Hay una probabilidad de 99% que si te encuentras aquí para enterarte cuál es el método de la flecha, la estrategia infalible para potenciar la productividad de la cual hacemos referencia en el titular de este artículo, tal vez se deba a que la idea de hacer una actualización de cómo gestionas el día a día es algo que has estado considerando seriamente.

Quizá porque mientras más avanza la semana, en lugar de sentirte tan ligero como una pluma porque el sábado y el domingo están cada vez más próximos y, en teoría, la cantidad de trabajo debería reducirse mientras nos acercamos al final de la semana, la realidad es que entre el jueves y el viernes es cuánto más las tareas parecen nunca acabar. ¿Algo de esto te suena familiar? ¡Respira! Aplicando esta simple estrategia conseguirás mejorar tu rendimiento notablemente.

El método de la flecha para optimizar la productividad

Nicholas Sonnenberg ha compartido un ‘secreto’ que más tarde agradecerás. Sonnenberg programa la mayoría de las reuniones de negocio a principio de semana, de preferencia los días lunes y martes. Tal vez estos sean los días menos productivos para la mayoría de las personas, la negación de que el fin de semana ha transcurrido demasiado rápido nos produce un poco de bloqueo, pero este definitivamente no es su caso. Es más, seguir al pie de la letra esta estructura ha sido la clave de su éxito.

Para que tengas una idea de cómo es la rutina de Sonnenberg, todas las semanas debe asistir a reuniones ejecutivas, realizar actualizaciones financieras, registros semanales, viajar, en fin, su calendario es ajetreado.  Sin embargo, él es el maestro de la organización, autor de “Idea para la ejecución: cómo optimizar, automatizar y subcontratar todo en su negocio”, que con el método de la flecha propone una estructura semanal con la que optimizarás el trabajo y, más importante aún, tu vida.

Un método infalible para potenciar la productividad: el método de la flecha

El método de la flecha no es el tipo de estructura organizativa que propone los “paso a paso” convencionales. Al contrario, es tan básico como adelantar lo más que nos sea posible durante los lunes y martes, priorizando las actividades más complejas para que el resto de la semana sea más flexible. Es decir, estos dos días de intensa carga laboral representarían el camino estrecho hacia uno más amplio y menos estresante, el de la punta de la flecha, ¿lo ves?

Algunos de los grandes beneficios de esta estrategia, según su creador Nicholas Sonnenberg, es dormir un poco más tranquilo sabiendo que lo más pesado del trabajo va quedándose atrás. Además de proporcionar la tranquilidad de poder encargarnos de asuntos de último momento o disfrutar actividades de esparcimiento sin que el peso de las responsabilidades se pose sobre los hombros.

¿Qué tal te ha parecido esta estructura sencilla? ¿Aplicarías el método de la flecha?