Seguramente el nombre de Sridar Chillal no te diga mucho. Quizá por el nombre y el apellido deduzcas que viene de la India, Pakistán, Bangladesh o algún país de esa zona asiática, y poco más. Lo que no sabes, a menos que seas un fan incondicional del Libro Guinness de los récords y estés al día de todos los récords que se baten, es que Sridar Chillal lleva 63 años sin cortarse las uñas.

Eso sí, Chillal no ha escrito su nombre en el mítico Libro Guinness por llevar casi toda la vida sin utilizar el cortauñas en su mano izquierda, sino por su longitud. https://www.youtube.com/watch?v=7SDURIi91VU Las uñas de su mano izquierda miden 909,6 cm. O lo que es lo mismo, suman más de 9 metros. La más espectacular, sin lugar a dudas, es la uña del pulgar. Ésta, enrollada en una espectacular espiral, mide 197,8 centímetros. Casi dos metros de uña. Las del resto de dedos han crecido a lo largo, si bien es cierto que al final empiezan a caracolear. Solo hay que ver el vídeo de la medición de las uñas con la que se certificó el récord Guinness para hacernos una idea de cómo sería vivir 24 horas con esas uñas.

Una historia triste

Detrás de todo récord hay una historia, aunque en esta ocasión es algo triste. Cuando tan solo eran unos niños, un compañero de clase le rompió una uña a un profesor que se la había dejado crecer muy larga. El maestro pensó que Chillal era el culpable, y le dio una paliza, como explica el propio Chillal. Tanto él como el compañero le preguntaron por qué les pegaba una paliza por solo una uña, a lo que el profesor les contestó diciendo que nunca lo entenderían porque nunca habían llegado las uñas largas. UñasAquella paliza fue un punto de inflexión en la vida de Chillal, que a los 15 años decidió dejarse crecer las uñas de la mano izquierda para conocer de primera mano los motivos que llevaron a su profesor a pegarles una paliza por romperle una uña. Pero el drama de Chillal con las uñas no se acaba aquí, más tarde vio varias veces cómo las familias de varias de sus parejas vetaban su matrimonio porque, decían, esas uñas cada vez más larga solo supondrían miseria y pobreza para el matrimonio.

Difíciles de mantener

Sin embargo, Chillal consiguió casarse, y aunque al principio tampoco lo tuvo nada fácil a la hora de buscar trabajo se dedicó profesionalmente al mundo de la fotografía. Ha aguantado 63 años sin cortarse las uñas, pero a sus 78 años cada día le resulta más difícil mantenerlas. Tan complicado es el mantenimiento que llega al extremo de despertarse cada 30 minutos para mover la mano y evitar que las uñas se le rompan. Ahora que ha pasado a la historia con su récord Guinness, no descarta cortarse las uñas definitivamente para disfrutar sin problemas de su vejez, una de las decisiones más difíciles de su vida. Si esta historia te ha parecido interesante, no puedes perderte la de Roy Sullivan, «el pararayos humano».