Ninguno de nosotros podrá negar que disfrutamos algunos meses más que otros. En el caso de febrero, algunos lo consideran como el mes más gris y aburrido del año, pero otros encuentran un encanto, casi que mágico, en su corta duración. Sí, febrero es un mes especial porque acaba antes; una experiencia que todos vivimos, pero que no siempre entendemos. Es por eso por lo que en Supercurioso te contaremos por qué febrero tiene 28 días. Entonces, si quieres salir de la duda, no dudes en seguir con nosotros a lo largo de este artículo.

Todo tiene una razón… ¡O varias! ¿Por qué febrero tiene 28 días?

1. Todo fue cuestión de cálculo para los romanos

por qué febrero tiene 28 días

Vale recalcar que el segundo mes del año es el mes más corto y también el más atípico. En general, febrero es el mes con la menor cantidad de días, pero el número de estos varía en función del año, es por eso por lo que en algunos años febrero tiene 28 días, mientras que en otros (menos frecuentes) febrero tiene 29 días.

Ya con esto claro, podemos pasar a identificar aquellos hitos que nos llevarán a responder por qué febrero tiene 28 días. Lo primero que deberemos hacer es viajar a la antigua Roma, más específicamente a la Roma del Siglo VIII, a.C.

Los romanos de la época entendían el año a través del calendario de Romulus. Dicho calendario contenía solamente 10 meses de 31 días, dejando por fuera a enero y a febrero. Empezaba en marzo (coincidiendo con el equinoccio de primavera) y terminaba en diciembre. Solo contaba con 304 días porque en enero y febrero se presentaban las temperaturas más difíciles para el trabajo en el campo, que era el que sostenía la economía.

Con el tiempo, los romanos se dieron cuenta de que el no contabilizar los primeros días del año implicaba complicaciones prácticas, además de que no se alineaba con el calendario lunar. Debido a ello, en una primera instancia, decidieron alinear el calendario con las fases de la luna. De esta forma, se completaron 355 días del año y se introdujeron los meses de enero y febrero. Acá comienzan a surgir las respuestas de por qué febrero tiene 28 días.

Empero, para los romanos, los números impares atraían la mala suerte. Entonces, para evitar que los días del año resultaran impares y poder alinear con las fases de la luna, decidieron que febrero solo tuviera 28 días. Pero la solución no duró mucho porque se determinó que la duración del año se debía determinar con el sol, lo que implicaba más días y algunas horas más para que todo concordara.

2. Al final, la respuesta la tuvo Julio Cesar

por qué febrero tiene 28 días

Debido a la confusión generada con el calendario anterior, Julio César, gran admirador de los egipcios y sus conocimientos, ordenó la elaboración de un nuevo calendario a Sosígenes de Alejandría, intentando superar el desfase del calendario que ya existía. Fue el gran impulsor de por qué febrero tiene 28 días.

Con el calendario solar propuesto por Julio Cesar, se fijó la duración anual en 365 días y 6 horas. Los 11 días de más se repartieron entre los meses, que pasaron de 29 y 30 a 30 y 31, excepto febrero, que quedó fuera del reparto por ser el último, contando solamente con 28 días. Ahora bien, para que las horas adicionales no se fueran acumulando, decidieron intercalar un día extra cada 4 años, lo que conocemos como años bisiestos, en los que el año cuenta con 366 días.

Según algunas otras teorías, el poder de los emperadores tuvo lugar en la decisión en por qué febrero tiene 28 días. Julio César tuvo la oportunidad de elegir un mes y ponerle su nombre, y eligió el quintil, que pasó a llamarse julius en su honor.

Octavio Augusto, una vez ascendido al poder, nombró el mes de sextil como augustus (agosto), y como tenía solo 30 días, y julio 31, decidió quitarle un día al último mes del año (febrero) para no ser menos que su antecesor. Ahora bien, no hay ninguna prueba que respalde esta leyenda del origen del calendario, a pesar de que se recoge en muchos artículos y ensayos sobre el tema.

3. Algunos desfases continuaron: Calendario juliano y calendario gregoriano

Éste es un tema muy interesante, porque el año juliano de 365 días y 6 horas era 11 minutos y 14 segundos más largo que el año astronómico, lo que volvió a provocar errores y desfases temporales. A finales del siglo XVI, las fechas se habían corrido más o menos 10 días, empezando el otoño el 11 de septiembre.

Para enmendar este error, el papa Gregorio XIII, mediante decreto pontificio de marzo de 1582, abolió el calendario juliano e impuso uno nuevo, conocido como gregoriano. Se cambió la fecha “arbitrariamente” para que los equinoccios volvieran a coincidir el 21 de marzo y el 23 de septiembre. Por ello este desfase de 10 días se conoció como “los días que no existieron”, ya que del 11 de septiembre se pasó al 21 del mismo mes y año, sin más preámbulos.

Debido al cambio, se anularon algunos años bisiestos. Desde entonces los años son bisiestos si son divisibles entre 4, salvo que terminen en dos 00 (excepto 1700, 1800 1900, o 4000, 8000 o 16000).

El calendario gregoriano tiene una discrepancia de un día cada 3.323 años, lo cual lo convierte en un instrumento muy acertado y útil para medir el año astronómico.

¡Así llegamos al final de nuestro artículo sobre por qué febrero tiene 28 días! Esperamos que algunas de tus dudas fueran resueltas. Antes de irte, no dudes en contarnos qué te parece más interesante sobre esta historia y si conoces de algún otro dato relevante acerca de ella. ¡Te estaremos esperando!