Los días donde una cálida sonrisa nos permitía ocupar la habitación de hotel antes de tiempo están llegando a su fin. Al menos, en el hotel Henn-na, el primer establecimiento del sector atendido por robots que ha abierto sus puertas este año en Nagasaki, Japón.

Aunque su nombre, Henn-na, significa “extraño”, lo cierto es que no es del todo sorprendente el aumento del uso de androides para sustituir personal humano. De hecho, según un estudio del banco ING, las máquinas ocuparán en torno al 50% de los puestos de trabajo existentes y la polémica, como recoge el siguiente artículo sobre si “Nos van a quitar los robots el trabajo”,  está servida.

Pero, ¿ha conseguido el Henn-na desplazar la intervención humana al 100%? En Supercurioso te contamos los pros y contras del hotel.

Servicio autómata completo

Nada más entrar en el hall del modernista hotel, un robot con perfecta caracterización de mujer joven, perfectamente uniformada y con capacidad de parpadear, nos recibe impertérrita. Junto a ella, un velocirraptor (sí, un tanto friki, la verdad) la acompaña en las labores de consejería.

Pero no son los únicos trabajadores autómatas del establecimiento, inspirado en los paisajes de los Países Bajos, con jardines, molinos de viento y tiendas de té. Como hemos visto en el vídeo, los servicios de transporte de equipaje con dos carros automatizados, el depósito de enseres personales a través de un brazo mecánico gigante y la limpieza de las habitaciones también corren a cargo de los androides, lo que pone muy negro el futuro de los botones y camareras de hotel. Un conserje androide se encarga de explicar el proceso de desayuno y pedirte un taxi.

El hotel también permite optar por un reconocimiento facial para acceder “por la cara” a la habitación, aunque todavía es posible solicitar una tarjeta de uso manual.

https://youtu.be/4lbP_ZR1QTE

Una vez dentro, las luces se activan mediante un sensor automático, que podemos regular a través de una tableta (adiós interruptores) y la calefacción se adapta a la temperatura corporal del huésped.

Errar no es sólo de humanos

Aunque, según el presidente del hotel Henn-na, Hideo Sawada, el objetivo del nuevo negocio es aumentar la eficiencia y reducir los precios de alojamiento (que rondan los 70 euros por noche), lo cierto es que el hotel 3.0 todavía tiene algunos aspectos bastante mejorables, como la rapidez del servicio que se aprecia en el siguiente vídeo.

Los horarios de check-in y check out son muy rígidos (a las 15 pm y 11 am), por lo que puedes quedarte ronco de tanto dirigirte a los robots-conserjes, que no te atenderán hasta esa hora. Y lo peor, es que una vez activados, ni siquiera tu tono de enfado e indignación por la espera influirá en nada. A nuestra amiga de recepción, le entra por un chip y le sale por otro.

¿Y qué pasa si tu calor corporal no coincide con tus preferencias de sensación térmica y quieres tener la habitación más o menos caliente? ¿O no te funciona el reconocimiento facial? ¿O necesitas hacer el check in antes? Al final, el Henn-na no ha podido cumplir su sueño y podemos encontrar personas de carne y hueso en el establecimiento que se encargan de gestionar todas estas consultas y particularidades.

Por el momento, la calidez y capacidad de respuesta del trato humano no se ha traducido al lenguaje de 1 y 0. ¿Te gustaría que llegara ese día o eres de los que prefieres el contacto personal?

¡Queremos conocer tu opinión! Si te gusta la tecnología, te invitamos a leer este otro artículo sobre Los robots de cuatro patas: el LS3.