Si le echas un vistazo a la tabla periódica es posible que te des cuenta que en los alimentos que consumes hay algunos de aquellos elementos; es probable que en las etiquetas puedas leer palabras como potasio, hierro y calcio, las cuales se asocian fácilmente a una caja de cereales o de galletas, pero existen otras palabras que pueden generar algo de incertidumbre, ¿te has preguntado alguna vez, que sucede si comes uranio? ¡Averígualo!

¿Y si comes uranio? ¿Qué ocurre? ¿Qué sabes sobre este elemento?

Primero que todo, analicemos un poco a cerca del número atómico 92; el Uranio. El Uranio es un metal que se encuentra de forma natural en el suelo, las rocas y el agua y es débilmente radioactivo.

Los expertos lo extraen del suelo y modifican sus tres isótopos para enriquecerlo o debilitarlo, con la primera opción se fabrican armas nucleares y centrales eléctricas, mientras que en su forma más débil se usa para fabricar balas por ejemplo.

Pero, entonces, ¿qué tiene que ver el Uranio con la comida? Resulta que para encontrarlo no tienes que  trabajar en una fábrica de armas o una central eléctrica. Hoy en día, gracias a nuestra dieta, comemos de 0,07 a 1,1 microgramos de uranio al día, según la Agencia de Protección Ambiental, debido a que los cultivos están frecuentemente expuestos a ese elemento, principalmente los de papa (patata), nabos, zanahorias y hortalizas.

Lo bueno es que si comes uranio en estas cantidades no supone un problema, pues no es suficiente para ser perjudicial y del 95% al 99% se elimina en las heces y el restante por la orina, después de 24 horas. Solo una pequeña cantidad de uranio  permanece en los huesos por meses o años después de ingerirlo, pero consumirlo no es tan perjudicial como inhalarlo.

Es sabido que consumir sustancias radiactivas puede provocar cáncer, pero si no vas a comer uranio como plato principal, no hay problema. Es grave si las cantidades son altas, pues pueden surgir problemas a largo plazo, y son los riñones los que se ven más afectados. Los daños leves aparecen después de consumir 25 miligramos, pero si esta cantidad se duplica puede ocasionar insuficiencia renal e incluso la muerte. Al parecer, incluso puede cambiar la química del cerebro.

No existen hasta ahora muertes registradas por la exposición oral leve al uranio, pero de todas maneras es mejor evitar inconvenientes y tratar de consumirlo lo menos posible; lavar bien los alimentos y procurar los más naturales y sanos posibles.

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