El Puente de los Duendes es una de las leyendas latinoamericanas más escalofriantes. Tiene su origen en Puebla, México, en donde los lugareños son advertidos desde muy pequeños de los peligros que enfrentarán si se acercan a un misterioso lugar ubicado en el medio de la sierra. Continúa leyendo y conocer más sobre esta interesante leyenda.

¿Conoces la escalofriante leyenda del Puente de los Duendes?

La leyenda del Puente de los Duendes tiene su origen en Puebla, México. Allí, se les advierte a los aldeanos desde que son muy pequeños de los peligros que pueden enfrentar si se acercan a un misterioso lugar ubicado en el centro de la sierra. Pero, ¿qué es lo que ocurre en ese lugar? Cuenta la leyenda que pequeños duendes arrastran a las personas, sin importar su sexo o edad, hasta debajo de un puente.

Las personas que son arrastradas bajo este puente difícilmente pueden volver a salir. Solo un campesino logró tal osadía, por lo que gracias a él se puede conocer un poco más sobre lo que estos duendes les hacen a sus víctimas.

duendes

La historia cuenta que este hombre regresó de las fiestas del pueblo un poco ebrio. Cuando llegó a su casa se percató que no tenía leña, así que salió rápidamente en busca de algunos trozos de madera. Como estaba oscureciendo, el hombre se apresuró cuando de repente vio a una enorme gallina. Se extrañó, ya que todos sus vecinos solían encerrar a los animales por miedo a ataques de coyotes, pero sin darle mayor importancia decidió llevársela y así tener una apetitosa gallina para la cena.

La gallina era mucho más escurridiza de lo que el hombre se imaginaba, por lo que la fue persiguiendo entre los matorrales. Cuando pudo darse cuenta, la gallina estaba parada justo en un extremo del terrorífico puente. Muerto de miedo el hombre intentó correr, pero ya era demasiado tarde. Su cuerpo comenzó a adormecerse y sintió como lo arrastraban hacia la oscuridad en contra de su voluntad.

Entre risas y cuchicheos el hombre logró ver como la gallina se trasformaba en un pequeño hombre de menos de un metro, que le dirigía una mirada llena de odio. Mientras el hombre escuchaba gritos, llantos y gemidos de dolor, logró por un instante recobrar el control de su cuerpo. Acto seguido se persignó y dijo las siguientes palabras:

“Padre nuestro, si mi carne es para los demonios, al menos deja que mi alma esté contigo en el paraíso”

Las criaturas enardecidas trataron de abalanzarse sobre el campesino. Sin embargo, éste -gracias a la fuerza que le habían infundado las palabras que acababa de pronunciar- logró correr con todas su fuerzas y escapar de debajo del maléfico puente. Al día siguiente el hombre despertó creyendo que había tenido una terrible pesadilla, pero después se daría cuenta de que todo había sido muy real.

Sus piernas estaban completamente cubiertas de dolorosos arañazos y ensangrentadas, y al levantase pudo observar como un camino de plumas de gallina bañadas en sangre se dirigía al “Puente de los Duendes”.

¿Crees que puede haber algo más ahí fuera, alguna fuerza maligna, que nos observa y que si puede, decide cruzarse en nuestro camino para dañarnos?

Si te gustó este artículo, te invitamos a leer más: 5 Escalofriantes leyendas latinoamericanas.