La mansión Hull concentra entre sus muros, no solo numerosos fenómenos paranormales, sino toda una interesante historia que merece la pena conocer. A día de hoy, es una apacible y distinguida casa situada en el número 800 de la calle South Halsted, en Chicago, ahí donde todo viandante no puede evitar detenerse un momento para dirigir la mirada hacia sus ventanas, esperando ver algo, esperando intuir alguna de esas presencias, que, según cuenta la leyenda, habitan en esta casa que sirvió de residencia para todos aquellos inmigrantes que llegaran a Chicago a principios del siglo XX.

Hull House, centro de beneficiencia

Hull House fue levantada en 1856 por Charles Hull, un rico magnate que construyó su mansión para reunir a sus amigos y lo más exquisito de la sociedad de Chicago. Pero tras unas malas decisiones financieras, entró en quiebra, teniendo que ceder el edificio a Jane Addams y Ellen Gates. Las dos mujeres, decidieron orientar entonces la mansión a una finalidad más altruista: servir de centro de acogida para todo inmigrante recién llegado a E.E.U.U. En poco más de veinte años, la casa creció en varios edificios más e incluso en unas instalaciones que servían de campamentos de verano para los hijos de todo extranjero que intentara realizar su «sueño americano».

La finalidad era buena, sin duda. ¿Pero lo consiguieron? La verdad es que no del todo. El barrio donde se alzaba Charles Hull era el más violento de Chicago. A su alrededor se concentraban desde prostíbulos, centros de apuestas, salones de opio, destilerías clandestinas… Los asesinatos, la delincuencia, las palizas y las violaciones eran algo constante. Hull House tenía como finalidad ensalzar los valores de la filantropía, pero toda persona que recogían entre sus muros, acababa cometiendo alguna desgracia.

Se decía que Jane Addams venía de intentar alzar un centro similar en el barrio londinense de Whitechapel, pero a la vista de que sus intentos fueron vanos, intentó lo mismo en ese rincón oscuro de Chicago. Ambas mujeres pusieron todos sus esfuerzos en ofrecer ayuda, educación, y refugio a muchas de aquellas almas perdidas, y aunque no siempre fueron fracasos, las desgracias, pesaron mucho en las almas de estas damas.

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Hull house fue un claro ejemplo de «reforma social» en la ciudad de Chicago, un proyecto que se mantuvo durante 20 años, en la que se conoce, como la peor época en esta ciudad, dos décadas de esfuerzo y dedicación que finalizaron con la muerte de Jane Addams en el piso de arriba de la mansión. Más tarde, la casa fue adquirida por la Universidad de Illinois para continuar su proyecto de ayuda y asistencia social.

Fue entonces cuando se iniciaron todos los fenómenos paranormales.

Los fantasmas de Hull House

Como ya puedes imaginar, una de las primeras presencias que se advirtieron (y que se siguen manifestando) en la casa fue la de la propia Jane Addams. Su imagen, triste y abatida, suele deambular por el piso superior, allí donde falleció tras una enfermedad. Quienes la han visto, declaran que en su expresión, puede leerse el abatimiento de quien ha sufrido mucho y quien lo ha intentado dar todo por los demás.

Otro fenómeno muy particular son las luces y unos fuegos repentinos que aparecen en la casa. Como llamaradas ígneas que se suspenden en el aire y que desaparecen a los pocos segundos. Los expertos, los asocian con simples fenómenos poltergeist, resultado de toda la energía negativa que en el pasado, pudo habitar entre esos muros.

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Una tercera presencia, es la que se conoce como la mujer de blanco o la dama lánguida. Es una joven que se aparece en el segundo piso, tiene la expresión demacrada y, según algunos historiadores, puede ser perfectamente alguna de las prostitutas que encontró refugio en Hull House.

El último fenómeno que caracteriza a esta mansión, es sin duda el más inquietante y el que, tal vez, más nos cuesta creer. Aún así, hemos de hablarte de él. Se trata del «llamado hijo del diablo». Cuenta la historia que en 1913 una mujer dio a luz a una criatura deforme en Hull House. El padre, era un inmigrante que recogieron en el centro y que continuamente renegó de la religión católica, llegando incluso a destruir una estatua de la Vírgen María que se alzaba en la casa.

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Tumbas traseras de House Hull

Se dice, que lo que hizo en realidad fue invocar al demonio, provocando que su mujer diera a luz a un ser horrible: al propio hijo del Diablo, ni más ni menos. Una criatura que, por su aspecto desagradable, se optó por criarlo en la casa cuidando de que jamás saliera de aquellos muros; no obstante, falleció a los pocos años. Alzando la leyenda… o la maldición. Pues se dice, que a menudo, aparece el espectro de una criatura demoníaca, pequeña y horrenda arrastrándose por las escaleras y habitaciones de Hull House. Escalofriante.

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