En Supercurioso ya hemos hablado de por qué febrero tiene 28 días. Ahora hablaremos un poco más extensamente sobre qué son los calendarios, cuáles se han utilizado a lo largo de la historia (según cada cultura) y cuáles son los que se usan actualmente.

Primero que nada, ¿qué es un calendario?

Es tan simple como decir «sistema de medición del tiempo». La vida civil se ha organizado desde siempre alrededor de los fenómenos astronómicos (en razón de la agricultura), lo cual llevó a los primeros observadores a darse cuenta de que hay día con la luz solar y noche con la luz de la luna; tiempos de lluvia, de sequía; cuando nacen las plantas, cuando se mueren. Y así se estableció una primera diferencia al elaborar este sistema de medición: se habla de calendario solar o lunar. Pero también existen los que son lunisolares, como es el caso del calendario judío, en que se combinan ambos ciclos.

Se midió el tiempo que tarda la tierra en dar la vuelta al sol, por lo que un año solar tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45.5 segundos.

Un mes era calculado por los antiguos como el lapso transcurrido entre una luna llena y la siguiente, o también contando los días en que la luna circunda la tierra, que son alrededor de 29.5 días; esto es lo que se conoce como mes lunar o sinódico, que resultaba en un año lunar de 354 días, 11 días más corto que el solar.

El vocablo se origina del latín “calendarum” que viene de “calare” (convocar, llamar). En la antigua Roma, las “calendas” correspondían a los primeros días de cada mes, cuando se le avisaba al pueblo las fechas en que la luna entraría en su primer cuarto. Se avisaba también la numeración de los días y cuáles de ellos serían festivos.

Cómo nace el calendario

Tiene relación estrecha con la invención de la escritura y con la religión. Al comienzo de la historia, en todas las culturas, el sacerdote era quien registraba los hechos más relevantes: “tal evento ocurrió en el día de luna nueva cuando el ganado bebió agua sucia, se enfermó y murió”, o cosas por el estilo.

A medida que se aprendió a dejar testimonio de lo que ocurría, también se comenzó a contar el tiempo en que subía al trono determinado rey. Y se perfeccionó el arte de la escritura (que como dato curioso se creó originalmente para funciones sobre todo legales o prescriptivas; ejemplo de ello es el famoso Código de Hammurabi), lo que generó mejores modos de registrar lo que acontecía en el mundo.

Y aquí viene otra diferencia, que es el momento a partir del cual comienza a contarse la historia para cada cultura, estableciéndose un antes y un después, o sea, el año 0: para los cristianos es el nacimiento de Cristo, para los musulmanes es la hégira de Mahoma desde La Meca hasta Medina, ubicada el 16 de julio del 622, para los judíos el año de la creación del mundo según la Biblia (más o menos 3.760 años antes de la era cristiana)… aunque ya está establecido que los egipcios, por ejemplo, mucho antes de esa fecha tenían ya su propio sistema de contar los días.

En fin, que el comienzo de cada calendario lo estableció cada religión. En siguientes artículos te traeremos más detalles de este supercurioso tema.

Y si te ha interesado, puedes consultar el día en que no murieron Cervantes ni Shakespeare.