Vamos a hablarte de una planta que crece en la India, el sudeste asiático y algunos lugares de África, como Madagascar; un árbol pequeño, una especie de mangle que puede alcanzar en buenas condiciones climáticas y de suelos hasta 10 metros de altura, conocido con el nombre científico de Cerbera odollam, y en la India llamado árbol pong pong, o menos inofensivamente árbol asesino o árbol del suicidio.
El mote de asesino es completamente injusto dado que estas plantas no andan por ahí asesinando a nadie, y en todo caso sólo son otra herramienta en manos de los seres humanos. Esta especie abunda en el estado de Kerala, en la India, donde se ha convertido en el producto preferido para asesinatos y suicidios por envenenamiento.
Receta mortal
El veneno de esta planta se encuentra en las semillas y es tan potente que sólo se necesita una para matar a un adulto.
El veneno es conocido como cerberín, un glicósido cardíaco sumamente tóxico que puede matar en pocas horas. Los síntomas de envenenamiento con esta sustancia son dolor de cabeza y de estómago, diarrea y variaciones bruscas en el ritmo cardíaco y, al bloquear los impulsos eléctricos, te mata finalmente con un paro cardíaco.
Aunque tiene un fuerte sabor amargo, éste se puede disimular usando azúcar de caña, como hacen muchos suicidas para ingerir la semilla previamente molida; también se puede disfrazar la amargura en platos fuertemente condimentados y picantes, como suelen comerse en muchas naciones asiáticas.
Se cree que las semillas de cerbero son el ingrediente principal de más de la mitad de los suicidios y homicidios de Kerala y otras regiones costeras de la India (la planta gusta de zonas pantanosas), y no hay certezas en torno al número de muertes que produce porque es muy difícil de identificar en los exámenes toxicológicos, y sus efectos son poco conocidos entre muchos médicos que no estén al tanto de la existencia de esta planta.
Para detectar la presencia del cerberín en el cuerpo hace falta realizar una “cromatografía líquida de alta resolución acoplada a espectrometría de masas” que, como su nombre sugiere, debe ser un examen muy inusual y costosísimo.
Suicidios y feminicidios
Aunque no hay datos exactos sobre las muertes causadas por las semillas del árbol pong pong destacan algunas cifras inquietantes, como el hecho de que más del 75% de las muertes son muertas, tanto en suicidios como en homicidios. Esto puede deberse a varias razones: en primer lugar, a que es relativamente fácil acceder a los frutos de este árbol; en segundo lugar, que el porcentaje de suicidios entre mujeres en Asia es más alto que en Occidente y; en el caso de los homicidios, que podría ser un modo rápido y barato de deshacer matrimonios arreglados, que siguen siendo muy comunes en la India.
¿Un buen provecho?
El gobierno de la India, con el apoyo de algunos centros de investigación, está tratando de revertir el uso de esta planta y sacar de ella algún tipo de provecho económico que alivie las condiciones de miseria de las regiones donde crece el pong pong. La semilla podría usarse para producir bio-insecticidas y venenos para roedores, por ejemplo.
Tal vez entonces su fama de asesino abandone a los humanos y empiece a causar pánico entre otras especies. Claro, no olvidemos que el veneno para ratas a veces también termina usándose entre nosotros. Te invitamos a que leas sobre otro árbol, de índole más espiritual, el «árbol del diablo» en Nueva Jersey.
Imágenes: Wikipedia