustración, también existen aquellas que evocan orgullo y esperanza, éstas últimas se despiertan especialmente al recordar los hechos ocurridos en el campo de exterminio Sobibor, en el cual un grupo rebelde luchó hasta la muerte por escapar al terrible genocidio.

Uno de los campos de la muerte

Con el propósito único de exterminar en su totalidad a la población judía por mandato de Adolfo Hitler, la necesidad de ampliar los lugares de aniquilación era cada vez más impetuosa. En Marzo de 1942 en el distrito de Lublin, Polonia, se inaugura el campo de exterminio Sobibor. Su forma rectangular contaba con 600 metros de largo por 400 metros de ancho, adornados con alambres de púas entrelazados con las ramas de los árboles, armando el mejor camuflaje para evitar que se observaran desde fuera las terribles cosas que sucedían ahí.

Sobibor estaba dividido en tres secciones: el área administrativa, la recepción y el área de exterminio. Cada vez que un nuevo grupo de judíos ingresaba era enviado directamente a la recepción, para así distribuir labores, alojamiento y, por supuesto, lugar de ejecución.

judíos

El teniente coronel de la SS Franz Stangl fue nombrado comandante de este campo en abril del mismo año, contando con 30 ucranianos miembros de su personal, los cuales habían sido re ubicados tras colaborar en un programa de eutanasia.

En el campo de exterminio existían fosas comunes y cámaras de gas, éstas últimas, disfrazadas en 3 edificios de ladrillo, aparentaban ser duchas colectivas en las que cabían aproximadamente hasta 180 personas en de sus 16 metros cuadrados. El arma mortal empleada en ellas era el monóxido de carbono. Tras morir todas y cada una de aquellas víctimas, los denominados “sonderkommandos” comenzaban la labor de arrojar los cuerpos en fosas comunes, se limpiaba la cámara rápidamente y se ingresaba a un nuevo grupo. A pesar de existir ciertas áreas de trabajo que eran desempeñadas por los judíos, éstos eran asesinados casi inmediatamente tras ser ingresados al campo.

Cámara de gas de Auschwitz
Cámara de gas de Auschwitz

Para el mes de mayo, 100.000 judíos habían perdido la vida, la mayor parte de la población que arribó había sido transferida de Checoslovaquia, Alemania, Austria y Lublin. Sin embargo, las autoridades creían que el ritmo de exterminio iba demasiado lento por lo que durante la etapa de restauración de la vía entre Lublín y Chelm decidieron construir 3 nuevas cámaras de gas que tenían el doble de capacidad que las primeras. Durante este periodo el comandante Stangl fue reemplazado por Franz Reichsleitner.

Para Octubre, aproximadamente 158.000 judíos, que habían sido deportados de Holanda, Galitzia oriental, Eslovaquia y los guetos de Vilna, Misnk y Lida, murieron dentro de esas imponentes cámaras de gas.

Cuando el espíritu de libertad despierta

Diversos intentos exitosos de escape tuvieron lugar en Sobibor. Las autoridades, llenas de frustración, asesinaban al resto de la población del campo como represalia por quienes se habían fugado. Un grupo  clandestino comenzó a formarse, liderados por Leon Feldhendler, ex presidente de un Judenrat (consejo de judíos establecido por los nazis en Zolkiew) estaba determinado a organizar una fuga masiva en Sobibor. Comenzó a idear el plan con el que sería su mano derecha: un prisionero de guerra ruso llamado Alexander Perchesky, éste último simulaba mantener una relación con una judía de nombre Luka para poder tener acceso a la población femenina e integrarlas al plan de escape.

El 13 de Octubre de 1943, la revuelta estaba preparada para llevarse a cabo. Sin embargo, los generales del campo Sobibor habían sido alertados de que en los campos de Varsovia se estaban generando rumores de fuga entre los prisioneros, por lo que un regimiento de soldados de la SS (Escuadra de Defensa) fue enviado a Sobibor para prevenir cualquier tipo de motín. Debido a esto, Feldhendler y compañía tuvieron que abortar la misión.

Participantes supervivientes del alzamiento de Sobibor
Participantes supervivientes del alzamiento de Sobibor

No fue hasta el día siguiente que los prisioneros tomaron acción, el plan era atraer, bajo la excusa de que se probaran algunas joyas del taller de alfarería y ropajes, a todos los comandantes más importantes hacia lugares apartados para asesinarlos y apoderarse de sus armas; y así lo hicieron, escapando 300 judíos que lograron introducirse en el bosque que rodeaba Sobibor, juntando la presión de algunos troncos de madera y la fuerza de todos los prisioneros la malla de púas cedió dejándolos escapar.

puertas abiertas Campo de concentración de Birkenau

El grupo en general constaba aproximadamente de 400 prisioneros. No obstante, una número importante de ellos no logró esquivar las ametralladoras de los generales sobrantes que, impactados por la súbita rebelión, no pudieron detener a tiempo a los fugitivos. Muchos lograron alcanzar la frontera con Rusia para unirse a los grupos guerrilleros, otros decidieron ocultarse lejos hasta que terminara la guerra.

Los vestigios de la represión

Tras esta última fuga, la SS decidió derrumbar las instalaciones del campo de exterminio de Sobibor bajo la sospecha de que la guerra pronto acabaría y con el fin de esconder los miles de asesinatos que habían perpetuado en este sitio, en su lugar se plantaron cientos de árboles.

Sobibor
Sobibor

Sin embargo, los sobrevivientes sabían y podían señalar con el dedo a cada uno de los responsables. Llegado Septiembre de 1965, comenzaron los juicios contra 11 miembros de la SS, responsables de las matanzas en Sobibor, estos tuvieron lugar en Hagen (Alemania Occidental). Uno de ellos obtuvo la cadena perpetua, mientras que algunos otros fueron sentenciados a 8 años de prisión y otro eligió la senda del suicidio.

justicia

Hoy en día el sitio donde se encontraba el Campo de exterminio de Sobibor se ha convertido en un lugar para conmemorar a las víctimas que perecieron ante la tiranía nazi. Sobre todo cabe resaltar que también se recuerda en este lugar el coraje y la valentía con la que actuaron estos grupos rebeldes, a pesar de que la situación era tan difícil y amenazante, el deseo de sobrevivir y sublevarse fue más fuerte trayendo consigo el goce de la libertad.