La Edad Media era una época difícil, hostil y llena de peligros, donde la vida muy a menudo corría serio peligro. La seguridad era difícil de conseguir y de mantener cuando eras pobre y no tenías ni un techo donde resguardarte. Aunque parezca increíble, los que tenían más poder adquisitivo y disponían de un techo, incluso en algunos casos de un castillo, tampoco lo tenían muy fácil ya que la defensa de los castillos medievales no era una tarea fácil y a menudo requería de ingenio y muchas dosis de creatividad para mantener tu familia y tu fortaleza a salvo.

El verdadero problema de poseer un castillo residía en lo tentador que resultaba ser para otras personas, así que para mantenerlos alegados debías ir más allá de unas cuantas paredes gruesas y unos fosos profundos. Existían en aquella época una cantidad increíble de armas que tus atacantes podían utilizar contra ti, así que el diseño de tu castillo debería tenerlas en cuenta para poder defenderte.

En el siguiente artículo de Supercurioso te exponemos algunas de esas amenazas a las que te enfrentarías y de que manera podrías hacerlo.

Métodos de defensa de los castillos medievales

defensa de los castillos medievales

Motte y Bailey

Todos nosotros, si imaginamos un castillo lo hacemos como una gran construcción de piedra pero la verdad es que los primeros castillos eran mucho más modestos. Se les conocía como Motte&Bailey Castle. La fortificación consistía en un torreón de madera que se colocaba en un terraplén elevado llamado motte, que daba a un patio cerrado llamado Bailey. El Bailey daba a los arqueros un campo libre para poder disparar contra cualquier atacante que se acercara.

Fosos

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Otra de las características de estos castillos compuestos de Motte y Bailey era una zanja que rodeaba la motte que dificultaba aún más la escalada. Incluso en algunas ocasiones podía estar llena de agua lo que dificultaba aún más si cabe. Al final, la palabra “motte” se transformó en la palabra “foso”.

Barbacana

Otro ejemplo de defensa de los castillos medievales es la barbacana. Gracias a los fosos (con sus puntos de estrangulamiento como pueden ser los puentes levadizos), los dueños del castillo podían saber con exactitud qué partes del castillo podían ser mas susceptibles de ser atacadas. Ahí es donde entra la barbacana. Su función era la de superar los puntos de estrangulamiento y hacer que los atacantes que se hubieran visto atrapados allí pagaran por su atrevimiento. Desde lo alto de la puerta o el puente, los defensores dentro de la barbacana podían llover flechas e incluso aceite hirviendo, contra los invasores.

Puertas elevadas

Las puertas elevadas también eran una gran solución para mantener a los enemigos fuera de nuestros dominios. Los muros, fosos y mazmorras eran una manera excelente de evitar que las tropas de tus enemigos pudieran alcanzar alguna de las puertas de acceso a tu castillo, así que, si además, tu puerta resultaba estar muy lejos del alcance de cualquiera, duplicabas tu seguridad y la de los tuyos. La verdad es que esta es una característica bastante común de casi cualquier castillo y el sistema para acceder a ellas, en tiempo de paz, bastante sencillo; una simple escalera de madera y rampas desmontables solucionaban el problema.

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Ubicación

Por último, la ubicación era una de las características más importante para mantener tu fortaleza a salvo de invasores. Un buen ejemplo de la importancia que tiene la ubicación es el Dover Castle, aún existente. Se trata de una fortaleza encaramada en la cima de los famosos White Cliffs, lo cual hace que fuera increíblemente difícil de atacar tanto por tierra como por mar. Este fue un hecho crucial para la historia de Inglaterra, a principios del s.XIII cuando Francia intentó asaltar el castillo. Además de esta ubicación elevada, este castillo también empleaba estrategias originales de diseño como por ejemplo paredes concéntricas, que servían para poder evitar fácilmente los trabuquetes.

Evidentemente el paso de los años y de los siglos hicieron que todas estas medidas de seguridad se fueran perfeccionando y mejorando además de ir fortaleciendo cada vez más las construcciones hasta el punto de ser, en algunos casos, fortalezas prácticamente inexpugnables.

Está claro que el ser humano va perfeccionando cada vez más sus métodos de construcción y los castillos no han sido una excepción a lo largo de la historia.

Existe un acertado dicho que es “la necesidad agudiza el ingenio” y creemos que seguramente es verdad ya que la necesidad de permanecer a salvo en tu hogar y mantener a tu familia lejos de cualquier peligro, hicieron que algunas mentes creativas idearan todas estas maneras, artilugios y accesorios para dotar a su castillo de una seguridad extra.

¿Qué te ha parecido nuestro artículo a cerca de los métodos de defensa de los castillos medievales? ¿Te parecen curiosos además de útiles? Quizá hayas oído tu algún otro método de defensa medieval. ¿Te gustaría compartirlo con nosotros? ¡Nosotros estaremos encantados de leerte!