Asimilar que una relación -de la que no querías desprenderte- llegó a su fin es una de las experiencias más complejas que hay. Te embarga la confusión y el miedo. Las emociones se descontrolan y los recuerdos de los buenos momentos, y de los difíciles, no dudan en formar parte de ese gran torbellino de sentimientos que amplían la sensación de vacío.
En medio de todo el dolor, te preguntas cómo olvidar un amor. ¿Será posible? La realidad es que no olvidamos, solo somos capaces de superar con el tiempo. Aprendemos a aceptar que cada quien tomará caminos diferentes, pero que de nada sirve odiar o lamentar. Cuando entendemos el proceso como una oportunidad para crecer y aprender, las heridas pronto comienzan a sanar. Y tal vez estos consejos te ayuden a llegar hasta ahí.
¿No sabes cómo olvidar un amor? Consejos para superarlo
Tómate tu tiempo para la reflexión a fin de aceptar lo ocurrido, pero sin sobrepensar
Un paso importante para la superación de una ruptura amorosa es la aceptación. Pero para llegar al punto en el que comprendemos que la relación llegó a su fin y que debemos avanzar, atravesamos en primera instancia por una serie de obstáculos emocionales que ponen a prueba nuestra fortaleza.
Éstos podrían conducirnos a sobreanalizar, a imaginar lo que pudo ser y ya no será. Entonces, ¿qué sucede cuando nos invaden aquellos pensamientos? Nos infringimos más dolor, quedamos estancados en un círculo vicio con el que abrimos nuevas heridas, de modo que postergaremos la sanación. La reflexión conduce a la aceptación cuando no llegamos a los extremos de arraigarnos en asuntos que pudieran no ser más que espejismos. Piensa con claridad.
Ármate de valor y elimina toda vía de contacto
En momentos de quiebre, la tentación de contactar a la ex pareja, para rogar o reprochar, es demasiado alta; aun sabiendo que si lo hacemos, terminamos con más penas de las que ya acarreamos, además evidenciamos de esa forma un comportamiento de dependencia que solo empeora el cuadro.
Si no sabes cómo olvidar un amor que no tiene remedio, eliminar números telefónicos, redes sociales o correos electrónicos, te será de mucha ayuda en el trance de dejarlo ir. Mientras menos sepas de esa persona, más fácil será evolucionar en cuanto a la superación.
Prioriza tu bienestar ante todo
Nadie más se puede hacer cargo de tu bienestar que tú mismo. Cuando comienzas a hacerte consciente de ello y de tus merecimientos -como ser feliz, estar en calma y salir de la tristeza que dejó la ruptura amorosa-, los pensamientos comienzan a redireccionarse.
Poco a poco sentirás el impulso de cuidar más de ti, de anteponerte a la situación, de tomar acción para que lo ocurrido no te defina. Recuerda que las malas experiencias podemos transformarlas en oportunidades para reinventarnos, para fortificar la valoración personal.
Haz planes, mantén la mente ocupada
¿Tienes una lista de cosas que te gustaría hacer? Si no la tienes, comienza a elaborarla. ¡Sal de casa! Construye nuevas memorias con amigos o pasando tiempo contigo mismo, disfrutando de un café, un helado o de un libro. Descubre nuevas pasiones o pasatiempos. Verás que en una mente ocupada no hay lugar para pensamientos agobiantes.
Vive en el presente
Lo que sea que haya ocurrido, ya está hecho y no puede ser cambiado. Ten en cuenta que “el pasado es un lugar de referencia, no un lugar de residencia,” tal como lo apunta el Dr. Willie Jolley, conferencista motivacional y autor. Por lo mismo, hay un “ahora” que pide a gritos que no te ancles a lo que fue y que te ocupes de lo que es y será. Ábrete a nuevas historias.
Deja que su presencia en ti se desvanezca lentamente
Aprende a soltar, que los pensamientos sí pueden ser cambiados, a diferencia del pasado. Cuando nos mueve la voluntad, tenemos el poder de controlar lo que se desarrolla en nuestras mentes, ¿y cómo? Sustituyendo las ideas que proporcionen dolor por otras que impulsen a salir de la agonía de la ruptura amorosa.
¿Qué te agrada? ¿Qué quieres hacer? ¿Qué quieres para ti o qué quieres lograr en tu vida?, ¿qué te inspira o te motiva? Puedes partir de allí. Siguiendo esto, con el tiempo te acostumbrarás a que esa persona ya no sea un pensamiento habitual y su presencia en tu vida irá perdiendo fuerza. A todo esto, ten paciencia: no te aferres, pero tampoco te desesperes si te cuesta un poco al comienzo.
Dicho todo lo anterior, estamos de acuerdo con que las separaciones amorosas a veces dejan el sinsabor de las dudas y las inseguridades, no obstante, por más que una historia de amor no tenga el final que quieras, no permitas que tu corazón se convierta en roca. Toma las lecciones, deja que cierren las heridas, y cuando llegue el momento, no te cierres a la oportunidad de intentarlo de nuevo con alguien más. No siempre tiene que ser igual.
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