La codependencia es una condición psicológica que hace que te olvides de ti mismo y de tus emociones para centrarte en las necesidades de otra persona casi por completo. El codependiente no conoce de límites y es capaz de perdonarlo todo, solo por mantenerse cerca de quien motiva este estado. ¿Te suena familiar? Te contamos estas señales que podrían indicar una posible codependencia.
Señales de que eres codependiente
Das más de lo que recibes
Cuando hablamos de parejas, construimos el concepto de dos personas que voluntariamente deciden trabajar a la par para mantener a flote el amor. Ambos velan porque cada uno se sienta en armonía con la conexión que han construido. Idealmente, los compañeros románticos pondrán de su parte para seguir fortaleciendo el vínculo emocional que hay entre los dos, atendiendo las necesidades sentimentales por igual.
En cambio una persona codependiente se conformará con una relación unilateral, en la que solo una persona está dispuesta a hacer lo que fuera necesario, a dar cuanto pueda llegando a descuidarse a sí misma, para que la relación siga en pie.
Renuncias a gustos, intereses y placeres por complacer a tu pareja
En el amor codependiente encontramos la tendencia a perder la percepción del “yo y mis necesidades, mis gustos, mi círculo social y mis metas”, por concentrar el interés casi enteramente en esa persona y la felicidad que ésta pueda proporcionar. En este sentido, el codependiente pierde parte de lo que es, en los esfuerzos desproporcionados por conservar una relación.
Cuando la realidad es que ninguna relación amorosa que sea saludable se basaría en anular el sentido individual, aquel con el que somos conscientes de lo que nos hace vibrar y nos alegra el espíritu, y también de lo que no nos gusta, por complacer al otro.
Si te ves faltando a reuniones con amigos cercanos o dejas de realizar “x” o “y” actividad que sea de tu agrado, por tu pareja, tal vez seas una persona codependiente. La manipulación y el control pueden formar parte de este patrón de conducta.
A menudo te encuentras justificando el mal comportamiento de tu pareja
“Errar es de humanos y perdonar es divino”, pero un mal comportamiento siempre será un mal comportamiento. No hay otra forma de justificación más que reconocer que esa persona se ha equivocado, ya sea por imprudencia, torpeza o rabia, y que por ello debe asumir la responsabilidad con madurez y respeto.
Cualquiera sea el móvil que haya motivado el mal comportamiento de la pareja, las personas codependientes suelen ignorar que en toda relación es necesario establecer sanos límites para proteger su integridad emocional y física.
Te es difícil decir que “no” sin importar tus sentimientos
La complacencia excesiva es uno de los mecanismos utilizados por los codepentientes, pues piensan que de esta manera evitarán el alejamiento de la persona con la que han desarrollado una relación de dependencia. En estos casos se prefiere aceptar cualquier proposición, sin ver necesario detenerse a pensar si es realmente lo que desean hacer.
Ser capaces de atendernos, tomar las riendas de nuestras vidas tomando decisiones que nos hagan sentir en paz, es lo que todos debemos aspirar por el bien propio. Si sospechas que sufres de codependencia, no dudes en buscar ayuda profesional.
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