Nueva Delhi, Bombay o Jaipur son rincones alucinantes en cuyas calles se encuentran algunas de las mejores curiosidades de La India. Sus ciudades, abundantes en templos y repletas de millones de personas, son un viaje cultural que enamora a los viajeros. Pero más allá de los paisajes y la arquitectura, es en el acervo cultural hindú en donde encontramos el mayor magnetismo de esta nación. Entre las deidades hindúes aparecen personajes que han ido evolucionando desde la era védica, en el segundo milenio antes de Cristo, hasta la época medieval, en el primer milenio después de Cristo. Brahma, Vishnu y Shiva son los más conocidos dioses masculinos. Pero hoy en Supercurioso hemos querido navegar por la mitología hinduista, para presentarte su versión femenina: las diosas hindúes más importantes. ¡Acompáñanos!
Las 7 diosas hindúes más importantes
1. Lakshmi
Iniciamos este viaje conociendo a las deidades hindúes más importantes con la poderosa Lakshmi, una de las más veneradas de la mitología hindú. Lakshmi es la diosa consorte de Visnú, con quien compartirá por su decisión, el camino eterno por todas las reencarnaciones. Sobre su origen, se cree que esta diosa hindú nació sobre una flor de loto, desde el origen de todo el universo. Su simbología se asocia a la riqueza espiritual y material, a la prosperidad, abundancia y belleza. Es poseedora de una energía guardiana que se expresa con dulzura. Sus creyentes dicen que su presencia en un hogar es fuente de sabiduría, abundancia y desarrollo.
2. Parvati
La segunda de las diosas hindúes que queremos presentarte es Parvati, una de las más poderosas. Es la esposa del dios Shiva, el Destructor, y paradójicamente simboliza la protección del orden del Universo. Asociada con la madre tierra, Parvati nació de las montañas del Himalaya y simboliza la determinación espiritual, la benevolencia y la paciencia. Su función es mediadora y la creencia en ella ayuda al hombre a cuidar sus relaciones con quienes le rodeen.
3. Kali
Kali se suma como una de las principales entre las deidades hindúes. También es consorte del dios Shiva, pero a diferencia de Parvati, ella representa el lado oscuro, la destrucción, la maldad y los demonios. Su figura se asocia a la violencia, a la sexualidad y a la muerte, y se caracteriza por un desenfreno que solo Shiva es capaz de controlar. Sobre esta diosa se teje una interesante leyenda hindú que narra que hace miles de años, cuando los dioses estaban teniendo serios problemas con un demonio llamado Raktabija. El engendro era conocido como semilla de sangre, pues no podía ser asesinado sin producir más demonios. Cada vez que una gota de su sangre caía al suelo, engendraba una nueva semilla de sangre que tampoco podría ser asesinada sin engendrar más demonios.
Entre las diosas hindúes, Kali era la única esperanza de los dioses. Entonces fue enviada a enfrentarse contra Raktabija. Empezó así una furiosa matanza. Mató a todos los demonios a la vista, bebiendo cada gota de su sangre antes de que pudiera golpear el suelo para engendrar más demonios. Pero se embriagó con la sangre de los demonios y así continuó su destructivo alboroto, que creó el caos en la Tierra. Los dioses rogaron a Shiva que pusiera fin a la danza salvaje de Kali. Entonces se tendió entre los cadáveres esparcidos bajo sus pies con la esperanza de frenarla. Cuando se dio cuenta de que estaba bailando en su consorte, Shiva, Kali sacó la lengua de vergüenza porque casi había matado al dios y, finalmente, su energía maníaca asesina comenzó a disiparse.
4. Sarasvati
Volvemos a las diosas hindúes con simbolismos positivos. Esta vez hablamos de la diosa hindú Saravati, esposa del supremo Brahmá y deidad de la cultura, las artes y todo el mundo del saber. Se cuenta que fue el propio Brahmá quien la creó a su gusto. Ella, al ver la vida, empezó a caminar en círculos alrededor del dios. Aquel, descubriendo en su creación una belleza alucinante, decidió convertirla en su esposa. Los que profesan su fe a Saraswati, creen que adorando a esta diosa podrán alcanzar el conocimiento necesario para superar el samsara, el ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación que se repite hasta que el alma se ha elevado lo suficiente para trascender. Se le reverencia de dos formas diferentes: como la diosa de la sabiduría y las artes, y también como uno de los tres ríos Sagrados de la Espiritualidad Hinduista que lleva su nombre.
5. Rati
Y entre las deidades hindúes femeninas, una destaca por su simbolismo erótico. Se trata de Rati, la diosa del amor, del deseo sexual y de la extrema belleza. El origen de su nombre se asocia a la raíz sánscrita «carnero», que significa disfrute o deleite, concretamente en los aspectos físicos de la vida. Toda su adoración se concreta en el disfrute de la pasión, la sexualidad, la lujuria y la experimentación sexual. Es la diosa consorte y compañera del dios Kama. Sobre ellos existe una curiosa leyenda: luego de que Kama interrumpiese una meditación de Shiva, su corazón fue convertido en cenizas. Entonces Rati, llevando consigo el corazón destrozado de su esposo, fue a pedir la ayuda de la bondadosa Parvati, para que pidiese a su consorte Shiva que regresara a Kama a la vida.
6. Durga
Otra de las diosas hindúes más poderosas es Durga, que simboliza la justicia, la verdad, el conocimiento y especialmente el amor maternal. Durga hizo la promesa de proteger el orden del mundo y de alimentar a todos sus hijos. Justo por esto, es representada con alimentos abundantes que surgen de sus brazos. Sobre su origen también existe una curiosa leyenda hindú: se cuenta que Durga nació de la combinación de poderes y fuerzas de Shiva y de Visnu. La intención de aquellos era crear una deidad que les ayudase a derrotar al demonio Mahisa, que amenazaba el equilibrio en el mundo. Durga en efecto venció a la criatura, y desde entonces fue llamada la asesina del demonio.
7. Astangi Devi
Entre las deidades hindúes femeninas, hay una en especial a la que se le atribuye la creación de las estrellas. Se trata de Astangi Devi. La leyenda sobre esta diosa es realmente encantadora. Se cuenta que, estando aún joven y muy bella, se encontraba embarazada de gemelos, que luego se convertirían en las deidades del sol y de la luna, Suraj y Chandra. En aquella época la tierra no tenía muchas plantas nutritivas, así que las ramas eran el único alimento que los seres humanos tenían para comer. Astangi Devi quería alimentar a sus gemelos con algo más sustancial que palos y ramas rotas, así que inventó arroz, bambú y otras sabrosas plantas para nutrir a sus hijos.
Lamentablemente, uno de los hombres de la tierra sintió envidia de la comida de lujo de los gemelos de Astangi, por lo que prendió fuego a las cosechas de la diosa. Cuando Astangi Devi se apresuró a apagar las llamas, chispas volaron al cielo y crearon las estrellas. Luego envió a sus hijos, el Sol y la Luna, a los cielos donde estarían a salvo de la ira de los humanos.
Las leyendas de las diosas hindúes y su poder no es más que una muestra de cuánto simbolismo, espiritualidad y potencia se encierra en el hinduísmo y sus creencias. Si te interesa seguir aprendiendo sobre esta cultura y sus manifestaciones, no te pierdas nuestro artículo sobre Mayong, la capital india de la magia negra y la brujería.