En nuestra vida existen costumbres muy arraigadas que no sabemos muy bien de donde vienen, pero que están ahí y seguimos cumpliendo con ellas. Este es precisamente el caso de la costumbre de dar propina, de la que te queremos hablar en el siguiente artículo de Supercurioso.

Se supone que todos sabemos cuándo y cuánto hay que dar de propina pero, en realidad, hay situaciones que nos dejan un poco desconcertados y acabamos por no saber cuánto es suficiente o, todo lo contrario, cuándo es demasiado. ¿Hay que dar propina ante cualquier servicio? ¿Sólo si hemos quedado satisfechos? Intentaremos dar respuesta a estas dudas.

El origen de dar propina

Dar propina

Desde el principio de los tiempos o, mejor dicho, desde que se inventó el intercambio de servicios por dinero, la propina ha tenido un papel relevante en el proceso, en algunas ocasiones, como un elemento de poder (puedes sentirte realmente poderoso si dejas mal a ese amigo tacaño, adelantándote tu a dejar unas monedas de propina, después de haber dividido la cuenta para pagar entre los dos).

Se cree que el origen de este ritual está en las tabernas de la Inglaterra del siglo XVII, cuando los clientes deslizaban dinero por encima de la barra al camarero, para asegurarse ser servidos con rapidez. Pronto esa costumbre se hizo popular en las tabernas y otros establecimientos, como manera de ser servidos mejor y más rápidamente.

Al ser una costumbre de las grandes ciudades, se convirtió en la forma de demostrar que una persona conocía mundo y había viajado a lo largo de los continentes y eran refinados y de buena clase. De esa manera, las personas más pudientes, los ricos, convertían a la clase baja, a la obrera y trabajadora, en servil y financieramente dependiente, ya que la cantidad estaba a merced del rico.

Cómo saber cuándo dar propina y qué cantidad

En la actualidad, esta costumbre sigue existiendo, sin embargo, no siempre es igual. Varía dependiendo del país, e incluso del servicio, y a menudo es difícil saber las reglas exactas de cómo actuar en cada caso.

Está claro que las costumbres no son las mismas en cada país, y puedes encontrarte que en según que lugares dar propina sea incluso signo de mala educación, hasta cuando te excedes en ella.

Por eso, lo mejor es aplicar el dicho del refranero español «Allá donde fueras, haz lo que vieras». Como resulta difícil conocer al 100% las costumbres de cada país, muchas de las webs de viajes ofrecen consejos sobre el tema. Una de esas guías es[easyazon_link identifier=»1841622109″ locale=»ES» tag=»supercurioso07-21″]Tips on tipping (A global guide to gratuity etiquette).[/easyazon_link] Publicada en 2011, por los periodistas Carole French y Reg Butler, y se hizo a partir de una encuesta realizada en el portal infobae.com. Resulta bastante útil para, como decíamos, saber qué hacer en cada país y delante de cualquier situación.

Según esa guía, por ejemplo, el porcentaje que debe dejarse de propina en los restaurantes va entre el 15% y el 20%, salvo que se diga expresamente que no se aceptan propinas, como es el caso de McDonalds.

Siguiendo con lo que dice la guía, debemos saber que un sector donde solemos equivocarnos es en los hoteles, en concreto con el servicio de limpieza. De acuerdo con esta guía, deberíamos dejar para el servicio de limpieza unos 5€ por día pero es que, además, es importante dejar junto al dinero una nota que especifique que ese dinero es para el servicio de limpieza. También puedes aprovechar esa nota para dar alguna indicación sobre algo en concreto que no quieres que toquen o, por el contrario, sobre algo que quieres que limpien en profundidad.

Dar propina

En cuanto al aeropuerto, que suele ser otro sector donde se acostumbra a dar propina, debes saber que, según esta guía, lo correcto es dar unos 2€ por la primera maleta y uno para cada una de las maletas adicionales.

Para servicios estéticos, como por ejemplo hacerte la manicura, se estipula una propina de más o menos el 15% (siempre y cuando no seas de esas personas sacadas del libro Récord Guinness que pueden llegar a tener uñas de más de 10 cm de longitud, ¡algunas incluso metros!).

Otro servicio donde solemos dar propina es en los taxis, ¿cuánto es suficiente? En este caso dependerá del número de personas que haya subido al vehículo y se haya beneficiado de la carrera pero, por norma general, suele estar alrededor de un 10% del precio total que te cobre el taxista.

Como ves, existen muchas “reglas” a la hora de dar propina, dependiendo del sector, el servicio e incluso el país. Es muy positivo que existan guías especializadas que nos aconsejen en cada caso sobre como actuar, ¿no crees?

¿Qué opinas tu acerca de dar propinas? ¿Sueles ser generoso y dejar siempre propina o eres de los que se hacen los remolones para no dejar? ¿Explícanos tu experiencia! ¡Estaremos encantados de leerte!