En Supercurioso ya te hemos hablado sobre hogares autosuficientes y ecológicos, pero en esta ocasión queremos presentaros una casa muy singular construida con barro y plástico. ¿Quieres conocerla? ¡Sigue leyendo!
El proyecto se crea como atención al concurso que establecía la construcción de un hogar unifamiliar en una villa lejana en la zona de Ashanti, en el sur de Ghana. Uno de los requisitos del concurso era que para construir la casa se debería utilizar el barro como material esencial de construcción con el uso de tierra compacta.
Los hogares de los Ashanti
El concurso provino de la mano de la Fundación Nka, sociedad sin ánimo de lucro cuya actividad se centra en promover las actividades humanitarias con la creación de arte.
La casa Nkabom empezó a construirse en mayo del 2015 bajo el mando de Anna Webster, (estudiante de arquitectura de cuarto año de la escuela The Cass, ubicada en la London Metropolitan University), y dos compañeros de profesión que viajaron a Ghana para iniciar un trabajo de 10 semanas sobre la casa donde centraron el diseño de la edificación antes de construirse.
Durante el trabajo, un equipo de ocho trabajadores internacionales y doce locales dedicaron todo su tiempo a adquirir conocimientos sobre la cultura Ashanti y su forma de construir hogares tradicionalmente, incluyendo la construcción con barro.
El edificio fue creciendo y adaptándose conforme el equipo adquiría más conocimientos sobre el lugar y los materiales que iban a ser usados en la construcción de la casa.
El trabajo finalizó con un fruto de una pequeña casa realizada con menos de 7.000 euros y en la que actualmente vive el director de la comunidad de la aldea y el director de la escuela con su familia.
El objetivo final del proyecto era evidenciar que el barro tiene un gran potencial como material para construir hogares, en forma de edificio, del mismo modo que promocionar el fluir de conocimientos e ideas entre otras culturas distintas.
¿Qué te parece este proyecto? ¿Vivirías en una casa hecha con barro? Si te ha gustado, también puedes leer «Maravillas ecológicas: El bosque vertical de Milán».