Antiguamente, era imprescindible hacer acto de presencia en unas instalaciones físicas con tal de obtener un crédito, pero los tiempos han cambiado. Hoy en día existe la posibilidad de acceder a todo tipo de servicios financieros online, tales como los préstamos Wannacash.

Tal como sucede con otros servicios que pueden contratarse directamente a través de internet, son numerosas las curiosidades dignas de comentar. A continuación describiremos algunas de ellas.

En solo unos minutos es posible pedir el crédito y que sea aprobado

Prestamos

La primera curiosidad se resume no solo en lo fácil que es el acceso a dichos servicios de carácter financiero, sino también en la enorme rapidez con la que todo tiene lugar.

Aunque depende de la entidad prestamista a la que se recurra, en algunos casos existe la posibilidad de completar el cien por cien del proceso en tan solo un cuarto de hora. Has leído bien: desde que empiezas a rellenar el formulario hasta que recibes el okey por parte de la compañía crediticia, únicamente transcurren quince minutos.

Es muy curioso, porque echando la vista atrás damos con una época en la que se necesitaba un día entero e incluso más para que se produjese la obtención del crédito. El escenario en pleno 2023 nada tiene que ver con el de antaño.

Internet ha dado pie a que la inmediatez esté muy presente en todas las plataformas, incluyendo aquellas que permiten pedir préstamos sin necesidad de salir de casa. De hecho, esta celeridad es uno de los aspectos que más valoran los usuarios.

Las páginas web, como la de Wannacash, son extremadamente intuitivas. Ello se traduce en que cualquier persona se vea capaz de pedir un crédito, incluso aquellos usuarios que no suelen navegar por internet.

El formulario no genera ningún tipo de duda. Todo lo importante aparece en pantalla, permitiendo pedir una mayor o menor cantidad de dinero con una acción tan simple como desplazar una barra horizontal.

Lo cierto es que hay dos barras, destinándose la segunda a determinar el período de la devolución. La primera de ellas abarca un mínimo de 50 euros y un máximo de 750, mientras que el tiempo disponible para devolver el dinero puede comprender solo cinco días o un mes.

Por muy fácil que fuese el hecho de pedir los créditos, se necesitaría más tiempo del que hemos dicho antes si los profesionales que trabajan para la compañía crediticia tuvieran que asegurarse de que cada usuario reúne todos los requisitos. Pero, ¿qué pasa hoy en día? En la mayoría de casos estamos ante unos servicios financieros que son aptos prácticamente para cualquier persona, siempre y cuando tenga la mayoría de edad y la nacionalidad española.

¿Recuerdas los tiempos en los que el simple hecho de aparecer en una lista de morosidad como ASNEF o RAI significaba recibir un ‘no’ como respuesta? Esto no sucede en la actualidad, puesto que la inmensa mayoría de compañías prestamistas son muy poco exigentes en este sentido. El objetivo por su parte es claro: atraer a la mayor cantidad posible de clientes potenciales.

Al no tener que comprobar prácticamente ningún requisito, las solicitudes se aprueban en un parpadeo. Así pues, en poquísimo tiempo tiene lugar el ingreso del dinero en la cuenta bancaria especificada a la hora de hacer los trámites.

¿Para qué se usan este tipo de créditos?

 Precisamente la gran rapidez deriva en que dichos productos financieros suelan ser utilizados para hacer frente a imprevistos. Nos referimos a aquellos gastos que surgen de repente sin que sea posible abonarlos sin que la cuenta se quede en números rojos.

Supón que necesitas el coche a diario y el desgaste, la falta de mantenimiento o simplemente la mala suerte provoca que tenga una avería. ¿Cómo la pagas si te cuesta llegar a final de mes? Esta misma cuestión se la hacen muchas personas, las cuales acaban decantándose por utilizar un crédito online. En la época actual, dichos préstamos también son usados con frecuencia para disfrutar de unas buenas y merecidas vacaciones.

Los intereses pueden ser muy elevados… ¡O gratis!

prestamo por internet

Llama poderosamente la atención que los intereses de los préstamos online varían enormemente dependiendo de varios aspectos. El que más influye es el hecho de si es la primera vez que pides un crédito por internet o ya has solicitado varios a esa misma entidad.

En líneas generales, los prestamistas fomentan que los usuarios pidan créditos, bonificándoles con unos intereses que son completamente gratuitos. Has leído bien: el porcentaje es de 0 puntos, así que la cantidad a devolver será la misma que recibas por parte de la compañía crediticia.

Eso sí, ten en cuenta que los posteriores préstamos que pidas sí conllevarán el pago de unos intereses que no son precisamente bajos. Todo lo contrario: el porcentaje llega a ser estratosférico en ciertos casos. Las calculadoras que integran las páginas web de estas empresas permiten averiguar la cantidad exacta que se tendrá que devolver más adelante, así que conviene utilizarlas para cerciorarte de que podrás hacer frente a los pagos.